El Manchester United ha dado un golpe sobre la mesa firmando a uno de los mejores atacantes de la Premier League, Alexis Sánchez. Es posible que desde que contrató al zurdo Robin Van Persie en el verano de 2012 (o sea, hace 5 temporadas) no haya acometido el fichaje de un punta con la proyección internacional del recién llegado. Vale que realizó inversiones opulentas en promesas sugerentes como Anthony Martial o Romelu Lukaku, y que logró seducir a Zlatan Ibrahimovic para que apostase por Old Trafford de cara a intentar ganar los pocos títulos que le faltaban, pero ni los primeros, por no estar lo suficientemente contrastados, ni el segundo, por su avanzada veteranía, tuvieron el impacto que tiene, en este momento, la gran estrella de Chile. Jose Mourinho demandaba captación de talento diferencial y Alexis Sánchez responde a su llamada. El Manchester United acaba de experimentar un salto de nivel.
Mas no todo es tan bonito como se pinta. «El niño maravilla» se labró su apodo entre Chile, Argentina e Italia exhibiendo un fútbol eminentemente físico, vertical y de altas revoluciones. Su productividad, más que en la precisión, se basaba en su insistencia y en la intensidad que aplicaba durante la misma, hasta el punto de que sus acciones casi siempre estaban ligadas a un fallo: el que provocaba en el defensa, por haberlo llevado a una exigencia física que no podía administrar, o el suyo propio, debido a que, justo por sus larguísimos esfuerzos y el ritmo que les imprimía, mantener el control en los gestos técnicos le resultaba imposible. Nada que pudiera molestar a su nuevo entrenador, Jose Mourinho, que siempre disfrutó dirigiendo a este tipo de fuerzas de la naturaleza. El problema, quizá, resida en que Alexis Sánchez, a sus 29 años, ya no sea ese jugador. La edad, y quizá la influencia de Arsène Wenger, le han serenado. Su juego ya no abrasa como los diablos, sino que, más bien, es travieso, cual diablillo.
De la mano de Arsène Wenger, Alexis Sánchez ha refinado su repertorio mientras ha perdido agresividad.
En el actual Arsenal FC, Alexis Sánchez ha sido más mediapunta que extremo, más pausado que frenético e incluso más asociativo que driblador. Su espacio fetiche se ha localizado en el pico derecho del área del rival y ha bajado muchísimo a recibir el balón para organizar los ataques de cara a portería. Las acciones explosivas, prácticamente, han desaparecido de su repertorio; cuesta recordarle rupturas al espacio y cuando supera a un oponente lo hace más desde la técnica o el engaño que a partir de una aceleración potente. De hecho, la jugada más repetida por Alexis en los partidos más recientes de los gunners estriba en el pase interior por encima de la defensa buscando a Lacazette en el área o a Bellerín irrumpiendo por el costado. Por resumir, si «El niño maravilla» extrapola al Manchester United lo que ha venido haciendo en los últimos dos años, Old Trafford estaría más cerca de acoger un upgrade de Mata que la versión contrastada de Rashford o Martial. ¿Cómo encaja esto en los esquemas de Mou?
Pese a que le gusta moverse con libertad, este Alexis Sánchez necesita mucho más jugar a pie cambiado.
El técnico de Setubal ha alternado tres dibujos a lo largo de la presente 2017/18: el 4-3-3, el 4-2-3-1 y, en menor medida, el 5-2-2-1. Si bien antaño Alexis rendía bastante desde el sector derecho, el cambio experimentado por su fútbol y lo afín que se ha vuelto al pase interior hacen que, en el 4-3-3 y el 5-2-2-1, él deba ser quien ocupe el sector izquierdo. Dicha circunstancia desplazaría a Rashford y Martial o a la banda derecha, desde donde sus prestaciones se diluyen, o directamente al banquillo, así que no parecen a priori piezas favorecidas por su incorporación. La única combinación que no les perjudicaría sería el 4-2-3-1 con Alexis en la mediapunta, una posición para la que parece preparadísimo en esta fase de su carrera. Con Marcus o Anthony de punta izquierdo y Lukaku de punta derecha, Alexis tendría soluciones de sobra para ejercer de lanzador y llegar desde atrás para golear; sus dos bondades más explotadas en tiempos recientes. Dicho esto, a quien va a potenciar sea cual sea la disposición del once será al último de los citados, al delantero centro belga Romelu Lukaku. Es un «9» idóneo para su talento.
