Anfield Road es en estos momentos la guarida del lobo. A su ya mitificado espíritu y legado histórico, el proyecto actual rebosa identificación social y atractivo futbolístico como para imponer el máximo de los respetos. Finalista de la última Champions League y actualizado su centro del campo con el poderosísimo Naby Keita, el proyecto de Jürgen Klopp está tan capacitado como cualquiera para asaltar todo lo que se proponga. Desde la dupla Van Dijk-Gomez, su famosísimo y demoledor tridente y la capacidad para inundar al rival a base de pressing, virtuosismo en las combinaciones y movimientos precisos y veloces al espacio, el conjunto ‘red’ es una de las referencias del continente. Por eso y por muchas cosas más, plantar la bandera en su feudo es uno de los desafíos más complejos del presente de la competición.
Es misión de Thomas Tuchel manejar con sutilidad, desde el mensaje y la pizarra, un planteamiento nada sencillo. El técnico alemán dio el sí al proyecto parisino sabedor de sus objetivos, pero con una plantilla tan extraordinaria como especial. En su paso por el Borussia Dortmund, Tuchel afrontó un papel mucho más intervencionista, yendo al detalle, construyendo una idea de juego en base al talento joven y moldeable, y recogiendo, precisamente, el testigo de un Klopp que presentaba y presenta argumentos muy diferentes a los que se vieron posteriormente en el Signal Iduna Park. Ahora, para el campeón francés, el enésimo intento de levantar la Copa de Europa comienza por asimilar lo que bien podría reproducirse en las eliminatorias de marzo, abril o mayo. El sorteo ha deparado un grupo de máximo nivel y el PSG llega a Anfield Road con la oportunidad de comprender lo que viene quedando en su debe.
Tuchel visita Anfield sin dos de su mejor argumento ante pressing alto: Marco Verratti
A diferencia de su plan estratégico elaborado en el BVB, Tuchel tiene esta noche la posibilidad de tratar el partido como un punto de inflexión con el que hacer despegar a una plantilla capaz de ganar a cualquiera pero que, además, debe ganar a cualquiera. Ante las particularidades de su trío atacante, el verdadero sino del equipo, el entrenador del PSG tendrá que sumar en lo psicológico allí donde no llegue su margen de maniobra en lo táctico. Y en esto segundo, cuando enfrente mire la marea de presión alta y ataques rápidos de su rival, no contará con un elemento diferencial para adormecer el ímpetu de Klopp. Thomas Tuchel aterriza en Liverpool sin Marco Verratti, una figura indispensable en los planes de su técnico y un centrocampista necesario para desinflar todo tipo de acoso rival.
Por eso, más allá de lo concreto y puntual, el Paris Saint-Germain tiene ante sí la posibilidad de desplegar un plan de repliegue más contragolpe que parece el más indicado para minimizar las virtudes del rival y potenciar justo lo que más miedo impone. Una de las renovadas claves de sus momentos con balón, tanto en transición como en posicional, es por dónde, desde y hasta dónde se van a mover esta temporada Neymar Jr. y Kylian Mbappé. Los dos fenómenos con los que cuenta Tuchel transforman absolutamente todo con cada uno de sus movimientos. Su inmenso talento y su naturalidad para implicar atención al resto de futbolistas tendrá hoy y el resto de la temporada un significado puede que definitivo en cada noche de la máxima competición.
Neymar está siendo mediapunta en todos los dibujos utilizados por Tuchel
Y la respuesta de Tuchel ni se ha hecho esperar ni pretende ser puntual. Tanto jugando juntos como en las ocasiones en las que Mbappé todavía no entró en el equipo, el Paris Saint-Germain está otorgándole mucha más libertad y juego interior a sus dos estrellas. El ’10’ brasileño está fijando mucho más por dentro, interpretando la mediapunta de un 3-4-1-2, un 4-2-3-1 o incluso como falso ‘9’ en otros planteamientos. Tuchel pretende acercar a los dos cracks desde dos alturas diferentes y siempre con libertad para interpretar las jugadas y tirar de talento individual y feeling con cada momento, sin ataduras ni responsabilidades tácticas. El estatus de Mbappé ya viene dejándose mostrar en la selección francesa, aún partiendo desde la derecha, y Neymar ha abandonado la banda para ser el carril central del proyecto Tuchel.
Una doble decisión que, ante la ausencia de Verratti, y ante presiones altas como la que origina y produce este Liverpool, puede tener un sentido muy acertado si uno de los dos viene el apoyo y el otro estira o abre para salir por fuera y escapar de la presión, un concepto que ha de tenerse en cuenta en esta reconfigurada Copa de Europa en la que se razona desde la transición y un ida y vuelta del que ya ha pescado el Liverpool de Jürgen Klopp. En la guardia del lobo, Tuchel, Neymar y Mbappé para dar forma a un partido absolutamente imperdible.
Albert Blaya Sensat 18 septiembre, 2018
Excelente previa, Arroyo.
Qué ganas teníamos todos de que volviera la Liga de Campeones, y con este partido… creo que el más divertido del continente. A priori, el Liverpool tiene todo lo que puede amedentrar al PSG. Anfield es una ratonera, su presión es asfixiante, y mentalmente exige una concentración terrorífica, algo que los parisinos vienen dejando a deber.
En cuanto a lo táctico creo que el partido, como señalas, estará en cómo pueda superar la presión el PSG. Porque si Klopp logra lo que sabemos que buscará, el Liverpool puede hacer mucho daño, mucho. Para superarla, y ante la baja de Verratti, creo que Neymar actuará unos metros más atrasado, para dar salida no en base al pase, sino en su conducción. Me imagino a Henderson mordiendo mucho las recepciones de espalda del brasileño, porque si se gira y activa a Mbappé… Partidazo,, lleno de matices y con dos equipos que necesitan ganar. Desde ya.