Zinedine Zidane recuperó su triángulo de centrocampistas fetiche de cara a la semifinal del Mundial de Clubes que le midió al América de México de Ricardo Lavolpe. Y con los tres grandes jefazos, Carlos Henrique Casemiro, Luka Modric y Toni Kroos, volvió a ser el equipo que ganó la última Copa de Europa sin que su portero Keylor Navas tuviera apenas trabajo sumando semifinales y final. Es muy difícil fluir contra una medular tan, tan experta cubriendo vías de escape y líneas de pase; más si cabe cuando enciende el chip de control-seguridad en su cabeza aun a costa de que el ataque se vuelva más espeso. La prioridad para Zidane siempre ha sido no fallar, no facilitar, y con su triángulo titular, el Madrid no regala nada.
La competencia, por supuesto, en este caso fue inferior a la de aquellos meses de abril y mayo. El equipo de Lavolpe, extrapolado a la escala de exigencia que supone este Real, sufre de infinidad de contraindicaciones que los merengues castigan sin ninguna piedad En especial, se trata de un conjunto sumamente preocupante sacando el balón desde atrás, pues insiste en rasear el cuero pese a carecer de calidad técnica diferencial para ello y, lo más grave, de la claridad de ideas que tan imprescindible se antoja. La cantidad de pases de los laterales o los centrales al pivote cuando este estaba de espalda y presionado por Kroos o Modric osciló entre los irresponsable y lo futbolísticamente suicida. Sería injusto criticar en exceso la apuesta porque el América compite en otro nivel y, en ese, se ha desarrollado así, pero hay que constatar que fue un oponente bastante asequible para el campeón de la Champions League.
Lucas Vázquez contrastó ciertos avances en el ataque blanco.
Sin embargo, como suele sucederle cada vez con mayor frecuencia, el Madrid no tradujo su dominio ni en un saco de ocasiones ni en un marcador acorde a lo proyectado. Y eso que, esta mañana, dos de sus tres delanteros jugaron bastante bien. En el primer tiempo destacó Cristiano, que influyó más por dentro que por fuera pero no en labores de ariete, sino de mediapunta. Fue el atacante que más y mejor se movió y quien más recepciones ventajosas provocó para los dos amos del encuentro (el artista croata y el káiser alemán).
Aunque quizá el nombre propio más reseñable fuese el de Lucas Vázquez, no ya tanto por su creciente desempeño y desequilibro latente como por la ruta de sus llamativos desmarques. El Madrid de Zidane está exponenciándose y esto se percibe, por ejemplo, en el recorrido ofensivo de sus futbolistas, que está ganando riqueza y ambición sin que se note para mal en el apartado de la defensa. Del mismo modo que Kroos está pisando más área y Modric, más banda, Lucas está visitando zonas interiores que para un extremo que ejerce a pie natural no serían probables a menos que su entrenador se lo pidiese. De esta guisa, aunque la acción más repetida por el Real sigue siendo el centro al área, su juego interior se está fortaleciendo. Prueba de ello fue que sus dos goles ante los mexicanos llegaron tras sendos servicios desde el carril del medio.
En última instancia, y no sin antes mencionar que el ecuatoriano Michael Arroyo (extremo izquierdo) tuvo un impactó muy positivo en las perspectivas del América, cabe reseñar la curiosidad de que el equipo de Zidane es uno de los pocos que parecen más sólidos con el 4-3-3 que con un 4-4-2. En teoría, el primer esquema esboza cuatro alturas (defensa, pivote, interiores, delantera) y el segundo, tres, lo cual presenta el primero como un dibujo más complejo y con más «entre líneas» que custodiar, pero hoy, de nuevo, la salida de un interior por un extremo (James por Kroos) disminuyó la sensación de paz que reinaba en los merengues. El motivo, en buena medida, trató de explicarse en el vídeo de lid táctica «Isco en clave Zidane».
Foto: Matthias Hangst/Getty Images
Andrés 15 diciembre, 2016
Partido bastante comodo del Madrid, sobre todo el segundo tiempo, donde para mi pese haber jugado a media maquina, nunca perdió la concentración y perfectamente pudo haber ganado 0-4.
Sin embargo, para hablar del América, debo reconocer que su planteamiento la verdad me parece que ayudó mucho a que el partido fuera algo aburrido.No entendí su miedo a salir goleado,porque para mi es que nada tenía que perder.Con un Madrid a medio gas, no sé, para mi pudo haber mostrado más actitud de ataque en el 2do tiempo, no futbolistica, pero por lo menos las ganas.
Por cierto.No será que Zidane sí ve a James mas de centrocampista que de extremo derecho? Me sorprende que deje a Lucas y no lo saque por James, que me parecía el cambio natural