El Athletic de Ziganda se ha presentado en marzo con una serie de déficits muy acentuados que redundan, consecuentemente, en una evidente incapacidad para evitar jugar los partidos que quieren que se jueguen sus rivales. Siempre, sea contra quien sea, los guiones de los mismos los terminan escribiendo los otros equipos. La altura, el ritmo, el balón. Todo, en todo momento, es decisión del contrario.
De ahí que el Athletic sea incapaz de dar continuidad a sus buenas fases de juego. Éstas, normalmente desarrolladas en situaciones de desventaja, duran lo que tarda el contrario en adelantar sus líneas, dividir la posesión y agredir la portería de Kepa. Lo vimos contra el Málaga y ayer volvió a suceder contra el Valencia. Tras dos buenas primeras partes protagonizadas por el impacto en el juego de Mikel San José y Beñat, el equipo fue incapaz de retomar su sitio durante ambas segundas mitades. Bastó una actitud más activa de Málaga y Valencia para que Mikel San José y Beñat Etxebarria pasaran de protagonistas a figurantes y el Athletic de dominador a dominado.
Y cuando es dominado se acaba la historia. Sin mecanismos para dar literalmente dos pases tras recuperación, algo que ya le costó la derrota en el Metropolitano, el conjunto vizcaíno nunca encuentra la forma de volver a meterse en el partido. Anoche Kepa buscó en largo a Raúl García y Aritz Aduriz, que sobrecargaban el lado de Gayà, pero la pelea de ambos futbolistas cada vez significa menos para el Athletic. Sea por falta de frescura física o por las condiciones que le rodean, lo cierto es que su equipo cada vez es menos suyo. Sobre todo en el caso de Aritz. Una tendencia que no es nueva ni insalvable, pues sigue siendo un rematador maravilloso, pero que se nota demasiado desde que Iker Muniain cayera lesionado.
¿Cómo ofrecer un contexto de ventaja a Beñat Etxebarria?
Como exponía Ziganda recientemente, las actuaciones de su doble pivote dan para ilusionarse. San José y Beñat son fundamentales a la hora de progresar sobre el terreno de juego, tanto desde el balón como desde la presión post pérdida. Ellos son la solución de este Athletic. Los que sacan lo mejor de Markel Susaeta, Aduriz o De Marcos. El problema es que el equipo no tiene la capacidad de ofrecerles el contexto que ellos necesitan. La falta de profundidad de sus laterales, el poco movimiento por delante de línea de balón, la falta de iniciativa… Todo eso pesa. Y limita. Pero es que, durante todo el año, el Athletic Club de Ziganda es un equipo incapaz de potenciar las virtudes y esconder las limitaciones de sus futbolistas.
Foto: JOHN MACDOUGALL/AFP/Getty Images
umas21 1 marzo, 2018
Completamente Off-Topic
Que maravillosa noticia lo del libro de Héroes!!! Enhorabuena chicos por el trabajazo, ojalá sea el primero de muchos!