El camino que el Deportivo Alavés y el Sevilla estaban y están transitando en esta Liga 2018-2019 hacía presumible un partido muy concreto, uno en el que Abelardo se defendería abajo, desde sus principales fortalezas y rasgos defensivos y el Sevilla trataría de compartir la posesión para aprovechar espacios y atacar de la forma en la que lo viene haciendo, siendo directo en el toque y verticalizando su propuesta. Pero no fue así. Ocurrió algo bastante diferente, y que en su inicio dio a los vitorianos un protagonismo que descolocó a Pablo Machín, conformando una primera parte con muchas cosas por analizar que explicaron la primera ventaja del encuentro.
En clave local, el Alavés utilizó uno de sus pliegues previstos para determinados encuentros, modificando su 4-4-2 por un 4-5-1, con un centrocampista más, con el que, a diferencia de otros ejemplos pretéritos, caso de la visita del Real Madrid, no tuvo una intención de reforzar su defensa organizada en campo propio, sumando efectivos, piernas y capacidad extra de llegar a los costados en la basculación con un mediocentro ajustando por detrás de dos interiores. La idea, por contra, estuvo enfocada en jugar en todo momento en campo del Sevilla, tanto para asegurarse superioridad en la circulación como para presionar con ahínco al trío de medios característico del hasta ayer líder: Roque Mesa, Ever Banega y Mudo Vázquez.
El Alavés salió en 4-5-1 y líneas adelantadas
De este modo, Pina, Wakaso y Manu, defendían siempre muy cerca de ellos, marcando la altura del bloque babazorro. Esa fue la premisa fundamental de los primeros 45 minutos. Como ya pasó ante el Standard de Lieja, el conjunto hispalense se vio mermado en su salida tras robo y en su capacidad para traspasar la medular con el balón controlado. Todo ello está teniendo muchísimo que ver con la ausencia de Jesús Navas, un apoyo en el inicio, un pilar en la amplitud y una garantía de profundidad para crear ocasiones. Ante su baja, Machín viene introduciendo a Roque Mesa como mediocentro, para elevar la altura de Banega e invertir más en el juego interior del equipo, con tendencia a mirar mucho más hacia la izquierda.
Entre las medidas propias del choque estuvo la aparición de Gabriel Mercado en el carrilero derecho, en lugar de Aleix Vidal, una decisión enfocada a controlar la explosividad de Jony Rodriguez al contragolpe. Poco participativo y poco dotado para darle salid al equipo, el Sevilla se quedó mermado en ese sector, lo que provocó que el Alavés tuviera igualdad numérica en el medio y una superioridad táctica y de intensidad en las marcas en campo contrario. Abelardo configuró un encuentro que desordenó al Sevilla, que sólo pudo salir en largo, y mal, hacia André Silva, y en el que brilló especialmente Jonathan Calleri, quien realizó 45 minutos de muchísima calidad.
Machín ajustó todo después: piezas, dibujo e intenciones
Bajo este escenario, el Sevilla dio un paso al frente. Mesa, amonestado, cedió su lugar a Amadou, mientras Machín rompía la línea de cinco, retiraba a Kjaer y Mercado y daba entrada a Sarabia y Promes en los costados. Todas estas decisiones dieron la vuelta al encuentro por completo. En la forma, el Sevilla pasó a jugar mucho más arriba, dándole soporte a Banega, encontrando amplitud en ambas bandas. EN el fondo, eso se tradujo en un dominio sin demasiadas fisuras que produjo, aún sin Navas, el gol desde la derecha. Un centro de Pablo Sarabia hacia la bota de Ben Yedder en el área pequeña dieron todo el sentido a los ajustes previos para repartir puntos en Mendizorroza.
AArroyer 3 diciembre, 2018
Me gustó mucho el partido. El planteamiento de Abelardo le dio la vuelta por completo a lo preestablecido y eso despertó un interés mucho mayor. De hecho creo que Abelardo entendió que presionando arriba de partida, el Sevilla podía salir en ventaja, pero vio que estaba Mercado y que Banega es el epicentro, y con ese 3×3 marcó el ritmo del partido.
Y además añadió una presión tras pérdida muy activa, nunca replegó filas y se fue a su campo a defender, siguió manteniendo el bloque arriba. Grande Abelardo.