Jorge Sampaoli debutó al frente de la selección Argentina con una victoria en partido amistoso ante la Brasil de Tité. Fue una prueba interesante para echar a rodar, con numerosas modificaciones desde el inicio y posterior desarrollo, descubrimientos que hicieron del encuentro un punto de partida interesante para comprobar las primeras ideas, algunas esperadas, del exentrenador del Sevilla al frente de la albiceleste. Ante una Brasil que mostró buena parte de sus fortalezas como colectivo, Sampaoli salió a probar lo que busca para su equipo. De entrada, salir jugando. Siempre.
Argentina salió jugando desde atrás; Brasil esperó
Es un rasgo que le identifica y así fue desde la primera pelota. Romero la tocó y la va a tocar mucho. Primero porque en el portero va a apoyarse mucho Sampaoli para sumar pases, si bien dependiendo de la calidad de su salida tendrá que comenzar de nuevo mirando atrás o salir con fluidez si el circuito es dinámico. Esta duda se resolverá con el tiempo, pero también con la calidad de sus primeros hombres, pues Otamendi o Mercado no son los mejores tratando la pelota. Con tres centrales, dos carrileros, Di María en izquierda, Banega y Biglia por dentro y Messi y Dybala por delante. Sampaoli trató de generar ventajas ante la sólida Brasil de Renato, Paulinho y Fernandinho.
Le costó a Argentina llegar a la meta contraria con el balón controlado, si bien tampoco perdió demasiados balones en la primera circulación. Brasil optó por mezclar la presión, a veces total y a todo campo, otras veces más específica y derivando el juego hacia fuera, para tener superioridad donde estuviera la pelota. Pasados los minutos, Tité se centró en tapar las recepciones de Messi, en conexión con Banega, y dejó más solo a Di María, que tuvo espacio para llegar y centrar. Solo en esas situaciones, con espacio libre para incorporarse pudo Ángel encontrar acomodo. Cuando la salida le involucraba como hombre a crear, al rosarino le costó mucho.
Messi apenas bajó a zona de medios; fue siempre mediapunta
En Brasil lo mejor estuvo en su transición tras robo o en sus conexiones, fantásticas, a tres bandas, muy medidas y automatizadas. Un lateral o mediocampista buscaba el apoyo, normalmente de Gabriel Jesús, formidable en el movimiento y el toque, mientras Coutinho o Willian rompían al espacio para habilitar el mismo a espaldas de la zaga. Fue algo premeditado y muy productivo, que puso a los rápidos a correr. Sin acierto ni grandes ocasiones, Argentina se adelantó en un córner y cambió su dibujo y sus intenciones. Cabe añadir que en toda la primera parte Messi apenas tocó la pelota en la mitad argentina. No bajó a recibir y mantuvo siempre altura de mediapuntas para después abrir al costado de Di María, siempre más libre ante la atracción del crack blaugrana.
En la reanudación, Sampaoli pasó a línea de cuatro y un repliegue continuo, con Messi donde Higuaín y Dybala por detrás, con el activo y peligroso Correa por banda derecha. Brasil agarró la pelota y encaró el partido con ánimo de abrirse, triangular y profundizar, y lo consiguió por la débil atención de la medular argentina, irregular en las marcas y en las ayudas. Con ventaja en el marcador y siendo el primer día, Argentina buscó transitar desde el robo, una situación que manejó peor, sufriendo más atrás que teniendo la pelota. sí fue el primer día de Sampaoli con la albiceleste.
Foto: SAEED KHAN/AFP/Getty Images
Jaime Ratazzi 10 junio, 2017
No he podido ver el partido pero muchas ganas de ver que hace Sampaoli con Argentina. Bueno pues me voy a RT un post que puse en el anterior artículo de Sampaoli con el Sevilla pero al que llegué muy tarde a comentar.
"Siento profundamente que la temporada se decidió por detalles, estábamos en la cresta de la ola (momento clave la remontada en Nervión en liga al Real Madrid), pero creo que Sampaoli es mucho más de corazón, alma y creer (en otro estilo pero lo más similar que se me ocurre el Cholo), tuvo suerte al principio (quizá demasiada) y en ese marzo maldito se canjeó con creces esa suerte.
Igual me puede el Sevillismo pero en la eliminatoria contra el Leicester me pareció tremendamente superior en la ida y ligeramente superior en la vuelta (vuelta que revisioné) incluyendo el mal inicio de partido (para mi el 1-0 del Leicester llega cuando el Sevilla ya tomó el mando del partido).
Tema aparte de los dos penaltis o no concretar en su momento el 3-0 en Nervión, el partido había cogido un color a las típicas remontadas en liga, llevaba 10-15 minutos in crescendo y justo los dos mejores minutos de fútbol del partido se coronan en una sucesión de acercamientos/rodeos/ ocasiones y….en la expulsión de Nasri.
Estoy convencido que si no se le va la olla el Sevilla acaba ganando en los 90 minutos marcando los dos goles necesarios. A pesar de ello estuvo a no fallar otro penalti de forzar la prórroga con 10 y ahí quien sabe…
Después de ese para mi momento clave del año, el Sevilla entra en depresión por varios motivos:
-1º Caer de la Champions en sí es el día más triste del año.
-2º Quedarse sin objetivo hasta el año que viene: esa exaltación que había conseguido elevar el techo futbolístico no era solo parte de Nasri, era la magia de Sampaoli, la misma que hizo creer a Chilenos que podían dominarle una final a Messi, la que tenía al Sevilla incrustado entre R.Madrid y Barça, creían que eran tan buenos como los mejores y que este iba a ser un año grande (viniendo de 3 Europa League consecutivas!!!!), este Sevilla tenía entre ceja y ceja algo gordo (liga hasta el final o Semifinal de champions, o pelear a muerte en cuartos, caer en Octavos ni pensarlo!), de manera que te suceda lo "impensable" te deprime, se suma a esa mini mala racha que le había alejado de un sólido R.Madrid pese a desgañitarse en cada partido y darlo todo desde Septiembre y te deja con único objetivo no perder una 3ª plaza, se queda cortísimo viniendo de lo que sentían que iban a hacer y de los 3 años anteriores (el último con final de Copa peleada incluida).
Dejando en claro mis pensamientos no me queda más que decir que me da mucha rabia no haber podido ver la continuación del proyecto (y obviamente el que hubiera pasado si a Nasri no se le va la pinza aquel día) y concluir que Argentina ha llamado al más indicado para buscar levantar los ánimos de una Argentina que no cree en la ¿última? oportunidad de Messi para ser el mejor de la historia por unanimidad, visto lo visto ánimos encendidos y viento a favor se pueden mantener más fácil en un torneo corto que en una temporada, si no gana España, que ganen Jorge y Lionel.