Es ya muy famoso el «speech» que le dedicó Marcelo Bielsa en exclusiva a Benjamin Mendy cuando ambos coincidieron hace tres temporadas en el Olympique de Marsella. El «Loco» le intentó explicar que lo tenía todo para ser uno de los mejores laterales del mundo, pero que todavía le faltaba algo que sí tenían, por ejemplo, sus compañeros Morel (31 años) y Fanni (33). Con ello Marcelo no sólo se refería a la mera experiencia futbolística, sino sobre todo a ese grado de conciencia que hace contemplar e interpretar las cosas de manera diferente. «Yo no soy un tarado que dice esto y no tiene antecedentes para que me creas. Yo sé lo que te digo. Hace 40 años que veo jugadores», sentenciaba el DT argentino.
En cambio, no es tan famosa la entrevista de «Onze Mundial» en la que el propio Mendy venía a explicar los porqués de esta charla. Y no tiene desperdicio, pues la viene a dar un sentido muy concreto.
Benjamin Mendy: «Entonces yo ya tenía este nivel, pero él me hizo aterrizar en otro mundo. No tienes ni idea. Me hizo tragar vídeos como nunca. Al inicio, Marcelo me ponía vídeos y yo me dormía. Me decía: «Está bien, quiero que te duermas”. Me chocó mucho cuando me lo dijo. De golpe estaba contento de ir a las sesiones de vídeo porque podía dormir tranquilo. Pero llegó un momento en el que dejé de dormirme. E inconscientemente pasé a interesarme por los vídeos. Me decía a mí mismo: “Ves, espera, y mira al menos diez minutos sus cosas”. Y de golpe me inspiré. Después él me hablaba, yo le hablaba, repasábamos acciones conjuntamente… Me decía: “Mendy, ¿Qué no está bien en este vídeo?”. Yo le respondía: “Es esto y esto. Y esto hay que cambiarlo”. Me entusiasmaba. A final de temporada vino a verme y me dijo: “¿Te gusta verdaderamente ver los vídeos?”. Le respondí: “Pues claro mister, es genial”. Y me dijo: “Ahora entiendes porque al inicio te dejaba dormir. Dormiste, dormiste y dormiste y el día que decidiste mirarlo, te interesaste por ti mismo. Si te hubiera presionado a mirar los vídeos no hubieras estado nunca interesado”. En fin, todo es psicológico. Es muy fuerte este Marcelo».
Ya en el Mónaco de Leonardo Jardim, un equipo que pretendía que sus laterales sólo constasen en ataque, pues en defensa la valoración era muy diferente, Benjamin Mendy comenzó a hacer buena la profecía de Bielsa al erigirse en una de las estrellas ofensivas de la Ligue 1. Sus incorporaciones, frecuentes y determinantes, fueron una de las claves silenciosas del título de liga conseguido el año pasado. Pero lo curioso es que no eran ningún secreto. Absolutamente todos los técnicos sabían que una de las variantes más peligrosas del Mónaco eran las subidas de Mendy. Sin embargo, siempre sorprendían. ¿Por qué? Amen de que perseguir a un lateral hasta tu propia línea de fondo es una tarea que muy pocos extremos en el mundo pueden cumplir, estaba el hecho de que una de las grandes virtudes del francés es, precisamente, su timing. Porque hay laterales que empujan, hay laterales que están y hay laterales que llegan. Pero lo raro es encontrarse con un lateral que no sólo sabe hacer las tres cosas, sino que además sabe elegir cuál es más más dañina en cada jugada. En cada momento.
Este timing es la base de su fútbol. Sin este sentido, su exuberancia física no tendría tanto impacto en los partidos a pesar de convertirle en un jugador que puede proyectarse en ataque durante 90 minutos. Pero como tiene las dos cosas y además cuenta con una técnica bastante útil, bastante práctica, Benjamin Mendy también tiene la calidad necesaria para convertir la sorpresa en pesadilla. Sabe cuándo pararse, sabe cuándo profundizar, levanta bien la cabeza para pasar atrás, tiene un buen centro, siempre cuenta con la posibilidad de meterse por dentro… Mendy es un alfil al que ni siquiera es necesario desplazar por el tablero para que esté en una posición adecuada. Él ya lo hace por sí mismo. La única obligación del entrenador, del equipo, es pasar tiempo en campo contrario. Luego que el lado fuerte sea el derecho, que ataque a más o menos ritmo, que cuente con puntas móviles o con un delantero referencia… No importa. Benjamin Mendy va a crear peligro igualmente. Es autosuficiente.
De ahí que su fichaje por el Manchester City de Pep Guardiola suene tan bien, pues más allá de cómo termine creciendo -y rompiendo- el equipo inglés en esta segunda temporada de proyecto hay una cuestión que resulta innegociable: va a atacar mucho más tiempo de lo que va a defender. Y es con esta simple ecuación con la que el exuberante Mendy pasa a ser un futbolista importante en el conjunto de David Silva, Kevin de Bruyne, Kun Aguero, Bernardo Silva, Leroy Sané o Raheem Sterling.
Pep Guardiola: «La temporada pasada estuve en contacto con Marcelo Bielsa y un día nos reunimos para hablar de jugadores de la liga francesa. Él mencionó a Mendy y me dijo lo mismo que había comprobado cuando jugamos contra el Mónaco, que es un jugador top».
Sin embargo hay un pero. Un pero que, además, Pep Guardiola pudo comprobar de primera mano en la eliminatoria de Copa de Europa que enfrentó al City con el Mónaco de Jardim. Defensivamente, Benjamin Mendy pasa por ser uno de los laterales más vulnerables de la élite. No es ya una cuestión de actitud, que tampoco parece la más adecuada en cuanto a predisposición para sufrir se refiere, sino que es sobre todo de falta de aptitudes. Mendy sufre mucho, muchísimo, en el uno para uno. Su reacción, de hecho, suele ser la de recular hasta estar ya dentro del área. También le cuesta mantener la concentración, suele romper la línea del fuera de juego, no cierra bien el segundo palo, es muy propenso al error cuando le toca despejar… En definitiva, todo lo bueno que tiene en campo rival no lo tiene en campo propio. Que la proporción de tiempo entre una y otra mitad sea adecuada, además de protegerle con el resto de piezas, será tarea de Pep. No obstante, si Mendy quiere devolverle la confianza a Marcelo Bielsa tendrá que mejorar por sí mismo en esta tarea. Todavía tiene 23 años, no ha dejado de crecer desde que irrumpió en la élite, su predisposición hacia el fútbol ha cambiado tras convivir con el «Loco» y, además, ahora está en las manos de otro técnico conocido por cambiar carreras, con lo que igual, en el futuro, Benjamin Mendy sí puede llegar a ser el mejor lateral del mundo.
Foto: FRANCK FIFE/AFP/Getty Images
Jorge.F 3 agosto, 2017
Sin duda Mendy a priori de todos los fichajes realizados junto con el de Bernardo Silva era el que mas me ilusionaba por varias razones, le he seguido de primera mano este año un par de partidos y me ha parecido un lateral realmente a seguir en el ataque con esa fuerza de gran poderia fisico en las subidas al ataque y verticalidad y a a destacar la grandisima calidad de sus centros y ademas de ser el mas joven de los laterales fichados con lo que su impacto a largo plazo viendo su progresion sera mayor que el resto..sin embargo de primeras veo que tanto Walker como Danilo en esta temporada su impacto sera inmediato y a corto plazo para estos años tendran un peso mas fundamental en el equipo como ya se ha estado viendo en la pretemporada lo bien acoplados que estan comenzando a estar en ls sistemas de pep como carrileros totales