Jorge Jesus no paró de recoger su pelo con las manos y de hacerle ver a los suyos que no estaban en el partido. Por encima del cariz de la propuesta que siempre ha caracterizado a los equipos del técnico portugués, agresiva e inequívoca, su visita al Wanda Metropolitano estuvo marcada por la dificultad. El Sporting de Portugal entró y salió de Madrid con la sensación de no haber competido. Su rival, además, lo aprovechó para castigar, no sólo cada concesión, sino para dominar y entender lo que estaba pasando. La aparición de continuos espacios en campo rival permitió a su ‘9’, Diego Costa, campar con su habitual abanico de desmarques y batallas individuales, siendo el primer avanzado de un encuentro que se abrió a los 28 segundos.
Diego Costa fue el que más trabajo dio a la zaga lisboeta
Reconocidos por imponer un estilo en los partidos que favorece un ritmo muy alto y una ‘huida’ hacia adelante, los lisboetas no escatimaron en intenciones para medir su plan con uno de los grandes favoritos de esta competición. Por resumir, el Sporting de Bas Dost, Gelson Martins y Jorge Jesus aplica la máxima de hacerlo todo a gran velocidad, usando mucho los costados y defendiendo muy arriba. Su mayor dificultad se encuentra en que cuando superan su primera presión o cuando le toca defender abajo, sus defensores aplican la misma idea: ir a robar el balón. Mediante persecuciones o marcajes muy agresivos, el espacio no queda protegido como en otras propuestas defensivas. Y eso fue lo que Koke, Saúl o Costa gestionaron a la perfección.
El plan del Sporting fue saltar en cada pase, dejando mucho espacio
Fue seguramente esta ida de los cuartos de final de la Europa League la cita en la que el Atlético de Madrid jugó con el espacio como ningún otro partido de la temporada. Dada la agresividad portuguesa para incomodar los pases intermedios y horizontales, el conjunto rojiblanco no quiso templar demasiado dicho ímpetu y sin darle demasiadas vueltas, fue encontrando constantes motivos para conducir la pelota, batir líneas y mirar en largo. Ahí, los movimientos de Costa hacia la banda izquierda y sus inconfundibles persecuciones ante balones descontrolados, dieron al Atlético la posibilidad de crear múltiples ocasiones.
Saúl Ñíguez disfrutó mucho descolgándose hacia el área
Si bien cabe destacar el duelo entre Gelson Martins y Lucas Hernández, arrancando y acelerando el portugués por dentro y por fuera, fue Saúl Ñíguez quien de alguna manera impidió a Bryan Ruiz o Bruno Fernandes comparecer en el encuentro. No tanto con su retorno defensivo, sino descolgándose para desplegar más opciones ofensivas y finalizar prácticamente cada ataque. La facilidad con la que el Atlético podía conectar jugadores sin tener que pararse o esperar fue lo que marcó el choque, uno con espacios que hizo aflorar la calidad colchonera que el Sporting nunca hizo por esconder.
Foto: GABRIEL BOUYS/AFP/Getty Images
AArroyer 6 abril, 2018
Partido marcado por los errores del Sporting, sin duda, pero el partido se movió siempre en cómo aprovechó los espacios el Atleti, siempre muy vertical. Vimos muchísimos pases rasos buscando la flecha de Diego Costa. Buenísimos los movimientos de Costa. Brutales.
¿Cómo vistéis al Sporting para inquietar en la vuelta? SIn Bas Dost, más difícil.