La Juventus FC es, por no pocos motivos, uno de los principales candidatos a proclamarse campeón de la Champions; tiene grandes futbolistas, un sistema que tira, experiencia acumulada, escasos defectos y mucha hambre. Pero como el resto, no se trata de un equipo perfecto, y adolece de limitaciones que, a lo largo de esta campaña, han encontrado castigo en delanteros como Mauro Icardi.
Mauro Icardi pasa por ser una de las joyas ocultas de la actual élite. Todo el mundo le conoce, pero quizá no por cuestiones deportivas, lo que ha escondido un rendimiento que no oposita, sino que merece con todas las letras, el calificativo TOP. Ariete de extrema movilidad y gran autosuficiencia, el del Inter destaca en lo técnico por su nivel como pasador, su control orientado y, en especial, por una paleta de recursos en el arte de la definición digna de un crack.
Los movimientos de Icardi fueron el inicio del padecer juventino.
Pero lo que fastidió a la Vecchia Signora cuando lo tuvo enfrente no fueron sus notables condiciones, sino el cariz de sus movimientos. Pese a tratarse de un punta muy ducho en la ruptura a la espalda de la defensa, contra la Juventus practicó desmarques más indirectos que permitieron a su -inferior- Inter de Milan acumular posesiones de peligro considerable.
Icardi recogía y trasladaba a los centrales a donde son débiles.
La primera de sus rutinas consistió en buscar el espacio que separase a sus centrales (en la ida Benatia, Bonucci y Chiellini; en la vuelta Bonucci y Chiellini solos) y, desde ahí, abrir hacia uno de los costados, haciendo que el central de ese lado se desprendiera de su compañero y cayera a una zona en la que se siente menos cómodo. Así, en lugar de medirse en la banda a un lateral mientras los centrales esperaban en sitios de castigo, encaraba a un hombre menos especializado y dejando ante sí una cobertura del área menos segura para Buffon. Sobre todo Bonucci sufrió sobremanera.
Aunque el modo en el que Icardi penalizó más a la zaga bianconera derivó de una de sus acciones más fetiche: el apoyo a la zona de los mediapuntas y la ejecución, desde allá, del pase al espacio hacia la llegada de un amigo. La gran mayoría de los problemas de Allegri en el curso que transcurre han nacido de la falta de regularidad de los suyos en la posición de pivote. En parte, debido a los contratiempos físicos de Marchisio. Este no fue una excepción.
En definitiva, analizar los partidos de Mauro Icardi ante la Juventus FC se antoja un buen comienzo para aquel delantero que aspire a complicarle la existencia. Y también un ejercicio interesante para quien desee descubrir un delantero de categoría con relativamente poco foco sobre sí.
Foto: Emilio Andreoli/Getty Images
Javier Cordero 27 marzo, 2017
Mi delantero preferido de Europa desde hace varios años. Hace tiempo escribí sobre su carrera y justo destaco esto, quizás el arma individual que más ha puesto en jaque a la Juve en estas temporadas de Serie A. Os lo dejo por aquí http://laderechadesteven.blogspot.com.es/2016/05/…