El Real Madrid ganó su 11ª final internacional consecutiva frente a un Manchester United que sufrió el mal que hoy supone medirse al equipo de Zinedine Zidane: parecer mucho menos de lo que se es. Los Red Devils prepararon bien el partido y tomaron la iniciativa táctica durante el arranque del mismo, pero como ya les sucedió al Bayern Múnich, al Atlético de Madrid o a la Juventus FC en la última edición de la Champions, acabaron sin encontrar sentido a sus planes en cuanto Casemiro, Kroos, Modric e Isco terminaron el reconocimiento del terreno y activaron el software acorde al desafío que se les presentó. Es el sino del Real Madrid que nació con la llegada del malagueño a su once titular. «El sistema invisible» volvió a exhibir su poder.
Pero la primera lectura de la noche la dejó José Mourinho, a quien se vio bastante repuesto tras la discreción competitiva que le ha caracterizado desde su adiós al Santiago Bernabéu. El Manchester United, desde un 5-3-2, planteó una media presión muy, muy agresiva que otorgaba libertad de acción a Ramos y Varane en fase de salida de balón pero ordenaba persecuciones súper pegajosas sobre cualquier centrocampista o delantero blanco que se ofreciera en su apoyo. Contar con hasta nueve piezas de buen valor defensivo le proporcionaba seguridad y cobertura para tan impetuoso proceder, y en un principio, logró el cometido de imprimir al choque un ritmo que favorecía sin duda a los ingleses, que empiezan su liga la próxima semana y a quienes se les notó una puesta a punto más avanzada.
Benzema e Isco anularon la media presión con la que Mourinho había tomado la iniciativa al comienzo.
El problema para Mourinho fue que no pudo obtener ningún rédito de esa fase de dominio relativo. Ni siquiera en forma de ocasiones. La exuberancia de Casemiro -no sólo física, sino también posicional e incluso jerárquica- concede al Real Madrid una capacidad de resistencia que le da el tiempo que precisa para descifrar de qué va el envite e idear una solución. Y así fue. En este caso, los protagonistas principales fueron Benzema e Isco; con el primero realizando movimientos circulares que confundían a los centrales Darmian, Smalling y Lindelof y dejaban libre o a él mismo o a otro compañero para ejecutar el apoyo de espaldas y con el segundo bajando y generando la superioridad numérica en la base de la jugada, los blancos pausaron la batalla y subieron un escalón su posesión del esférico. En este pequeño tramo, la escena más constante era la falta infringida sobre Isco, que se repitió tanto que recordó al famoso partido de este Manchester United contra Hazard que finalizó con la expulsión de Herrera por reiteración colectiva. Pero al contrario que en aquel día, no había ningún plan preestablecido. Lo que ocurre es que, cuando este Madrid anula tu estrategia, dejas de parecer un equipo y comienzas a guiarte por impulsos torpes.
Casemiro volvió a completar una actuación absolutamente diferencial tanto con balón como sin él.
Fue entonces cuando se entró en la dinámica que más beneficia a los de Zidane, que consiste en, debido a su irregular reparto de espacios en ataque, transmitir que se les puede presionar y robar el balón, que el rival intente lo propio y, a base de confianza, técnica y talento, escapar de la emboscada y atacar el espacio descubierto. Es asombroso, a la par que precioso y terriblemente influyente, asistir a cómo el Real Madrid no pierde la pelota ni cuando ya parece perdida. Es como era Zidane. Pero en equipo en vez de en futbolista. Además, consciente de este don, ha aprendido a descolgar a uno de los cuatro medios para que ayude a los delanteros y a los laterales en tareas vinculadas a ser profundo. Cualquiera lo hace. Ayer, por ejemplo, sobresalió Casemiro, que volvió a marcar un gol de jugada que, gracias al sistema invisible, no será el único que anote esta temporada.
Cuando Fellaini cambió el choque, Pogba creció y el Manchester United opositó a ganar la Supercopa.
