El FC Barcelona-Olympiakos FC fue uno de esos partidos que, con la diferencia latente de nivel entre un equipo y otro, desaconseja realizar un análisis convencional sobre lo que ocurrió. Sin embargo, por la manera en la que se dispusieron las cosas, sí que sirvió de ejemplo para explicar una situación que puede ser importante en el futuro de la temporada culé. Del mismo modo que en un reciente «Las Gaunas» se detallaba por qué Nelson Semedo es el lateral diestro más apropiado para el once titular de Ernesto Valverde, ante los griegos se comprobó que, cuando el interior de dicho flanco es Paulinho Bezerra, Sergi Roberto como «2» sabe marcar la diferencia.
Paulinho transforma la arquitectura táctica del FC Barcelona.
Con Paulinho, el tema con el interior derecho del sistema radica en que éste se convierte en su hombre más profundo. Valorando que el regreso de Messi al carril central ha forzado un rol más móvil y más vinculado a los movimientos hacia fuera en el delantero Luis Suárez, es el potentísimo centrocampista brasileño quien, a menudo, más carga la zona de remate. El coste de oportunidad, por lógica, es que desatiende las labores más típicas de un interior específico en un equipo de posesión -que es lo que, radical o relativamente, va a ser siempre un FC Barcelona-.
El plus que, de lateral, ofrece Sergi Roberto en este marco consiste en su influencia ofensiva y defensiva sobre el carril central. Rellena con su diagonal -llegando o, directamente, estando- ese hueco vacío. Anoche frente al Olympiakos FC, fue algo que se divisó con absoluta claridad durante la primera media hora del encuentro, en la que Sergi Roberto no sólo acumuló pases de salida y gestión, sino que complementó esa faceta creativa con un peso decisivo en la administración de la segunda jugada. Paulinho es un hombre eficaz de cara a dominarla porque enturbia (mucho, rápido y bien) el primer pase de la transición ofensiva rival, pero al no estar en el sitio de un interior, se requiere un coche-escoba pasando por allí para recoger el balón muerto -o el pase de mala calidad- que Semedo no sabría ser tan bien como Sergi Roberto, que a fin de cuentas, lleva un centrocampista dentro de sí.
En el sistema de Valverde, cuando Rakitic es el interior derecho, Semedo se postula como el «2» ideal. Cuando en cambio, como ante los griegos, lo es Paulinho, los enteros de Sergi Roberto crecen sensiblemente. Ernesto dispone de alternativas para sorprender.
Foto: Michael Steele/Getty Images
Minue 19 octubre, 2017
Muy buen apunte, se podría decir que hace un poco de Dani Alves cuando Messi partía de la derecha y Rakitic se abría a la derecha al irse el rosarino al centro.
De ayer me gustaría destacar también un recurso que el barsa hacía tiempo que no le veía, y que gracias a Deulofeu por la derecha e Iniesta de interior izquierdo bastante abierto, fue posible, y no es otro que el cambio de orientación hacia un extremo a pierna buena, listo para centrar.
El primer gol viene provocado por ese tipo de jugada, y era algo que el Barça de Rijkaard utilizaba mucho con Ronaldinho-Giuly. Me gusta porque ofrece una diagonal complementaria al Messi-Alba de siempre (que además ahora con Messi más arriba se ve menos) y activa bien las dos bandas.