El Real Betis recurrió a su guion más habitual para superar al Olympiakos, y certificar así su pase a la siguiente ronda de la Europa League. Pero lo hizo con todo lo que ello supone. Y ocurre que, a estas alturas del curso, la posesión verdiblanca sigue sin ser todo lo eficiente que le gustaría a su mentor. Y esa circunstancia por supuesto que se está viendo reflejada en los resultados. Ayer, precisamente, el Betis tuvo el balón casi el doble de tiempo que su rival (62-38) y chutó a puerta infinitas veces más que los griegos (9-1), pero el marcador volvió a quedarse corto en referencia a este dominio. El cuadro de Quique Setién dominó el encuentro de principio a fin, a excepción de un pequeño tramo en la primera parte en la que Olympiakos consiguió juntarse más cerca de Joel Robles. Y, sin embargo, el marcador final se volvió a quedar lejos de ajusticiar este escenario. El Betis llega, como avalan sus cifras; pero ese control, consecuencia de su propio juego, no están siendo goles.
Carvalho volvió a ser pivote por detrás de Canales-Lo Celso
La primera intención del Betis ante Olympiakos fue cristalina. Con el dominio del esférico, y ante un rival que prefirió esperar abajo, cerrando los pasillos interiores dentro de su misma parcela, la función de Carvalho, como pivote, fue enfocada a castigar los dos lados del mediocentro rival. Con tiempo y espacio para tomar sus decisiones, el luso se responsabilizó de la organización del Betis a través de una batería de pases preminentemente verticales, con Canales -izquierda- y Lo Celso -derecha- por delante. Con el ‘6’ y el ‘21’ del Betis recibiendo arriba, amoldando el cuerpo para enfilar el área, el Betis consiguió construir su discurso desde esta manera tan práctica. Pero como así ha ocurrido otras tantas veces esta temporada, el juego bético careció de dos recursos clave: velocidad con la pelota, sobre todo en zona de 3/4, y un apoyo más constante fuera del área por parte de sus puntas, que esta vez fueron dos desde el principio: Sanabria y Sergio León, dentro del 3-5-2 andaluz.
Junior Firpo volvió a ser un gran recurso desde la izquierda
En este sentido, los dos delanteros del Betis dejaron a deber en cuanto a volumen participativo. Y eso que los dos tienen fútbol suficiente para, como sucedió en el 1-0, intervenir en el ataque posicional del equipo. Ninguno de los dos parece atravesar por su mejor momento. Pero ambos, en cualquier caso, deben comprender que el margen de mejora aún es muy amplio en el balcón del área. Teniendo en cuenta que, para el fútbol que propone este Betis, el hecho de que estos dos -juntos o por separado- sumen en las fases de dominio más estático es, por otro lado, la vía más directa para que ambos recuperen confianza, primero con el juego y después con su remate. Ahí, como dicta su propia naturaleza, quien más activo estuvo fue Sanabria, que jugó los 90’. Y sus toques, como en la acción del 1-0, fueron un recurso más -aunque no uno cualquiera- para la posesión bética. Pero lejos, en ambos casos, de ser la certeza necesaria que generase una ventaja resolutiva en la frontal.
Sergio Canales fue el mejor del Betis cerca del área rival
De esta guisa, el Betis encontró respiro al 4-5-1 de Olympiakos en las botas de Junior. El carrilero, anclado por izquierda, dotó de profundidad al 3-5-2 a partir de sus recepciones en campo rival. Sin referencia fija por delante, ni propia ni contraria, el hispano-dominicano volvió a ser la solución cerca del pico del área. Con Canales, que partió desde ese mismo perfil, amasando el juego de posición por dentro, conectando en paralelo con Lo Celso, buscando el envío vertical sobre los puntas o incluso finalizando las ocasiones, como la del tanto de la victoria, Junior encontró en el cántabro a su mejor socio para llegar en carrera desde la banda. Porque Canales, de hecho, fue una vez más el mejor de los suyos. Le devolvió el control al Betis, sobre todo tras el descanso. Y lo hizo a su manera: con esos segunditos de pausa en la zona en la que todos, normalmente, se aceleran; robándole tiempo al tiempo, como dice la canción. Siendo, esto es lo más importante, ese instante de lucidez para un conjunto que, cuando llega a 3/4, no siempre ve lo mismo que él.
untiposimpatico 30 noviembre, 2018
Con Sergio Canales sólo queda decir una cosa: Felicidad enorme. Por fin. Por fin se repone de lesiones y empieza a mostrar un nivel altísimo. No tengo muy claro qué nos perdimos con este muchacho, pero es buenísimo.