El Tottenham Hotspur obtuvo un meritorio e importante empate en su visita al Santiago Bernabéu, lo cual puede implicar un antes y un después en su trayectoria en la Copa de Europa, pues en este momento, no existe mejor escenario en el que cuajar una actuación consistente y ganar legitimidad. Mauricio Pochettino, con su puesta en escena, puso la primera piedra de la resistencia de los británicos.
El detalle que empezó a desvelar la estrategia de Pochettino estribó en la posiciones de Davidson Sánchez y Eric Dier. En el orden más común del Tottenham cuando juega con tres centrales, el colombiano ejerce de líbero y el inglés ocupa el mediocentro. Tanto lo primero, por la capacidad de corrección en el espacio abierto que tiene Davidson, como lo segundo, por todo lo expuesto en este video-análisis, conectan con la identidad futbolística que define a los de Londres. Sin embargo, contra el Real Madrid, Dier bajó al lugar del líbero y Sánchez se situó como central derecho. Es decir, se renunciaba a la presión y se apostaba por dar mayor empaque -o por reducir el margen de error- en el carril central de cinco defensas. Todo muy ligado al repliegue que lucieron los visitantes que a la postre sentó las bases de la exitosa noche de su agudo entrenador.
Cristiano fue presa fácil para los tres centrales de Pochettino.
El principal mérito de los Spurs consistió en su concentración y su ínfimo número de errores individuales. El Madrid manejó la posesión durante el 67% del tiempo y, aunque su reparto de espacios no fuera equilibrado, no dejaban de ser Kroos, Modric, Isco, Benzema y Cristiano los que tenían la pelota en la zona de peligro. La posibilidad de fallo es permanente y el Tottenham no regaló nada. Además, se mantuvo sólido como una piedra frente a los centros laterales de los de Zidane, tanto en el balón parado como en envíos en juego.
Benzema fue el merengue que mejor supo interpretar el partido.
Con el centro saturado, el espacio para los de Zidane se hallaba en los costados, pero cuando se generan las ventajas en los mismos, luego hay que volver al centro, donde mostraban poca presencia y menos inspiración. Para ellos, el partido estaban en aumentar su actividad en el carril central, intensificar la movilidad allí y que sus atacantes formulasen a Sánchez, Dier y Alderweireld el mayor número de preguntas posible. Dicho lo cual, en vez de hacer lo propio, la mayoría de sus futbolistas se acomodaron en los despoblados espacios abiertos aceptando atacar de la manera en que Pochettino había previsto y declarado preferir. Sólo Benzema, que es una garantía de lectura, interpretó la trampa y fijó por dentro para crear las mejores y más dañinas llegadas del actual campeón.
Achraf dejó sensaciones buenas, pero el meollo debía estar dentro.
Así expuesto, podría parecer que el Tottenham Hotspur acumuló méritos suficientes como para llevarse los tres puntos del Bernabéu, y no fue el caso. Su plan ofensiva, basado en un doble poste con Kane y Fernando Llorente para bajar juego directo y romper el ritmo a los blancos, resultó bastante inofensivo, aunque en acciones aisladas se mostrase la calidad de Eriksen y el propio Harry para mayor gloria de Keylor Navas. Más que para dominar u optar a la victoria, lo que Pochettino consiguió con su planteamiento radicó en inspirar una rutina de juego en la que para el Real Madrid era muy difícil marcar gol. Que, a propósito, no es poco. De ahí que, como se apuntó, tanto el técnico con su equipo salieran muy reforzados de la tercera jornada de la liguilla de esta Champions League 17/18.
Foto: Michael Steele/Getty Images
roumagg 18 octubre, 2017
El recurrente problema que suele tener al rombo de Zidane es que acumula a demasiados jugadores por delante de la presión rival. Y ante una defensa de 5 las consecuencias negativas que esto tiene para la circulación de balón se acentúan. Creo que Isco debería tender a ejercer más como atacante en estos contextos, más hacia formar un falso 4-3-3 que a completar un 4-4-2 bajando abajo a recibir. Porque, además, ese 4-4-2 que se forma (o incluso cuando Modric le compensa yendo hacia la mediapunta en ocasiones mientras Isco está abajo) es mucho menos profundo de lo que sería un 4-4-2 natural con 2 MC y 2 volantes. Las posiciones están peor distribuidas. Y así se precipita que se repitan una y otra vez los centros al área con el rival replegado y esperando el centro para despejar en ventaja, con solo Cristiano de rematador. Partidazo de Casemiro aún así en este contexto, rompiendo incluso en conducción por dentro para unir líneas. Eché de menos algo de Ceballos, ya que Lucas supone un bajón en el nivel del once. Salvador Keylor; increíble esa mano a Kane.
Qué tremendo ha sido (y sigue siendo, por lo que se vio ayer) Fernando Llorente. En contextos así, jugando de espaldas, recibiendo juego directo… condiciona mucho el transcurso del partido. Lee muy bien las jugadas, protege y descarga (las 2 ocasiones claras en juego de Harry Kane vienen de un pase suyo), amenaza en juego aéreo… Con 2 delanteros "lentos" y contragolpeando con mucho peligro ante los rapidísimos Varane y Ramos. Trabajazo de Pochettino.
Por cierto, Cristiano Ronaldo está mejor físicamente que en la pasada primavera, aunque esté marcando algo menos. Se le ve con algo más de fuerza en el tren inferior, lo que le permite amenazar más en conducción, una mayor estabilidad tras los giros, mayor potencia en el remate… En mayo estaba muy ligero y bastante rápido, pero le faltaba algo de fuerza. Veremos cómo aprovecha el RM este input. Está obligando a meterse durante muchos tramos en el área en vez de bajar a recibir en 3/4 para amenazar con el disparo o la diagonal porque Benzema, que en asociaciones y jugando de espaldas está muy bien, y lleva dos partidos muy buenos en todo lo que no es el remate, está perdonando muchas ocasiones claras y no amenaza nada en el área.