Hace ya tiempo que el Manchester United, por unas cosas o por otras, necesita siempre un gol más que todos sus rivales para contabilizar tres puntos en su casillero. Esta percepción, que fuera de contexto bien podría ser de Perogrullo, es, a decir verdad, la que viene marcando cada fin de semana la agenda del equipo entrenado por José Mourinho. Anoche, delante de todos los suyos, ante el Tottenham de Mauricio Pochettino, el cuento volvió a ser el mismo de tantas otras veces; con la puntilla, eso sí, de que en esta ocasión el Manchester United hizo méritos –más que suficientes- para que el resultado final del encuentro hubiese sido otro muy diferente. El cuadro de Old Trafford, que con esta derrota ya se sitúa (13º) a seis puntos de la cabeza de la tabla, volvió a ser carcomido por sus propios errores próximos al rectángulo defendido por David de Gea.
Ander Herrera ejerció como tercer central en el 3-5-1-1 del United
El partido, entrando ya en el análisis, disoció tajantemente sus dos partes de cuarenta y cinco minutos. El United, que ya venía de caer ante el Brighton, presentó hasta seis novedades en su once titular. Y una, por forma y fondo, fue especialmente llamativa conforme a las otras cinco. Mourinho, conocedor de los gustos de Pochettino, preparó la visita de su homólogo argentino con una novedad de renombre dentro de su esquema táctico: con Jones y Smalling en defensa, Ander Herrera, ya recuperado de sus problemas físicos, acompañó a la pareja de ingleses como tercer y último central de una zaga que, a tenor de toda la primera parte, tenía por objetivo dos conceptos tan distintos como coherentes el uno con el otro. Con el bilbaíno abierto al costado derecho de la línea, Mourinho planeó un seguimiento muy especial de los movimientos de Dele Alli, mientras que con el balón, con Herrera encargado de esa faceta, el Manchester United logró atraer la atención de un Tottenham que, seducido por la posibilidad (nada utópica) de recuperar muy arriba, concedió una serie de espacios a su espalda que primero Fred, y después Lukaku, sí consiguieron adivinar, pero a los que le faltó puntería, o un puntito de pausa en sus decisiones, para rentabilizar.
El primer periodo del United, a fin de cuentas, cumplió con aquella máxima que asegura “que cuanto más rápido va un balón, más rápido vuelve”. Y ese escenario, más que acercarlo en clara ventaja a la portería de Hugo Lloris, lo que hizo fue abrir de par en par las puertas de un partido en el que el Tottenham no sabía bien cómo ni por dónde había logrado llegar indemne al tiempo de descanso. Dicha atracción por parte de Herrera, y el poco protagonismo que consiguieron aglutinar Pogba –interior derecho- y Matic –pivote- en las jugadas del equipo, ofreció un abanico sumamente amplio –de espacio y tiempo- para los carrileros (Shaw y Valencia) y las diagonales de Lingard en el 3-5-1-1 de José Mourinho. Tanto el inglés como el ecuatoriano, abiertos cada uno a su costado, dotaron de profundidad, ritmo e intensidad al Manchester United desde fuera. Pero sus acciones, visto el poco acierto de Lukaku y Fred –que se asomó muchísimo a la frontal del área-, sirvieron, en cambio, para habilitar el ida y vuelta que mantuvo enchufados a los ‘Spurs’.
El Tottenham se hizo fuerte en su área y acabó matando al espacio
En esta ocasión el Tottenham no fue de Christian Eriksen ni Harry Kane. Ni siquiera de Dembélé y Dier, que fue el doble pivote con el que empezó Pochettino el partido. Sino más bien de Moura, que arrancó el encuentro por derecha y actuó constantemente por el centro, y de su pareja de centrales: Alderweireld y Vertonghen, encargados de sacudir por alto todos los intentos de los locales por meterse en el partido a través del juego aéreo de su remedio para todo tipo de rivales y contextos: Marouane Fellaini. Sin embargo, ni el belga llegó a imponerse dentro del área del Tottenham ni Alexis, que entró con el partido ya manga por hombro para los suyos, aportaron el plus necesario para todos estos momentos. Totalmente condicionado por el resultado, José Mourinho acabó el duelo con un plan impropio de su dilatadísima carrera en los banquillos: sin un pivote fijo, con solo Pogba y Fred cual esbozo de un doble pivote que jamás llegó a existir, y colgando balones, haciendo cada vez más fuertes a los centrales del Tottenham, que terminaron la noche mucho más tranquilos de como la habían empezado. Al final, si nadie pone remedio, la defensa (particular) y el juego (colectivo) del United más que un gol para ganar lo que va a necesitar es uno, al menos, para empatar; porque, por H o por B, ya empieza perdiendo.
Andrés Madrid 28 agosto, 2018
Sin quitarle responsabilidades a Mou, que me ha decepcionado hace buen par de añitos ya, yo creo que la directiva del United tiene gran culpa en esto.
Sin ser un tema Ecos, la política de fichajes ha Sido mala sin matices la verdad. Estamos hablando de un Club que supuestamente apostaba a recuperar el Status europeo, y ayer alinea sin casi jugadores TOP, mucho menos en defensa. Y Alexis, que se suponía sería un upgrade, pues ciertamente ha decepcionado.
No digo que Mou lo haya hecho bien, porque está claro que no, pero ha habido una gran diferencia entre expectativas generadas y realidades contrastadas.