Hace casi un mes, sufrió una de las derrotas más fuertes de su dura temporada tras caer por 3-0 a domicilio contra el Crystal Palace de Sam Allardyce. Fue después de aquel día cuando Wenger decidió que su Arsenal necesitaba un nuevo cambio, y desde entonces, ha desterrado su antiguo 4-2-3-1 para dar cabida a un 5-2-3 a imagen y semejanza del que Conte esboza con ese Chelsea FC que lidera la Premier League.
Con Giroud arriba, el 5-2-3 no ha funcionado tan bien.
Los dos primeros choques se saldaron con sendas victorias ante Boro y Leicester, si bien la primera pareció afortunada y la segunda, más coherente con el juego desarrollado. La diferencia entre la una y la otra estribó en el delantero centro que se situó por delante de la doble mediapunta, que contra los de Agnew fue Giroud y, contra los Shakespeare, Alexis. El extra de movilidad proporcionado por el chileno aparentaba dar más sentido a un sistema que, al despoblar su medular, necesita de una gran energía física para poder presionar arriba y recuperar el balón pronto. No obstante, Wenger no pareció ponderar demasiado el valor del ajuste, y la semana pasada, en su visita a White Hart Lane, volvió a apostar por Giroud arriba en ese derbi londinense que se resolvió con un justo 2-0 para los chicos de Pochettino.
Para Wenger, Alexis es crucial en la doble mediapunta.
La insistencia en emplear a Alexis en la doble mediapunta, en un rol cercano al que Hazard desempeña en el Chelsea, puede deberse al plus de creatividad e incluso control que ofrece el crack con libertad para moverse entre líneas; quizá de ahí que Wenger, frente a los Red Devils, buscase un añadido de exuberancia con respecto a Giroud en su posición más adelantada pero sin renunciar a lo que Alexis le da en tres cuartos. El elegido para portar la responsabilidad del ariete fue Danny Welbeck, que se las apañó para marcar uno de los tantos y para crear varias situaciones de peligro a pesar de que el Arsenal atacó mucho menos de lo que su técnico habría deseado.
No son muchos más los puntos de unión entre el Arsenal y quien hoy por hoy lidera el campeonato, los gunners no exhibieron ni esa versatilidad que permite a los de Conte alterar el bloque bajo con el alto, ni la misma eficacia a la hora de poner en práctica su elección -vivir en campo contrario-, pero se atisbaron ligeros brotes verdes ante un equipo, el de Mourinho, que venía de resistir con 10 hombres ante el Manchester City de Guardiola y que, hasta ayer, sólo había perdido tres partidos tras 34 fechas de Premier League.
Foto: IAN KINGTON/AFP/Getty Images
Abel Rojas 8 mayo, 2017
¿Qué habría sido de la temporada del Arsenal si no se lesiona Cazorla? De verdad que creo que este año había un margen súper interesante…