Uruguay tardó 325 minutos –tres partidos y medio, por puntualizar- en encajar su primer gol en el Mundial de Rusia. Es el tiempo que, sirva de contexto, el cuadro de Óscar Washington Tabárez aguantó sin recibir ni un solo remate en el área tras un centro. Dos datos que hablan por sí solos de la tremenda superioridad defensiva, física y psicológica, que el combinado ‘charrúa’ lleva imprimiendo desde el principio de los tiempos; y así ha trasladado hasta esta Copa del Mundo, en la que ha destacado durante la fase de grupos por ser la mejor defensa de todo el torneo tras medirse a Egipto (0-1), Arabia Saudí (1-0) y Rusia (0-3). Porque ahí, a decir verdad, reside la clave del éxito de este proyecto. Ayer, en el duelo de octavos ante Portugal, quedó probado que el talento de los jóvenes, como Torreira y Laxalt, está al servicio del conjunto. Pues Uruguay, en definitiva, se impuso a la campeona de Europa echando mano de la vieja usanza.
Cavani y Luis Suárez ejecutaron el plan a rajatabla
Uruguay, con el rombo en mediocampo, volvió a repetir el mismo plan que ante la anfitriona. Con Torreira más abajo, ejerciendo de pivote por delante de la defensa, y con Bentancur arriba, por detrás de los dos puntas, el método uruguayo encontró su total acomodo tras el uno a cero. Porque, a partir de ese momento, la selección sudamericana pudo llevar el partido a su terreno; en el sentido literal de la expresión; que es, seguramente, donde más disfrute jugando al fútbol. Con Bentancur acompañando a Luis Suárez y Cavani en la primera línea de presión, ensuciando, así, los primeros pases del doble pivote portugués (Adrien Silva y Carvalho), la labor del futbolista de la Juventus fue, por tanto, más allá de la creatividad y sus apoyos por delante de la pelota. Ya que estos, en realidad, corrieron a cargo de los dos delanteros del equipo: Suárez y Cavani.
La doble punta uruguaya se empleó a fondo a lo largo y ancho del campo para, apoyándose en su buen juego de espaldas, dar salida al repliegue colectivo. Sus desmarques en profundidad, su salto en el juego aéreo, así como su corpulencia para recibir, girar y/o aguantar el balón fueron, al choque con Pereira y Guerreiro –los laterales lusos-, dos bombas de oxígeno para el bloque medio-bajo que adoptó Tabárez tras el 0-1; que nació de las botas de Cavani y pereció en su cara al segundo palo después del control y el posterior envío al área de Suárez. Hasta en eso, incluido, estuvieron sumamente acertados los dos delanteros de Uruguay. Una sinergia que mantuvieron durante la segunda mitad, hasta la lesión del jugador del PSG. Una baja que, de confirmarse tal, marcará un aspecto esencial –y, quizás, decisivo- de cara al cruce ante Francia.
Lucas Torreira y Diego Laxalt se graduaron ayer ante Portugal
No obstante, la victoria uruguaya dejó otros dos grandes nombres más allá de su línea ofensiva. El primero, como es de suponer, es el de Diego Godín. El capitán ‘charrúa’ volvió a ser un seguro en la defensa del área. Y, de no haber sido por el despiste en el que le forzó a caer Cristiano en el empate de Pepe, se podría concluir, tajantemente, que su intervencionismo a nivel individual fue todo un éxito. De principio a fin. Tan positivo como, por otro lado, resultó el partido de Laxalt y Torreira. El primero, estirando y ensanchando el rombo por izquierda, para después presentar batalla a Quaresma, con la entrada del extremo en la segunda mitad, confirmó ayer que su nivel es más que el adecuado para un cuartofinalista del Mundial.
Una actuación que nada tiene que envidiar con la realizada por Torreira, en el epicentro del 4-4-2 (en rombo) uruguayo. El de la Sampdoria, dejando a un lado su soltura con el balón, causa y no consecuencia del salto cualitativo que ha dado su selección en este sentido, terminó siendo fundamental en su destreza por cubrir y tapar el área: para defender el envío atrás que tanto probó Portugal.
