Son sólo los primeros pasos del camino de Carlo Ancelotti en Nápoles, pero hay un par de cuestiones que han quedado claras en la que ha sido su primera idea, y que llaman poderosamente la atención. No porque choquen con el pasado del entrenador del Real Madrid, sino porque sí representan modificaciones en la idea de Maurizio Sarri, que tan bien funcionó en el equipo partenopeo durante las últimas tres temporadas.
La primera de ellas habrá que medirla a su debido tiempo, porque tiene que ver con el jugador más determinante del cuadro azzurri en los últimos dos años. Dries Mertens no ha comenzado como titular y es Milik quien ocupa la posición de ‘9’, pero cuesta creer que Ancelotti no le tenga en sus pensamientos como pieza vital del proyecto. Veremos si, como ha ocurrido en otros equipos punteros, ese rol secundario es por culpa de la escasa pretemporada que ha permitido el Mundial y por tanto se trata de un tema de ritmo, o si de verdad el exentrenador del Bayern de Múnich ha pensado en el belga como revulsivo.
La reconversión de Marek Hamsik es la noticia más destacada del Napoli en este arranque de curso
Lo que no parece en absoluto fruto de las circunstancias es el rol de Marek Hamsik, que lleva dos partidos oficiales jugando como mediocentro en el 4-3-3 que ha puesto en liza ‘Carletto’. Ya se había visto en pretemporada cómo el entrenador italiano tenía en la cabeza la reconversión del eslovaco -ya hizo un trabajo similar con Andrea Pirlo, con las obvias y radicales diferencias entre uno y otro-, y de momento parece que va a darle continuidad a una idea que desemboca en asumir un claro riesgo y que demandará tiempo.
Es cierto que contra el Milan, en la segunda jornada y buscando remontar un resultado, fue el sacrificado para dar paso a una variante que quizás veamos en el futuro; un 4-4-2 en el que Mertens y Milik, como pareja de puntas, produjeron buenas situaciones ofensivas, pero insistiendo en lo anteriormente expuesto, primero hay que esperar para confirmar qué espera el técnico del delantero belga, porque quizás eso acabe matizando el rol del capitán napolitano. Hasta que eso ocurra, la realidad es que Hamsik de momento es el epicentro del sistema, con las particularidades que eso representa.
El impacto más importante es la movilidad del eslovaco cuando el Napoli tiene la pelota, no tanto en el momento de la salida de balón, y sí cuando se salta la primera línea de presión o el equipo consigue dar un pase hacia fuera y ganar metros con sus laterales. Ahí, Hamsik tiene en la cabeza abrir siempre una línea de pase buscando la espalda del centrocampista rival, lo que lógicamente es una buena opción para aparecer por sorpresa y girar el sistema defensivo del contrario, pero también un riesgo porque ahora no tiene sostén a su espalda en caso de que el envío acabe en pérdida.
Hamsik tiene que corregir muchos ‘vicios’ si se asienta definitivamente como pivote
El rol de Hamsik como mediocentro representa otra incógnita, y está en saber qué capacidad va a mostrar para generar ventajas a través del pase. De momento estamos viéndole interpretar el puesto de forma bastante conservadora –a diferencia de cómo se está moviendo sin balón-, buscando casi siempre envíos sobre ambos perfiles sin comprometer el cuero -ronda el 90% de acierto sumando 150 pases entre los encuentros ante Lazio y Milan-, y quedan dudas de cómo se va a aprovechar el equipo tenerle en una posición tan retrasada, ya que es un jugador sin costumbre ni técnica para desplazar en largo y que, además, está acostumbrado a arriesgar dando el pase decisivo, no activando jugadores entre las líneas rivales, con el riesgo que eso conlleva.
A nivel defensivo, el comportamiento aún es difícil de interpretar, aunque sea obvio que su orientación y decisiones para apagar fuegos están lejos de las de un mediocentro defensivo de élite. En el encuentro frente al Milan quedó claro que tenía la instrucción de Ancelotti de apretar a Biglia, adaptándose a ese 1+2 que utiliza Gattuso en medio campo, de modo que salía intencionadamente de la zona de pivote para ensuciar los primeros pases milanistas, quedando en ocasiones por delante de su pareja de interiores. Sin embargo, ante la Lazio sí parecía estar encargado de la vigilancia de un Luis Alberto que logró recibir bastante entre líneas. Una reconversión delicada, que veremos hasta qué punto tiene continuidad como pilar del primer año de Ancelotti en Nápoles.
theblues 28 agosto, 2018
La verdad es que me cuesta ver a Carletto triunfando en el Nápoles. No sé por qué pero no me termina de encajar bien. Tengo a Ancelotti por un buen técnico, pero Sarri ha dejado el listón muy alto. Sin embargo, lo cierto es que Ancelotti -sin ser un gran optimizador de recursos- siempre se logra adaptar a sus plantillas bastante bien, y siempre consigue que sus equipos acaben transmitiendo. Veremos…