Romelu Lukaku y Paul Pogba apuntan a ser dos grandes beneficiados por el fichaje de Alexis Sánchez.
Desde que aterrizó en Old Trafford, Lukaku ha sabido agregar nuevas virtudes a su fútbol, pero amén de su olfato en el área, lo que siempre le ha caracterizado han sido su desmarque hacia la banda derecha y sus diagonales, con o sin balón, desde allí hasta el área. La rutina es tan así que su posicionamiento habitual durante la fase de defensa organizada del Manchester United le sitúa recostado sobre dicho perfil para utilizarlo como casilla de salida de cara a la transición defensa-ataque. A causa de esto, la presencia de Mata como nexo no ha terminado de generar los frutos deseados en el contraataque de los diablos rojos. El zurdo es un enlace de gran nivel que a un delantero de la profundidad de Lukaku debería haberle dejado en ventaja con cierta asiduidad, pero al desenvolverse, como él, en el sector derecho, la conexión se dificultaba o interrumpía. Primero, porque al estar juntos es más fácil para el adversario achicar sobre ellos; segundo, porque el pase vertical siempre cuesta más y otorga menos ventajas que el diagonal. Con Alexis en el sector derecho como lanzador predilecto, el reparto espacial de las dos piezas claves del contragolpe de Mourinho -con permiso de Pogba- va a aparentar mayor equilibrio. Y hablando de Pogba, la pausa de Alexis también va a favorecerle y darle posesiones de cara a portería que pueden resaltar su determinación. Con Ramsey, otro llegador de élite, gozó de química.
En definitiva, Alexis Sánchez no es el duro diablo que ficharon Pep Guardiola o Arsène Wenger para sus proyectos cuando el chileno atravesaba por la cúspide de su efervescencia física. Su número de carreras, la distancia de estas y la velocidad a las que las recorre se han reducido de forma drástica. Ya no se trata de un atacante de volumen, su repertorio no abruma por cantidad, pero ha sabido reciclarse desde el saber estar y la comprensión de lo que ocurre sobre el verde para convertirse en, de hecho, un futbolista más fiable y determinante. Alexis Sánchez arriba a Old Trafford en condición de súper estrella de la Premier League, y también de atacante con capacidad para hacer la diferencia en la Champions League. La manera en la que un deportista tan, en un principio, dependiente de su cuerpo ha sabido evolucionar y completarse para rendir a este nivel cuando sus músculos han dejado de ayudarle tanto merecía una nueva oportunidad en una plaza de primer orden. Y quién sabe, quizá, al fundirse con los Red Devils, vuelva a ser diablo sin dejar de ser diablillo. El Manchester United se erigiría en un contrario temible.
Foto: Ian Walton/Bongarts/Getty Images
Panxo 23 enero, 2018
Creo que Mourinho ya tiene contemplado eso, y lo ve como un nuevo Rooney, un delantero talentoso capaz de retrasarse de ser necesario.
Por lo demás también creo que es más un golpe en la mesa del United, que todavía puede ir por los mejores del mundo.
Si Sánchez vale 70M€, la operación para el United es de 140, trae un clase mundial y además se lo quita a su rival por el título, y creo que es la razón por la que Mou se interpuso en una operación casi cerrada.
De mata se dice que se irá en verano, pero aún le veo lugar, con Sánchez de punta izquierda y sus pases podrían activar la versión goleadora del chileno