La diferencia de dinámicas entre Atlético de Madrid y Sevilla marcó el escenario táctico de uno de los grandes partidos de la jornada en la Liga española. En el Vicente Calderón, el conjunto del Cholo Simeone pudo construir lo que tanto venía necesitando, uno de esos encuentros que transmite seguridad, dominio en ambas mitades y sensación de control en la mayor parte de la tarde ante uno de los grandes del campeonato. Enfrente, un Sevilla afectado por lo más reciente, y que provocó un efecto contrario al que experimentó su rival, pues los de Jorge Sampaoli hicieron cosas erróneas que entran dentro de lo normal y otras que ya cuestan explicar por cómo se ha ido conformando este Sevilla a lo largo de la temporada.
Simeone detectó dudas y fue a buscarle las cosquillas al Sevilla.
El resultado y su forma podían tener bastante de racional teniendo en cuenta lo que ha significado el último mes en clave sevillista. El acabado del partido vio a un Atlético dominando los detalles, teniendo influencia en el balón parado y una energía en el juego diferente, con buenas fases de presión, robo adelantado y recuperación tras pérdida, un plan de partido que explicó bien las diferencias emocionales. Aún teniendo estos planteamientos un componente táctico evidente, el contexto del partido hizo aún más relevante el factor mental de cada uno de los equipos.
De entrada, el Atlético fue arriba a dificultar la salida de balón hispalense, y lo hizo con muchos futbolistas, creando inestabilidad, pérdidas peligrosas o pelotas rifadas que alejaban al Sevilla de poder dominar mínimamente la escena. Esa ausencia de estabilidad contrastó con las ganas que desprendía cada rojiblanco, que tenía una marcha más en cada persecución. Para más inri, cuando el Atlético tenía la pelota, se comprobó que la idea de Sampaoli, seguramente justificada, era ciertamente extraña.
Pese a Mariano y Escudero, Sarabia y Vitolo fueron laterales.
Sin un patrón definido, la posición y el comportamiento de Escudero y Mariano, carrileros, y Sarabia y Vitolo, extremos, no seguía la lógica natural de la posición, llevando cada uno a cabo misiones que no tuvieron el efecto buscado, pues en sus fases de defensa más retrasada, que Sarabia y Vitolo fueran laterales al uso dificultó aún más su salida tras recuperación; el Sevilla se pasó casi 25 minutos sin cruzar la línea medular. Cuando el Atlético rebajó la presión, tampoco se vio al Sevilla que con balón se junta para progresar, fruto de las dificultades que atraviesa su juego combinativo, el que involucra a Nasri y N´Zonzi, futbolistas poco inspirados en los últimos meses.
Nada más arrancar la segunda mitad, Sampaoli reconfiguró, como tantas otras veces, su equipo, dándose cuenta de dónde estaba el problema. El argentino retiró a Lenglet para dar entrada a Jovetic, formando línea de cuatro y dos puntas. Las posteriores modificaciones, de Iborra por Sarabia, y Correa en lugar de Wissam Ben Yedder, los dos futbolistas que más están produciendo en el descenso que está sufriendo el equipo de Sampaoli, individualidades muy enfocadas a cambiar las cosas que esta vez no tuvieron el efecto que desde el inicio del encuentro sí pudieron ofrecer tres de las grandes bazas rojiblancas de cara a todo lo que viene, que es gordo y ya: Godín, Filipe y Griezmann. Si el último y el penúltimo suman muchas o varias semanas a un nivel importantísimo, la actuación del central uruguayo es la noticia más positiva para una zaga que entre Oblak y Gabi no tenía apenas ninguna.
Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images
Alex Fuentes 20 marzo, 2017
Partidazo del Atlético de Madrid, recordando los mejores momentos de estos 5 años de Cholismo.
Defensa inexpugnable de la frontal del área, sin posibilidad alguna para magos como Nasri o portentos como Vitolo. Godín volvió a su mejor nivel para comandar esa defensa y el doble pivote Saúl-Gabi dominó la segunda jugada. Saúl cada día se asienta más ahí, siendo especialmente importante en fase defensiva. Lo de Gabi es lo de prácticamente cada encuentro, orquestando la presión, atento a todo, fuerte al choque… me parece que se habla poco del capitán del Atleti.
Arriba Gameiro y Carrasco se movieron bien, aunque no estuvieran todo lo finos que quisiéramos (qué golazo hubiera sido el larguero de Kevin), Koke tuvo un partido de menos y más y Griezmann demostró que solo hay un futbolista superior a él a fecha marzo de 2017, porque no es humano. Al resto los mira a los ojitos y en el mismo escalón. Qué golazo metió ayer Antoñito.
Se confirma que Sime Vrsaljko solo se perderá un mes de competición, ayer por la noche el club se temía lo peor.
PD: no hay un solo campo español donde se pueda vivir un ambiente como el de ayer. Qué cosa más bárbara. Con el Calderón así, el Atleti empieza 1-0 sus partidos. Los primeros 15 minutos espoleados por la grada, el tifo y el #DePadresAHijos, fueron magníficos y casi culminan con uno de los goles del año (Kevin).
Forza Ecos!