En los últimos años, el día a día del Valencia CF ha estado presidido por la inestabilidad, la cruda nostalgia y la frustración. Por eso, lo que luego terminaba sucediendo sobre el césped no parecía más que la inevitable consecuencia de un contexto autodestructivo que impedía afrontar con normalidad cualquier tipo de duda, problema o simple contratiempo. Todo era un drama. No había tiempo ni calma.
Pero aunque los problemas de un conjunto no tengan su verdadero inicio en los terrenos de juego, lo cierto es que allí mismo sí pueden encontrar su final. El caso del Atlético de Madrid es paradigmático. El club rojiblanco sólo pudo normalizar su caótico día a día cuando los resultados comenzaron a acompañar. La cuestión es que para ello tuvo que llegar alguien que revolucionara y recapitalizara el club.
Mateu Alemany: «Mi proyecto es Marcelino García Toral».
El Valencia CF necesitaba consenso. Y lo encontró desde el primer instante con Marcelino. El técnico asturiano despertaba confianza y seguridad. Su experiencia en los banquillos, amen del conocimiento que ya existía sobre su modelo de juego, le distanciaba de varias de las últimas experiencias vividas en la Capital del Turia y, al mismo tiempo, le acercaba a lo que pudo ser y finalmente no fue Valverde.
El crédito inicial con el que llegó Marcelino García Toral se antojaba clave de cara a gozar del tiempo necesario que necesita, valga la redundancia, todo proyecto para poder arrancar. El verano, además, fortaleció su figura. Aunque los fichajes tardarían mucho en llegar, con cada rueda de prensa o entrevista la figura de Marcelino iba calando en el aficionado. Proyectaba estabilidad. Su tranquilidad a la hora de explicarse, unida a su claridad de ideas, sirvieron de guía hasta que Kondogbia, Guedes o Murillo comenzaron a llegar.
Marcelino conectó rápidamente con el valencianista a pesar de que él, al contrario que Simeone, nada había tenido que ver con el club hasta su llegada. Sin embargo, su imagen resultaba algo familiar. Además del contraste con lo que había fallado, como decíamos antes, había un cierto parecido con lo que sí había funcionado. Él mismo lo dejó caer en su presentación: “Tengo la sensación de que nos parecemos bastante a lo que tradicionalmente le ha venido bien aquí al Valencia”. Ya sólo faltaba que la pelota acompañase.
Marcelino: “El 4-4-2 no es innegociable, pero sí es cierto que a partir de esa idea básica podremos ir introduciendo matices según los jugadores que vayan conformando la plantilla”.
Y acompañó. Desde el debut el Valencia CF ha transmitido buenas sensaciones, sobre todo a nivel anímico. Sin embargo, si somos rigurosos, su comienzo futbolísticamente hablando no fue muy diferente del que tuvo el año pasado con Pako Ayestarán. Es más, el Valencia 16/17 jugó mejor contra Las Palmas de lo que lo hizo este año. Luego, en el Bernabéu, una plaza muy importante para el club che, lo cierto es que el Real Madrid fue bastante superior de principio a fin. Pero de esos dos partidos, en vez de salir de vacío como con Pako, el Valencia sacó cuatro puntos. Y fue sintomático.
Pero Marcelino sabía que hacía falta más. Que las sensaciones y las palabras eran importantes, pero que los hechos los son mucho más. De ahí que tras un verano hablando de la necesidad de ser dinámicos en ataque, en su tercer partido decidiera apostar por Pereira como extremo en vez de por Lato+Gayà, como ya había hecho en el Santiago Bernabéu. “No me gusta jugar en casa con dos laterales, con independencia de a quien nos enfrentemos. Queríamos ganar. El entrenador tiene que mandar mensajes. No sólo de palabra, sino también de hechos. Y quería un jugador de perfil más ofensivo”, explicó luego en rueda de prensa. Es cierto que históricamente la gran fortaleza competitiva tanto de Marcelino como del Valencia CF ha sido su solidez defensiva. Los mejores momentos han llegado siempre respaldados por la seguridad y la fiabilidad que mostraba su sistema sin balón. Y a partir de ahí, seguramente se podía trabajar un nexo común como, de hecho, en la 2014/2015 ya había realizado mismamente Nuno Espírito Santo.
En cambio, Marcelino entendió dos cosas. La primera es que el Valencia en este momento necesitaba un plus de ilusión. Mestalla necesitaba divertirse. Alegrarse. Emocionarse. Y eso pasaba por reforzar la vertiente ofensiva del equipo con decisiones como la de Pereira ante el Atlético de Madrid. Lo segundo que comprendió el asturiano es que, además, tenía una plantilla un tanto diferente a la que había tenido en Villarreal. No sólo Parejo no era Bruno Soriano, con la consiguiente importancia, sino que además el perfil de Kondogbia, Soler, Murillo, Gayá o Gabriel llevaba a pensar que la fase defensiva debía ser diferente. Y lo está siendo. En vez de replegar tan atrás, ejecutando una defensa más pasiva, Marcelino está buscando varios momentos de presión que quieren robar el balón en campo contrario para reiniciar rápidamente el ataque. Esto, quizás, ha provocado que el Valencia aún no defienda como su técnico quiere. Pero Marcelino ha entendido que es un peaje necesario tanto para ir adaptando a los jugadores a su idea como para reforzar el espíritu ambicioso del que quiere dotar al club.
Marcelino: «Yo creo que un equipo siempre tiene techo, pero nosotros tenemos que tener la intención permanente de buscarlo y la sensación de no encontrarlo, porque eso nos llevará a mejorar».
Sólo se llevan tres meses de competición, pero la realidad que hoy vive el Valencia es muy diferente a la de hace unos meses. Para llevar al club a otra dimensión, sea cuál sea ésta, Marcelino va a necesitar prolongar en el tiempo todo lo que transmite su figura en estos momentos. Es un proceso muy complejo. Pero, en este caso, parece más fácil mantenerlo que iniciarlo. Y él esto ya lo ha hecho.
Foto: JOSE JORDAN/AFP/Getty Images
Telmo 30 noviembre, 2017
Como se dice en el texto,¿no creeis que el Valencia se ha llevado en varios partidos los 3 puntos sobre la campana o sin mostras su mejor version?Ahora mismo recuerdo el partido en Anoeta en el 90,el flojo partido en Mendizorroza,Espanyol…He de decir que me esta encantando este Valencia,pero sigo pensando que irán cayendo poco a poco y más con la lesión de Guedes.Mi apuesta es clara :4a plaza