Joaquín Correa no será el carrilero de Pablo Machín en el Sevilla. El argentino se marcha a la SS Lazio de Inzaghi, después de formar parte de los primeros planes del soriano para actuar por el costado derecho de su 3-4-2-1. Una posición muy distinta a la que ocupaba en la Sampdoria, a la que desempeñó con Montella y a la que ahora, a priori, regirá en el 3-5-2 de los romanos. A la espera de que ahí, en manos del hermano pequeño del ‘Pippo’, el de Tucumán sea capaz de romper con el cascarón que lo mantiene, desde hace ya tiempo, entre la promesa y la realidad. Del dicho al hecho hay un trecho, como reza el refrán, y esa fina línea entre ser y prometer será la que tenga que rebasar Correa en un esquema que, de mantenerse como hasta ahora, le llevará a pugnar por una posición –por detrás de Immobile- en la que Luis Alberto parte con una campaña de ventaja.
Correa no ha llegado a romper (futbolísticamente) en el Sevilla FC
La competencia, en este sentido, será dura para Correa. Dentro del 3-5-2 de Inzaghi, el argentino podría –en principio- desempeñarse por detrás del napolitano. Una posición, hasta cierto punto, parecida a la que ya ejercía en la Sampdoria; y por la que el Sevilla FC se lanzó a por sus servicios. Ni con Berizzo, primero, ni con Montella ni con Caparrós, más tarde, Correa consiguió dar el paso al frente que se esperaba de él en la 2017/18. Por condiciones, vayan estas por delante, no será: el argentino es un diamante en bruto. Pero en su sentido más estricto; con todo lo que ello supone. Su talento es incuestionable. Tiene regate, es bastante ágil en conducción y sabe moverse tanto por dentro como desde fuera, como así ha hecho en banda o acompañando al delantero por su espalda. Sin embargo, su toma de decisiones no es, ni de lejos, la de un futbolista que reside cerca del área rival. Una serie de debes, relacionadas con el juego y el gol, que son las que lo mantienen lejos de dar el salto tan ansiado.
Deberá hacerse hueco en la Lazio de Luis Alberto & Immobile
El sistema, que por norma general suele ser, en realidad, un 3-5-1-1 con el gaditano por detrás de Immobile, tiene automatizada la fórmula para explotar los espacios en ataque: concediendo la iniciativa, defendiendo en su parcela y, a partir de ahí, presionando en partes muy específicas del centro del campo, enjaular al contrario para después desplegarse a toda velocidad al ataque. Una estrategia en la que Correa, de encontrar su sitio, podría encajar bastante bien; pues a día de hoy, con lo mucho que yerra cerca de la portería, sus prestaciones siguen siendo mucho más productivas fuera del área. Esa, de hecho, será la principal labor que deba acometer Inzaghi con su flamante fichaje: conseguir, como con Felipe Anderson, que Correa decida mejor; ya sea en el (pen)último pase o para finalizar las ocasiones. Aquello que dejó a deber en el Sánchez-Pizjuán. Y que ahora tratará de alcanzar en el Olímpico, con más espacio –y, por ende, más tiempo- que por aquel entonces.
Un respiro que le vendrá bastante bien a Joaquín Correa. Pues con ello, con algo más de metros entre el balón y las piernas del defensa, el argentino ganará un lapso preciadísimo para mejorar esta capacidad resolutiva. Algo que parece más sencillo de lo que resulta, en verdad. Pero que, si consiguiese mejorarlo, Correa daría ipso facto el paso adelante por el que la Lazio ha confiado en sus aptitudes. Tiempo es el que requiere Correa para seguir creciendo, pues al final empezará su nueva aventura en Roma con los 24 años recién cumplidos; tiempo para practicar, puliendo los bordes de su resplandeciente talla; y tiempo para asimilar que lo que necesita son metros para ensayar y equivocarse, que es como mejor se aprende.
Juantelar 3 agosto, 2018
Luis Alberto parte con muchísima ventaja, porque fue el complemento perfecto para Immobile y formaron una de las mejores duplas del Calcio. Así que complicado lo va a tener Correa para ser titular salvo cambio de sistema. Aun así creo que puede ser un buen revulsivo por sus condiciones. Y lo bueno es que ya conoce la competición, así que su adaptación será, a priori, más sencilla y corta.
¿Posible once titular del equipo?
Strakosha; Bastos, Acerbi, Radu; Marusic, Badelj, Berisha, Milinkovic, Durmisi; Luis Alberto, Immobile