España Sub-21 no pregunta, responde. Después de haber insinuado ya esta intención en su debut ante Macedonia, el conjunto de Albert Celades la confirmó anoche delante de la potentísima Portugal, una selección que llevaba sin perder un partido oficial desde el 2011.
El éxito parcial de dicha propuesta, por tanto, es tan evidente como la voluntad rupturista de esta selección respecto a las anteriores. Porque hasta la fecha, salvo aquella España Sub-20 de Deulofeu y Jesé, todas las categorías inferiores de España se han comportado conforme al patrón: mucho balón, mucho control y mucho dominio. Sin embargo, esta Sub-21 de Celades no sólo no aspira a controlar el partido, sino que sacrifica dicho control en pos de potenciar las obvias virtudes individuales de cada una de sus piezas ofensivas.
La calidad ofensiva de España parece desatada.
La consecuencia formal de todo esto se viene concretando en un repliegue más o menos bajo que le permite a España correr con bastante frecuencia. Pero no es una mera cuestión de ocupación espacial. Cuando la Selección recupera el balón, cada pase que da tiene la intención de dañar al rival. Esté en la situación que esté. No hay pases de seguridad, no hay pases para templar ni tampoco para tratar de aumentar su control sobre el encuentro. Se acepta el riesgo, se busca verticalizar y se quiere correr. Y cada decisión va enfocada a esto. Mismamente, que Dani Ceballos no colaborase en salida para batir la presión de Portugal estaba muy relacionado con todo esto. Sí, desde luego, a España le costaba más salir. Pero un simple pase hacia la zona de un Ceballos abierto bastaba para girar por completo a la selección lusa. Y a partir de ahí, el resto.
Y el resto es muy potente. La capacidad del propio Ceballos para aguantar el balón, la determinante calidad de Asensio lanzando, las carreras larguísimas de Bellerín de fuera hacia dentro, la amplitud y el desborde de Deulofeu, los desmarques hacia portería de Sandro Ramírez, la llegada desde segunda línea de Saúl Ñíguez… España cuenta con tantas armas para ametrallar lo que se le ponga por delante que resulta imposible definir un patrón. El de ayer, frente a la Portugal de Rui Jorge, estuvo en gran parte protagonizado por las incorporaciones de Bellerín, que venían a ser la gota que colmaba el vaso de una defensa en la que sólo Ruben Semedo parecía poder resistir. Pero en realidad cada jugada tenía su propia naturaleza. Sus propios carriles, sus propios caminos. Lo único que las vincula a todas es que nacen de la voluntad de su entrenador, crecen a partir de la calidad de los futbolistas y mueren apenas cinco segundos de haber sido concebidas con un éxito incontestable. Porque España ha rematado menos veces (17) que sus dos rivales (28), pero ha marcado ocho goles y sólo ha encajado un gol. Y no es casualidad o suerte. Simplemente, cuando un español llega, llega de verdad.
El ejercicio defensivo de Vallejo, Kepa y Llorente fue clave.
Más allá de lo relativo al estilo español, lo cual marcó el sino del choque, hay que decir que Portugal Sub-21 cuajó una primera parte muy potente. A partir de la posición oscilante de Bruno Fernandes (delantero en la presión, mediapunta con balón), el conjunto luso lograba juntar a España por dentro para luego soltar hacia fuera tratando de situar a João Cancelo, Gonçalo Guedes y Daniel Podence, en situaciones de uno para uno. Y lo consiguió. De ahí que Jonny sufriera tanto y tuviera tan pocas ayudas, cuestión que se hizo más problemática para España en el momento en el que que Guedes pasó a la derecha para juntarse con el lateral valencianista.
Con España desbordada en lo táctico y a menudo en lo individual, el encuentro se convirtió en un ejercicio de resistencia para el que esta generación también parece estar muy preparada. Sobre todo porque Marcos Llorente, Jesús Vallejo y Kepa Arrizabalaga siempre permanecen en pie ante cualquier situación. Como si de diques futbolísticos se trataran, el mediocentro ensuciaba cada toque interior, el central despejaba los balones que llegaban al área y el portero resolvía el resto de situaciones, ya fuera deteniendo disparos, descolgando centros o sacando el balón jugado. Por eso que esta España Sub-21 de Celades esté siempre más cerca de marcar gol que el rival no es sólo una cuestión de Ceballos, Saúl, Asensio o Deulofeu, sino también de Llorente, Vallejo y Kepa.
ferpulpillo 21 junio, 2017
Asensio y Saúl parecen jugadores de 26 años jugando contra críos. Qué barbaridad, cómo se nota dónde juegan y qué partidos tienen ya en su colección.
¿Soy el único al que le está dejando fría la banda derecha? Tanto Deulo como Bellerín.
Y por último, Kepa. Que tío. Le tiraron muchísimo y solo le recuerdo 1 parada de verdadera dificultad. Y eso habla fenomental de él. Es segurísimo con la edad que tiene, bloca todo, no da lugar a segundas jugadas, tiene un buen pase largo y encima su cara transmite una tranquilidad que para los defensas debe de ser una bendición. Me recuerda a lo que decían de Buffon: "Es el mejor porque no te grita".