El encuentro ante Argentina fue una excepción. Francia encajó tres goles en un choque muy abierto en el que compensó por completo intercambiar golpes y tener a Mbappé de su lado, eliminando a la albiceleste y amenazando con machacar al espacio a todo aquel que les permitiera hacerlo. Pero Didier Deschamps y sus chicos están siendo el equipo más fiable defensivamente. No sólo por haber encajado únicamente un gol en los otro cuatro partidos, sino porque su juego, la posición de sus hombres y la seguridad transmitida es la de un equipo que busca constantemente mantener un equilibrio en todo el campo. Y lo está consiguiendo.
Deschamps cuenta con dos laterales diferentes y complementarios
En dicho equilibrio está implícito que sus más adelantados gocen de oportunidades para no quedar penalizados por el compromiso defensivo y posicional de sus hombres más centrados. El cuarteto formado por Umtiti, Varane, Kante y Pogba, junto al quinto hombre, ubicado en banda -Matuidi o Tolisso-, está sujetando al equipo tras pérdida, ya sea por fijar por dentro en paralelo -pivotes-, por defender con la línea defensiva arriba -centrales-, o por escalonar la defensa una vez la transición del rival sale por el exterior. Y para equilibrar el juego con balón, Deschamps cuenta con dos laterales muy diferentes: Lucas Hernández y Benjamin Pavard.
Tan diferentes como complementarios, los laterales ‘bleus’ están siendo importantísimos, pues están sumando una gran responsabilidad con el juego de su equipo, una personalidad incuestionable y una constante determinación en todas sus acciones, asumiendo todas las alturas de los dos costados. Matuidi y Mbappé son jugadores que tienen un papel ofensivo alejado de recibir abiertos o de encarar en el uno contra uno con la pelota en el pie, es decir, no son la profundidad ni la amplitud del sistema. Entendido eso, los laterales de Deschamps deben activarse en ataque continuamente. Su misión no les concede ni un solo momento momento de desconexión. Francia los necesita a cada segundo. Y ellos, están respondiendo.
En izquierda, Lucas es la energía. Su agresividad es doble. Aunque su ímpetu le resta algo de mesura en sus intervenciones y apariciones, necesitando algo más de experiencia en la toma de decisiones, el defensor del Atlético de Madrid no se guarda nada. Su agresividad en la arrancada, la disputa y la presión tras pérdida permite a sus compañeros defender de cara con la jugada en ventaja. Sea por la profundidad que generan sus movimientos o por cómo ensucia la salida del rival una vez estos se despliegan. Sus virtudes, además, están luciendo porque a diferencia de lo que pudiera pensarse siendo el lateral que menos compañeros tiene a su alrededor, dicha soledad no le está pasando factura. Lucas se las arregla para que eso no se note.
Pavard está brillando en todas las fases del juego
En el otro costado, Pavard representa más la asociación. Interpretando siempre la posición y la altura a la que se está moviendo Kylian Mbappé en derecha, Benjamin compensa constantemente con su posición y con su toque. Sube si Mbappé se centra o baja; baja si Giroud se desmarca hacia la banda. Nunca se pega ni se separa de más y siempre se perfila para que su equipo no pierda la pelota o pueda profundizar una vez las marcas han optado pro salir a buscarlos. Una de las revelaciones del MUndial, Pavard está siendo uno de los laterales más importante en el juego de su equipo en esta Copa del Mundo.
El Amigo del Gol 9 julio, 2018
El otro día comentaba la importancia de la solidez del bloque francés en la confianza que tiene el equipo. Esa robustez es la que, en mi opinión, permite que todas las piezas brillen. Todos los jugadores saben que siempre hay compañeros cubriendo las espaldas y eso permite desplegarse con más confianza, cosa que no ocurría en selecciones como Alemania, España o incluso Bélgica que daban una sensación constante de temor a recibir contragolpes.
Respecto a los laterales, es la misma idea.Comentaba en el anterior artículo que Francia no exige a sus laterales fijar como extremos. Lucas y Pavard serían, en comparación con otros laterales referencia, apuestas defensivas para un equipo que pretende ser campeón. Sin embargo, el hecho de que ejerzan como verdaderos laterales y no como falsos extremos o carrileros es lo que les permite llegar liberados y con potencia desde atrás, el ejemplo más evidente es el gol de Pavard contra Argentina con la participación de Lucas en el inicio de la jugada.