Probablemente Zlatko Dalic se sintió tentado de utilizar de forma masiva el alto número de centrocampistas de primer nivel que Croacia ha sumado a su nómina para Rusia 2018. Hubiera tenido, de hecho, mucho sentido, teniendo en cuenta además que los dos últimos vencedores de la Copa del Mundo habían sido España y Alemania, dos equipos relacionados con la acumulación de medios capaces de guardar la pelota, en sistemas con la intención de dominar a través de posesiones largas y de robos en campo rival después de haber sometido al rival a un esfuerzo tremendo.
Dalic ha dado a su equipo la posibilidad de dañar a diferentes velocidades en sus transiciones al ataque
Con Modric y Rakitic fijos en las alineaciones, el abanico de opciones para darles acompañamiento que formaban Badelj, Brozovic y Kovacic hacía posible creer que quizás Croacia podía potenciar el control a través de la pelota aunque le penalizase en términos de profundidad. Con Perisic y Mandzukic como piezas fijas en el once, el perfil elegido para completar el dibujo iba a definir en gran medida lo que iba a hacer el conjunto balcánico. Kramaric y Brozovic han rotado según las necesidades que Dalic ha percibido con respecto a sus rivales, pero Ante Rebic ha sido inamovible y eso ha explicado la adaptación de Croacia al contexto del Mundial de Rusia.
En un torneo en el que los equipos que están consiguiendo transitar con velocidad están resultando dominantes, el todavía jugador del Eintracht de Frankfurt está marcando la diferencia de manera evidente. Está siendo el elemento de profundidad del equipo croata, gracias a su potencia para atacar espacios abiertos en un plan de juego en el que, y esto es clave, la pelota al espacio la mandan Rakitic o Modric, lo que multiplica la posibilidad de que la pelota llegue a su destino con éxito. Ahí Rebic está mostrando una enorme superioridad gracias a su tremenda velocidad sostenida y la potencia que exhibe en el tren superior para chocar en el cuerpo a cuerpo.
Ante Inglaterra, el nombre de Rebic será de nuevo muy importante para Croacia, pero especialmente por cómo enfocará Inglaterra su defensa. En primer lugar será interesante ver cómo logra ‘molestar’ a Modric y Rakitic, teniendo en cuenta que Dele Alli y Lingard son interiores que se están moviendo muchísimo para compensar la falta de finura del medio campo inglés, y eso va a provocar que Inglaterra tenga que finalizar jugadas si no quiere que los dos cracks lancen al espacio a Perisic y a Rebic con más facilidad. Es cierto que para compensar el movimiento de ruptura del jugador del Inter está Walker, pero en el otro sector la defensa estará reservada para Maguire y Young, una zona donde Rebic puede hacer mucho daño.
Si Southgate no hace ajustes a nivel de nombres, Maguire y Young pueden sufrir con Rebic
Maguire, que es un central muy eficaz para responder al juego directo y proteger el área, sufre al hacer una ayuda tan larga en diagonal a espaldas del lateral, y no hay que olvidar que quien tiene que correr hacia detrás en ese perfil es Young. Parece complicado que Inglaterra logre de verdad evitar, teniendo en cuenta la naturaleza de los interiores y su perfil izquierdo en defensa, la recepción de Rebic en carrera, así que será interesante ver cómo Southgate fuerza el golpeo de zurda -donde el croata no es muy eficaz para finalizar jugadas- y cómo marca a Mandzukic, ya que si Maguire corre a la ayuda sobre izquierda, el delantero de la Juventus tiene mucho más callo en el área que Stones o Walker, y la salida por fuera y pelota al área de Rebic pueden ser devastadores.
El Amigo del Gol 9 julio, 2018
Siempre me he preguntado por qué no ha encajado en Croacia un trivote Kovacic, Modrid, Rakitic, lo que supondría juntar a los "mejores" en el once. A estas alturas hay que darle la razón al técnico que está demostrando mucha cintura a la hora de hacer las alineaciones, quizás también porque en comparación al resto de su selección el Mundial de Kovacic está siendo muy discreto.
Vamos a ver como afecta a Croacia las dos prórrogas seguidas que ha jugado teniendo en cuenta que, de por sí, su once es bastante más veterano que el inglés. Esa diferencia física, teniendo en cuenta que Inglaterra hasta ahora no se ha desgastado en exceso, puede ser un factor decisivo.