Un remate de Iago Aspas puso el gol a un derbi excesivamente plano, en el que a los hombres de Pepe Mel les faltaron cierto poso ofensivo para ir a por los tres puntos desde el argumento. Por su parte, su rival de toda la vida venía de pasar a cuartos de final de Europa League y ello tuvo que ver. La noticia es que el Celta jugó un derbi con mayor serenidad ofensiva, celebrando de nuevo una gran victoria lejos de su estadio. Seguramente sin grandes actuaciones pero con esa conciencia de esperar el momento sin precipitarse, los de Berizzo formaron así una semana perfecta.
El Deportivo volvió a optar por un repliegue bastante notorio.
Para recibir al Celta, Pepe Mel dio continuidad a la figura de Celso Borges, pero esta vez como tercer centrocampista y posterior llegador para completar las salidas y transiciones de sus equipos. El técnico madrileño está dando pistas inequívocas de que sus ataques, pausados o en contragolpe, tienen un claro protagonismo de los costados, con Juanfran y Gama por derecha, como la sociedad más presente, más Luisinho y Fajr como más secundaria, haciendo que la llegada de Borges al área, en lugar de Andone junto a Joselu, sume el efectivo que falta por dentro. Bien podría decirse que al Dépor le faltó acierto concreto pero también que el Celta no se deshizo posicionalmente como en otras ocasiones. Ante los vigueses, además, el costarricense sería la primera opción para dificultar la circulación del oponente.
La defensa posicional del Dépor fue su mejor arma, el plan A para dar visibilidad que vienen mostrando los celestes esta temporada. Con Bongonda donde Pisto y Beauvue entrando en el minuto once por Guidetti, lo mejor de los visitantes fue siempre al contragolpe. Que el Dépor pudiera roba y salir, permitió al Celta aprovechar la inercia de cada oleada para correr. Antes, muchas dificultades para combinar con precisión e instalar el ataque más arriba. Con el Dépor más expuesto, a la suma de los movimientos, todos interesantes de Beauvue, y la amenaza obvia de Aspas, se sumó Daniel Wass.
El danés es un futbolista irregular tomando decisiones pero se ha convertido en un futbolista clave en el Celta que saca rédito de partidos de ritmo alto y necesidad de sumar un hombres más en medio como uno más que se descuelgue arriba, papel que representa como nadie Wass, quien ante la transición ataque-defensa de los deportivistas ofreció siempre las decisiones más consecuentes, siendo el jugador que dejó a Pepe Mel confuso en el momento en el que el 0-0 debía de comenzar a cuestionarse. El Deportivo de la Coruña jugaba en casa y debía tomar mayor iniciativa. Con Florin Andone y Carles Gil ya sobre el campo, con más vocación ofensiva, el Celta conectó a Daniel Wass con Bongonda, Beauvue y Aspas y encontró el camino hacia la victoria.
Foto: MIGUEL RIOPA/AFP/Getty Images
Abel Rojas 20 marzo, 2017
El partido de Wass me pareció inmenso. Por resistencia, por lectura, por claridad. A mí el Celta no me pareció clarividente casi en ningún momento, sólo lo vi muy fluido tras el ingreso al campo de Pione Sisto, que le dio más posibilidades y más autosuficiencia, pero Wass lo tenía clarísimo.