En San Mamés, el Olympique de Marsella de Rudi Garcia dejó muestras, sin grandes alardes, de su superioridad, durante todo el cruce, sobre el Athletic Club de Bilbao de José Ángel Ziganda. Necesitado de una remontada necesitada de fútbol y efectividad, los vizcaínos certificaron sus problemas con el juego en una noche en la que pudo anticiparse parte de un potencial marsellés de cara a los cuartos de final, representando un tipo de colectivo compartido en dicha antepenúltima ronda. Un equipo peculiar, enormemente ofensivo y dinámico, con dificultades para determinados escenarios, pero que pueden eliminar -casi- a cualquiera.
La base del equipo galo es la manera en la que entiende su ataque, una oportunidad para todos sus futbolistas de sentirse importantes en una u otra mitad del terreno. Garcia ha configurado un 4-2-3-1 bastante arquetípico entre los de índole ofensiva, que prioriza el talento y la habilidad en tres cuartos, con dos regateadores con capacidad para la diagonal, Thauvin y Payet, zurdo y diestro, y otro más relacionado con el área, Lucas Ocampos. Los dos primeros reciben siempre al pie, y son los demás quienes ofrecen velocidad al espacio. La imaginación de ambos construye el techo de la jugada. Ante la presión alta del Athletic, encontrarles fue una opción muy apetecible: saben recibir y encarar.
Payet y Thauvin son sus grandes creadores
El desborde de ambos facilita las jugadas en dos ritmos de juego: iniciativa en ataque organizado, pues asumen muchas recepciones y asumen responsabilidad, y con espacios para transitar. Aunque no corren para aprovechar carriles, si tienen la calidad técnica para darle escalones a las jugadas. Controlar ese flujo no es sencillo para sus oponentes.
Como es habitual en los equipos de Rudi Garcia, el volumen de juego es más alto que el de la media, sobre todo por el vuelo de los que vienen por detrás. Ahí destacan el perfil, no tanto la calidad, de sus dos laterales, realmente rápidos: Sarr y Sakai, también Amavi. Todos acompañan y superan la altura de su compañero de banda, dibujando un escenario muy vertical, orgulloso y arriesgado. Para más insistencia y subrayado, sus pivotes se mueven mucho, y abandonan la zona del mediocentro para favorecer la ocupación de un espacio en el que Luiz Gustavo y el interesantísimo Maxime Lopez, más habitual en Europa League que el titular, Zambo Anguissa.
Maxime Lopez promete como centrocampista
Los cuartos de fnal la segunda competición continental aseguran pues perfiles colectivos con puntos en común. Algunos más presionantes, otros más anárquicos, todos ofensivos, el proyecto de Andoni Zubizarreta y Rudi Garcia es uno de ellos. Tiene talento y ánimo para hacer sentirlo. Será uno de los candidatos más estimulantes en este tramo final.
Foto: PASCAL PAVANI/AFP/Getty Images
AlanAlberdi 16 marzo, 2018
Arroyo, felicitaciones y gracias por estos días de cantidad inusual al nivel de siempre.
PD: Bien por explicar desde el Marsella… porque descifrar al Athletic de Ziganda ya resulta poco estimulante.