Bernardo Silva dejó sus mejores 45’ en el Mundial de Rusia
Es importante destacar que la primera mitad portuguesa no fue, en absoluto, negativa. Tampoco perfecta, ni mucho menos sobresaliente, pero sí aceptó la iniciativa a la que le obligó el marcador y llegó a rondar en bastantes ocasiones el área de Muslera. Sin embargo, el plan luso careció de dos cosas que, tras un pequeño ajuste táctico durante el descanso, recuperó ipso facto después del regreso de los vestuarios: velocidad y dinamismo a la hora de atacar con el esférico. Porque todo lo demás, por tenerlo, lo tuvo: los laterales llegaban muy arriba, Cristiano caía por la banda para después actuar por dentro y los mini-desmarques de Guedes, como punta, entre centrales. Dos problemas que, con el paso del 4-4-2 al 4-2-3-1 y la liberación de Bernando Silva de la banda, pasaron de carencias a certezas. Ahí emergió la mejor versión del extremo.
Porque no bastaron para rescatar a su selección, pero no se puede decir que Bernardo Silva no lo intentase durante toda la segunda mitad. Una vez se separó del costado derecho, el ex del AS Mónaco empezó a aparecer con mayor asiduidad por el carril central, desde donde comandó el ataque luso. Su movilidad en esta zona, que no guardó parecido alguno con el nivel que hasta el momento había mostrado por banda, fue la mejor noticia lusa en su intento por remontar. Ya que, aun con el mazazo que supuso el dos a uno cuando mejor estaba jugando Portugal, el ‘10’ siguió intentándolo hasta el final. Conectando, arrancando y recibiendo desde dentro –liberando así el carril derecho a Quaresma- en la que fue, sin duda, su mejor actuación en el presente Mundial de Rusia. Pero la Uruguay de Godín, Luis Suárez y Cavani volvió a demostrar que lo suyo son muchísimas generaciones de práctica y perfeccionamiento.
roumagg 1 julio, 2018
Una efectividad a mi juicio irreal de Cavani (suele fallar bastante y en este partido pareció Van Nistelrooy) puso todo de cara a una selección de Uruguay que se sitúa, junto a Irán y algunos minutos de Islandia, como mejor defensa posicional del torneo. Portugal puso todo y no jugó mal. Partidazo de Bernardo Silva, a pesar de que me pareció demasiado empeñado en negar el centro una vez ganaba pico del área: fue justo lo contrario del Madrid de Zidane cuando juega en esas zonas, y lo ideal sería un punto medio. Pero partido brutal de Bernardo aun así, impresionante trasladando el balón hacia el área rival y encontrando alguno de los pocos huecos que había por dentro.
Se notó la falta de nivel en algunas piezas de cara a romper un repliegue como el uruguayo. Aún así, estuvo cerca de que un centro acabara en gol y se llegara a la prórroga. Seguramente, uno de los motivos fue Guedes, quien ha dejado a deber en este Mundial. Se le ha caído Gonçalo a Portugal, cuando partía como uno de los principales inputs del equipo. Ante el planteamiento uruguayo, quizás André Silva hubiera hecho más. Y seguramente Bruno Fernandes (o Guedes en banda) habrían mejorado a un Joao Mario que siempre suma trabajo y apoyos en todas las fases pero que no termina de crear ventajas.
Me ha gustado mucho más Cristiano en este torneo que en la Eurocopa. Una pena que no haya terminado de estar potenciado, porque en lo individual estaba como para decidir un choque contra cualquier selección en cualquier cruce a nada que el partido se lo permitiera mínimamente.
El segundo gol de Cavani no es un fallo claro de Rui Patricio? Ha hecho un muy buen torneo, en general, pero en ese gol le vi muy mal colocado.
Va a ser un hueso Uruguay en cuartos.