Desde que Diego Simeone llegó al Vicente Calderón, competir siempre ha pasado por involucrar a todos los futbolistas de campo en tareas defensivas. Así, como legado para el fútbol de este siglo, su ciclo en el Manzanares deja una de las defensas posicionales más extraordinarias que se recuerdan: un 4-4-2 que vendaba los ojos de cada jugador con tal de que defendieran como si lo hiciese uno solo en lugar de once. En ese oficio que durante tantos años se elevó de categoría, la figura del mediocentro, encarnada por el perfecto Tiago Mendes, ofrecía la seguridad en el no error una vez la idea le educó para hacerla tan suya que pudiera explicarla en el futuro. El ‘5’ rojiblanco, pasados los 30, era un maestro.
Cinco años después, la confianza para el puesto, a 1 de septiembre de 2016, no cambió, siendo Augusto Fernández y el jugador portugués los encargados de seguir abrochándose la chaqueta verde. Las circunstancias han invalidado ambas opciones, y el Atlético de Madrid -Simeone- ha echado mano de Koke en la base para finalmente desecharlo tras determinados resultados que han zozobrado lo nuevo. Ahora mismo, el finalista de la última Champions League vuelve a querer y necesitar un hombre que represente solidez en el ‘5’… pero no tiene maestros. Primero recurrió a Saúl, el de mayor envergadura y potencial capacidad, pero el Cholo se lo ha pensado mejor y ha mirado hacia otro lado. Giménez, un central uruguayo, viene siendo el elegido en los últimos cuatro partidos -aunque en uno solo como titular, en Ipurúa– para comprobar lo ya probado en la mente de su míster.
Simeone se ha quedado sin mediocentro, uno de sus baluartes
Giménez es un central muy cercano a lo que se conoce como marcador, más cómodo fijando un jugador (la marca), contactando con él, saltando con él y yendo mucho al suelo en situaciones límite. El día de su presentación llegó a decir que trataba cada pelota como si fuera la última. Para legitimar esas características defensivas nació en el Toledo uruguayo, desde donde complementa su fútbol con un carácter y una confianza en sí mismo que puede no tener comparación en una plantilla especialmente valorada por ello. Es por eso que, por contra, esas características podrían desligitimarle como una solución fiable que garantice no sólo solidez sino una estructura defensiva que pueda proponer y protagonizar una defensa a diferentes alturas. Por el momento, a corto plazo, y en un Atlético que parece haber abierto un proceso de cicatrización, Giménez quiere convencer a Simeone como ¿momentánea? solución.
“Siempre comento que en el fútbol argentino hay que buscar alternativas porque no hay dinero. Hay que buscarse la vida para resolver situaciones. Y José ha jugado ahí de joven, hace mucho que no lo hace, todo lo malo que salga de su nueva posición será cosa mía, pero seguramente dará una mano ahí. Lo mejor es renovarse y buscar gente que tenga ilusión. Ver cómo jugó él me engancha». Son palabras de Diego Pablo, quien para recomponer el estado anímico del equipo está buscando la regularidad y la victoria desde el esfuerzo no negociado y la portería a cero, argumentos muy valorados en el Manzanares, pues así se recordará la mejor etapa de su historia.
José Mª Giménez fue más un tercer central en Ipùrúa
En ello, Giménez puede ofrecer tareas tan simples como reforzar la defensa del área, insuflar de carácter la retaguardia, ser un recurso ante un asedio final o sumar en ambas áreas cuando se bota un balón parado. Porque de relacionar sus virtudes técnicas defensivas, ya descritas, con las del mediocentro clásico de la gran obra de Simeone, cuesta imaginarlo: no ir al suelo, guardar posición y no buscar el balón ni el contacto, interpretar la altura ofensiva del rival para sacar al equipo cuando el balón no comprometa zonas intermedias y un etcétera que siempre pareció muy relacionado con una larguísima experiencia en la posición y la mesura de un gran conocedor. Será muy interesante ver si Giménez es una apuesta real y cómo puede su entrenador hacerla sostenible para luchar por los títulos.
Foto: JAVIER SORIANO/AFP/Getty Images
Soprano_23 10 enero, 2017
No son el mismo tipo de jugador pero cuando Simeone idea a José María Giménez como mediocentro me imagino que busca encontrar un stopper del estilo Casemiro, a quien hay que empezar a valorar, al margen de gustos personales y abanderamiento de estilos, como lo que es: uno de los mejores mediocentros del mundo. Sin matices. Su impacto en los partidos no deja lugar a dudas, pese a que, yo entré en ellos, se prefiera otro tipo de mediocentro. El Casemiro actual, sobre todo.
Esta versión de mediocentro muy por encima de la media en lo físico -resulta absurdo, incluso, tal superioridad entre jugadores profesionales- que mide perfectamente cómo meter el pie y gana segundas jugadas en consecuencia como si fuese fácil que, además, está ganando en lectura del juego que favorece que se esté convirtiendo es un elemento de calidad diferencial defendiendo, también, en campo rival -ojiti con ésto porque eleva el los recursos y nivel Del Real-. Son dos últimos partidos han sido un espectáculo en este sentido(Varanne está posibilitando, en gran parte, que pueda hacerlo, pero esto mejor comentarlo en profundidad otro día porque tela con el francés…).
Así pues, como comenta Arroyo, segurmente busque eso. Un ganador de posesiones mediante la disputa del juego directo que fortalezca la defensa del área y dote de una agresividad, seña de identidad de la etapa más gloriosa del Atlético de Simeone, que no está mostrando con la continuidad que debería. No creo que el Cholo piense que el charrúa pueda convertirse en lo que es hoy el brasileño, no es lo normal, pero si logra acercársele lo verá como un billete premiado de lotería – de hecho, ni el más optimista pensaba hace justo 1 año que Casemiro sería lo que es hoy. Ahí puede estar su esperanza-. Así que yo no sería taaan tajante en cuanto al corto placismo de la propuesta o su relevancia en los planes del Cholo. Aunque dependa, como se comenta, de una metamorfosis que lo más probable es que no se de.