No obstante, como se señaló, Mourinho estaba activo y resolutivo, y realizó dos pequeñas revoluciones que devolvieron al Manchester United la oportunidad de competir. La primera, acaecida en el cooling break del primer periodo, consistió en cambiar el 5-3-2 por un 4-1-4-1 que subió un peldaño el sistema defensivo de los rojos haciéndole recuperar cierta compostura. No contento con ello, abrió a la izquierda a Pogba para edificar una salida de balón rápida en su desigualado duelo físico contra Carvajal que dotó de una continuidad en ataque a su equipo de la que hasta entonces había carecido. Algo que se potenció aún más cuando, cerca de la hora de partido, entró al campo Fellaini para ejercer de mediapunta en un 4-3-1-2 asimétrico en el que Mkhitaryan y Pogba fueron los interiores, Rashford el extremo y Lukaku el ariete. Con dicha batería ultra física, propuso un juego directo aéreo y descarado que puso en muchos aprietos a la defensa del Real Madrid. En esa media hora final, los de Zidane no tuvieron el control. Tan caliente situación dejó espacio a dos preguntas importantes: ¿Podría estar el remedio a este regular bajón del Madrid en refrescar la figura de Isco con su «igual» -Dani Ceballos- en detrimento del sistema contragolpeador -Lucas Vázquez y Asensio en las bandas-? Y la otra: ¿de verdad está tan lejos el nuevo Manchester United de poder competir contra el Bayern Múnich, la Juventus FC o el Atlético de Madrid?
Foto: ROBERT ATANASOVSKI/AFP/Getty Images
Soprano_23 9 agosto, 2017
Antes que nada, le pido a Abel Rojas que por favor siga opinando lo crea, independientemente del rechazo que pueda generar. Hay temas relacionados a algunos individuos o clubes que generan cierta animadversión en el mundo-futbolero, y las críticas por opinar sobre ello pueden llegar a ser desmesuradas y a rozar las faltas de respeto. Y lo hago, primero, por honestidad profesional y, segundo, porque es que suele acertar en un número altísimo de ocasiones, incluso en las más impopulares. Por ello, en parte, entro a Ecos para leer su visión del juego. No en vano me parece que está en el TOP 2/3 de analistas futbolísticos que he leído/oído. Y sería una pena que, por ceder ante la crítica de según qué sectores de aficionados, cambiase ésto.
Aún recuerdo la que le cayó este año por decir que veía en el RM de ZZ -que ahora hay tantísima unanimidad por TODOS de que es el mejor equipo del mundo- favorito y mimbres de campeón cuando mucha gente lo acusaba de realizar un juego de 'equipo pequeño' por abusar del centro lateral y pensaban que ganaba por suerte, soliéndose aludir a que cuando enfrentase a un rival 'de verdad' se vería la realidad. O que seguía viendo a Cristiano por encima de los demás, salvo de Leo, incluso en sus peores momentos de esta temporada -porque los tuvo y se dudaba seriamente de él por muchos, incluso gente de aquí que ayer decía poco más que la BBC era una mentira y que solo Cristiano era el crack-. Y viéndolo con el tiempo está claro que acertó, una vez más, pese a lo impopular de la opinión. Y ahí están los artículos de las victorias más sonadas de la temporada para repasarlo. La sacada fue épica.
En cuanto al partido, yo también veo al Manchester United, si acierta con el último fichaje que van a hacer y logran potenciar a Matic sin que reste en demasía, con potencial para ser un equipo con capacidad de eliminar a cualquiera. De hecho, le creo candidato para la UCL, que no favorito. De los ingleses, a día de hoy, es al que más me creo en contexto UCL. El inicio de partido de ayer es potente. Tiene estructura, recursos y técnico gana-partidos. Lástima que le falte un crack resolutivo en 3/4 (ojalá rompa también Martial o Rasfhord este año). Aún así, los primeros 10/15' así me hacen pensarlo. Puesta en escena de equipo TOP. Veremos cuando se de contra otros equipos que tengan esta conjunción de talento como no yo no he visto antes, al margen del FCB de Pep.
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