Si en las últimas temporadas el 4-4-2 había ganado presencia en detrimento del asentadísimo 4-2-3-1, este curso el sistema más empleado como alternativa es el que parte de una defensa de tres centrales y dos carrileros, sean estos más o menos defensivos. Pero, ¿por qué está pasando esto? ¿Qué implicación tiene? ¿Es cada caso un mundo? El equipo de «Las Gaunas» quiso analizar este aspecto tratando a los conjuntos más asentados. Valencia (Quintana), Sevilla (Abel), Real Betis (Arroyo) y Sporting (Albert) fueron los elegidos, pero hay que apuntar que Alavés, Barcelona, Granada u Osasuna también han llegado a emplear dicho dibujo.
PRANDELLI CONTRA EL DESEQUILIBRIO
El Valencia tiene muchos problemas, pero seguramente los que parecían más manejables desde la pizarra eran los causados por la inconsistencia defensiva que sufría en los costados. Los laterales no son ni mucho menos especialistas en la materia, pero lo cierto es que el problema no nacía sólo en ellos. El poco retorno defensivo de los extremos, la inconsistencia de los interiores para acudir a banda o el poco acierto que mostraban lo centrales no hacían sino incidir en lo provechoso que era atacar a los ches por ambos costados.
De ahí que la idea de Prandelli de jugar con tres centrales sonara tan acertado desde un plano teórico. Con dos centrales escoltando a Garay, el impacto a la hora de defender una jugada era evidente: mientras un central podía acudir a la ayuda del lateral, el otro cerraba junto al argentino el punto de penalti. A cambio se perdía un atacante, porque el italiano apostó por un 5-2-1-2 y no por un 5-2-3, pero a su vez también podías proyectar sin tanto temor a ambos laterales. Y esto es lo que ha sucedido: el cambio ha mejorado defensivamente al Valencia sin que tampoco se haya visto afectado ninguna otra línea del equipo. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para revertir los resultados. El che es un equipo con problemas tácticos, resulta obvio, pero estos cada vez parecen menos importantes en comparación con sus lagunas competitivas.
SALVANDO AL SOLDADO N’ZONZI
El Sevilla FC comenzó la temporada con una apuesta muy valiente que desnudaba en exceso su parte de atrás. A menudo, lanzaba a sus dos laterales y despegaba a todos sus centrocampistas menos uno muy por delante de la línea del balón, buscando ensanchar el campo y, a su vez, trazar el mayor número de líneas de pase posible para que el circuito de pases fluyera. Pero no lo hacía, y tras la pérdida del esférico, se quedaban únicamente dos centrales y el pobre -e intimidado- Steven N´Zonzi administrando el gran marrón.
Sampaoli tomó cartas en el asunto y planteó un 5-2-2-1 con Gabriel Mercado, Adil Rami y Nico Pareja formando una línea de tres centrales. Al sentirse más protegidos, aumentaron su valentía y se convirtieron en zagueros mucho más expeditivos que defendían hacia delante en lugar de correr hacia detrás, adelantando por consiguiente la posición de N´Zonzi, dotando a la estructura de mayor poder para controlar el centro del campo y, en general, mejorando varios niveles el nivel competitivo de este Sevilla FC.
MÁS DEFENSA PARA PODER ATACAR
El uso de la zaga de tres centrales en el Betis de Víctor SdA vino motivado por diferentes circunstancias. La principal era ganar algo más de seguridad defensiva en su propia área. A los verdiblancos les generaban multitud de ocasiones y eso estaba afectando al ánimo del equipo. No obstante, desde ahí, el Betis configuró por completo su idea colectiva línea por línea. A nivel de propuesta trató de recuperar la presión adelantada y, sobre todo, relacionar a sus futbolistas más talentosos y creativos en el carril central -Joaquín, Castro, Ceballos-, encomendando a los carrileros el juego exterior.
El resultado es que el Betis parece haber encontrado más equilibrio competitivo sin que la suma de un defensor más haya repercutido negativamente en otra zona del campo. Víctor viene probando a Joaquín como interior diestro, más una doble punta formada por Sanabria y Castro, una suma de piezas muy ofensiva que hace que esta defensa de tres deba sostener numéricamente los posibles desequilibrios. Resumiendo, Víctor Sánchez del Amo ha ideado una defensa bastante más protegida con el ánimo de ser más ofensivo.
ISMA Y DOUGLAS LIBERADOS
Para Abelardo no está siendo fácil dar con la tecla, pero seguramente cuando más sensación dio el Sporting de haberla encontrado fue tras su visita al Bernabéu coincidiendo con el paso a defensa de tres centrales. Un cambio de dibujo cuyo incremento de efectivos atrás, más que aumentar la seguridad de la retaguardia ha servido para potenciar en ataque a determinadas piezas de sus sistema y para insinuar desde su impulso un juego más equilibrado.
El efecto más visible ha sido el de los laterales Douglas e Isma López, con problemas en defensa de cuatro y a los que tener las espaldas cubiertas con un hombre de más les ha permitido una intervención en ataque más presente y, a la postre, resolutiva. Más exterior el brasileño y con su característica tendencia interior el navarro, el vuelo que han ganado en el Sporting ha acarreado, también, que futbolistas antes de banda como Moi o principalmente Carlos Carmona hayan podido abandonarla para influir en zona de mediapunta, ofreciendo con ello soluciones entre líneas, opciones en la frontal y un aliento interior sobre el que apoyar la jugada.
Foto: JOSE JORDAN/AFP/Getty Images
Abel Rojas 22 diciembre, 2016
Debo reconocer que el Betis me gustaba más con el triángulo Donk-Petros-Ceballos. Me parecía más afín al nuevo modelo que estaba y está implementando Víctor.
Por otro lado, si esto va de éxito, ninguna me ha parecido tan ventajosa como la de Sampaoli. Me ha parecido tan exitosa que ahora no me parece imprescindible porque futbolistas como Rami, Mercado, Pareja o N´Zonzi, a base de la confianza adquirida, ya son otros jugadores diferentes a los que fueron.