Este domingo, con permiso de Luka Modric y Mateo Kovacic, Raphael Varane podrá sumarse al selecto grupo de futbolistas que han levantado una Champions League y una Copa del Mundo en un mismo año. Hasta el momento tan solo diez jugadores a lo largo de la historia han podido conquistar los dos metales más codiciados de este deporte, con mes y medio de margen entre uno y otro: siete de ellos, todos alemanes, militaron en el Bayern de Múnich 1973-74. Los otros tres restantes, en este caso madridistas, son Karembeu (Francia, 1998), Roberto Carlos (Brasil, 2002) y Sami Khedira (Alemania, 2014). Una lista a la que querrá sumarse Varane, quien, de proclamarse campeón mañana en Luzhnikí, podrá presumir de tener un Mundial y cuatro Copas de Europa a sus 25 años de edad.
Francia ha pasado a defenderse (también) en su 4-3-3
La Francia de Didier Deschamps es un hueso durísimo de roer, sobre todo cuando se pone por delante en el marcador. Es, por decirlo de alguna forma, una mezcla entre la seguridad defensiva de Uruguay y la amenaza contragolpeadora de Bélgica. Un pragmatismo que, por darle fondo, ha conseguido llegar hasta la final del torneo sin encajar ni un solo tanto desde el 4-3 de octavos ante Argentina. Y el que, por darle forma (4-3-3), le hace partir con cierta ventaja sobre Croacia. Porque, conviene detenerse en este apunte, a diferencia del debut ante Australia, Deschamps prefirió mantener la misma estructura ante Bélgica. De esta forma, ya fuese con balón o sin él, Francia se mantuvo en su 4-3-3 en todo momento. Y el resultado, como se pudo constatar a la postre, fue un éxito. Con matices. Pero con victoria, que era de lo que se trataba.
Varane & Umtiti estuvieron de diez ante Romelu Lukaku
Con Lukaku en punta, y no en banda como ante Brasil, para explotar un juego aéreo mucho más vertical sobre el área de Lloris, la pareja Varane & Umtiti se consagró por todo lo alto. Y nunca mejor dicho. Los dos centrales se impusieron al metro-noventa del belga, en una de las mejores actuaciones defensivas del Mundial de Rusia. Impasibles en el juego aéreo, tanto para pugnar con Lukaku como para limpiar la zona ante otro tipo de amenazas (Fellaini), a lo que se debe añadir la escolta de Pogba para proteger la corona del área, la actuación de ambos fue más allá de su destreza defensiva. Entre ambos, sin ir más lejos, acumularon casi un centenar de toques, en torno a 75 pases (con una precisión media del 85,5%) y hasta siete desplazamientos en largo. Un batiburrillo de números que no hace sino reafirmar el excelso nivel de Varane y Umtiti. Dos centrales dominantes. Una dupla para mirar de tú a tú a cualquiera.
Raphael Varane es el líder de la actual defensa francesa
La Copa del Mundo de Raphael Varane está sirviendo para aniquilar la burda teoría que duda de su nivel, cuando no es Sergio Ramos quien juega a su lado izquierdo. La pareja contribuye –para bien o para mal-, como es lógico. Y lo cierto es que contar con Umtiti, como es el caso, siempre sumará más cosas de las que dejará a deber. Pero todo ello no debe restar mérito alguno al excepcional torneo que está firmando el central del Real Madrid. Se mueve con la explosividad de un novel, como cuando debe corregir a campo abierto, pero su gestualidad es la de aquel que, con cientos de horas de vuelo, ya se ha acostumbrado en hacer de lo extraordinario su rutina sobre el terreno de juego. Porque, dicho de otra forma, es como si el espíritu de un veterano cohabitase dentro del cuerpo de un noventero. Algo parecido a lo que padecía Matías, el quinto de los seis hijos de la familia Belitre, en ‘Abierto toda la noche’, la novela de David Trueba. Aunque en este caso, el sentimiento de superioridad que experimenta Varane sí se corresponde con la realidad. Él, que lleva 35 balones recuperados y tan solo dos faltas cometidas, es el líder de una de las mejores defensas del Mundial.
Varane se está mostrando insuperable por alto, por bajo, por izquierda y derecha. Y esta última es, sin duda, una cualidad capaz de marcar el desarrollo de la gran final. Ante Bélgica, con Eden Hazard buscándole constantemente las cosquillas a Benjamin Pavard (aprovechándose del nulo retorno defensivo por parte de Mbappé), Varane fue el encargado de mantener cerrada la puerta al talentosísimo extremo del Chelsea. Algo, en teoría, parecido a lo que intentará probar Croacia con Perisic por el sector izquierdo. Pero en esas, por si la liebre del Inter busca refugiarse en la línea de fondo, volverá a aparecer Varane para meter la pierna. Imponerse en velocidad. O despejar por arriba. Para después, como viene siendo norma, actuar con su mejor pie y dar salida a la agresividad con la que siempre ataca Francia. Porque hasta en eso está siendo importante Varane. Un joven en los pies de un hombre convencido de que cuantas más responsabilidades asuma, mejor para Francia.
Larios84 14 julio, 2018
Es una locura la línea defensiva más mediocampo de les bleus, a nivel defensivo sobretodo. Es una absoluta animalada, el nivel físico, de activación mental individual y colectivamente de las piezas, con Varane en plan capitán general, pero con Umtiti con muchísimos galones ya ganados tras su Euro pasada y estos 2 años en el Camp Nou.
Por filiación y empatía voy con Croacia mañana, pero mi cabeza me dice que como coño pueden penetrar ese muro defensivo, y a su vez aguantar las embestidas de Kylian, las recepciones tras bajar balón de Giroud hacia ese mismo, Antoine o Pogba, la pausa antes de estampida del mismo Griezmann, no se, es que joder, por mucho que empatice con Modric y Rakitic y que vea resurgir a Perisic, así como la brega y astucia de Mandzukic, se me hace imposible pensar en positivo paracon los croatas en su duelo en la Final.
Ya se ha dicho, pero Varane, ya 7 años en el club blanco, 15 años, no se cúantos partidos de élite y ante rivales temibles, va poco a poco añadiendo más fútbol y virtudes a sus ya de por sí innatas cualidades de base, y sinceramente, no le veo techo en lo que a centrales actuales se refiere. Me sorprende sobretodo, la pulcritud en su fútbol, las pocas faltas que hace, que no van exentas de que robe balones y que vaya fuerte a por el rival, lo cual es muy de admirar y alabar en un central. El jovencito Varane que llegó, ya fue evolucionado al veinteañero Varane pero esta a un tris de doctorarse cum laude y empezar a conocerse como Don Raphael