Raro es el fichaje que rinde mejor la primera temporada que la segunda, más si es es joven y la Liga es un lugar nuevo. Por eso, Ousmane Dembélé parece uno de los jugadores más preparados para ofrecer un verdadero impacto y crecimiento en la estructura colectiva formada por Ernesto Valverde. En un sistema que la temporada pasada, tras la marcha de Neymar, dominó el campeonato con dos puntas y cuatro centrocampistas, la entrada definitiva, con rango de titular, de Dembélé, tendrá un significado relevante, recuperando la línea de tres en ataque, pero con una duda aún por resolver: el valor y la importancia de ubicar a Ousmane en uno u otro costado.
Dembélé ya ha tenido minutos partiendo desde ambos lados, tanto en derecha como en izquierda, intercambiando incluso las bandas en mitad de los partidos. Para un jugador que aún está por ordenar sus jugadas y que aún no tiene del todo claro qué perfil es el que mejor le define y le potencia, la temporada del Fútbol Club Barcelona puede tener una de sus explicaciones en la posición que definitivamente, o con más regularidad, ocupe el exjugador del Borussia Dortmund. Su posible sociedad con Alba cerca y Messi lejos, ocupar la misma banda que Coutinho o interpretar los movimientos del propio Leo serán interrogantes por despejar en la progresión de equipo y futbolista.
Messi puede tener dos destinatarios de su pase combado: Alba y Dembélé
Es por eso que el regate y el primer paso de Ousmane debe constar en el camino culé. Hallar comodidad para que desequilibre con cierta regularidad es parte de la toma de decisiones que el nuevo Barça ha de acometer. Y como todo parte de Leo Messi, cuando en plantilla se dispone de un ‘9’ como Suárez y se pretende recuperar el tridente, lo más lógico es colocar las piezas de tal manera que Messi parta desde la derecha para relacionarse con los demás. Partiendo de la base de que esa decisión es la más productiva en términos de reparto de espacios y de que Leo abra su abanico de golpeos, pases y remates, la consecuencia es que donde más posibilidades tiene Dembélé es de partir desde la izquierda.
Y su rol parece que lleva implícito un plan para el propio jugador con el que estirar la línea defensiva como añadido a un juego interior y desborde que se coordinen con la ruptura de Jordi Alba y los movimientos del interior zurdo, un Arthur pasador o un Coutinho finalizador. Es decir, el nuevo panorama táctico que afronta Dembélé es el de comprender, en una dimensión muy diferente a la que le exigiría el costado diestro, las necesidades de las jugadas y de todo su alrededor, una circunstancia que a día de hoy es mucho más un desafío que una prerrogativa.
Dembélé y Coutinho en el mismo sector requerirá de mucho equilibrio
Allí, en banda izquierda, el Barça podría encontrar un movimiento de ruptura para la definición y no únicamente para ganar la espalda del rival, girarlo y reducirlo a la defensa del área. Con Alba y Neymar, Messi solía encontrar dos pases diferentes, con destino táctico también distinto. Con Démbélé recibiendo el pase en desmarque hacia portería en lugar de línea de fondo, las opciones pueden multiplicarse. Y entre las necesidades de Coutinho para asomarse a la frontal y de Alba para romper al espacio, el margen de movimientos de Dembélé deberá ser, cuanto menos, muy preciso para equilibrar y conceder espacios para cada uno de los dos. Coutinho es uno de los jugadores más determinantes del plantel y su clarividencia como interior está algo lejos de ser la más adecuada, por lo que exigirá de Ousmane un papel más dúctil.
Con Arthur, no obstante, más fijo y pendiente de la continuidad y el pase, el Dembélé enfocado a zonas interiores, como se vio en Tanger, puede cobrar otro sentido más libre. Expuesto el escenario de un hombre más que importante, por su profundidad y su potencial desmarque y juego al espacio, que deberá sentir y no forzar, el Barça puede configurar un lado del campo que ha perdido a Neymar e Iniesta en dos temporadas y que necesita de opciones para que Messi decida activar.
David de la Peña 25 agosto, 2018
Yo ahora mismo veo a Dembélé lejos de Messi porque parece complicado que el francés ofrezca soluciones en posicional con la responsabilidad de recibir al pie y con dos o tres contrarios delante. En el otro perfil al final está activado por Messi, tanto para romper al espacio -algo que le pedirá mucho Valverde-, como para venir entre líneas como hizo ante el Sevilla, donde Leo también le va a encontrar.
Eso sí, con el tema Coutinho no es que me parezca un problema de desequilibrio, es que creo que será difícil que les veamos en el mismo perfil, y no me extrañaría que los ratos de Dembélé en izquierda compartiendo minutos con el brasileño, sea con el ex del Liverpool en derecha, donde yo creo que pierde bastante, por cierto.