El paladar futbolístico del Ramón Sánchez-Pizjuán lleva una década acostumbrado a tres rasgos fácilmente reconocibles: el carácter abrasivo de su equipo, el juego de bandas con el que desborda al rival y, como guinda, la figura de un nueve de 20 goles por curso.
Frédéric Kanouté (21 goles), Luis Fabiano (24), Kanouté (19), Luis Fabiano (15) Negredo (20, 14 y 25), Gameiro (15), Carlos Bacca (20) y, de nuevo, Gameiro (16). Estos han sido exactamente los últimos máximos goleadores del Sevilla FC en las últimas diez ligas. Más allá de las cifras, que están sujetas al contexto, a la competencia y al acierto puntual, todos han sido delanteros que han dejado una huella muy profunda en el Pizjuán. A partir de su calidad, de su agresividad, de su olfato y de su remate han sido elogiados, queridos y muy valorados. Su importancia siempre ha sido capital. En las buenas y en las malas. Con Juande Ramos, con Manolo Jiménez y con Unai Emery. Por eso uno entró en la historia del club, otro fue delantero de Brasil en una Copa del Mundo y los tres últimos firmaron por el ManCity, el Milan y el Atleti respectivamente.
Y, por eso, ahora mismo hay una pregunta que sobrevuela el templo hispalense: ¿es Luciano Vietto un delantero centro a la altura de este Sevilla? ¿Puede ser el gran goleador del equipo de Sampaoli?
Luciano Vietto lleva 5 goles en 17 partidos oficiales.
Aunque todavía no hay respuesta a ninguna de estas dos preguntas, lo que resulta evidente es que el argentino es un punta diferente a lo que estaba acostumbrado el Pizjuán. Y el Sevilla 16/17, fabricado al alimón entre Monchi y Sampaoli, ya era perfectamente consciente de ello cuando pidió su cesión. Sin ir más lejos, en su temporada de debut en el fútbol europeo Vietto la rompió en el Villarreal, fue uno de los delanteros de la competición y dejó actuaciones fascinantes en el Camp Nou o en el Calderón, pero únicamente anotó 12 tantos. Porque lo mejor de su juego no está dentro del área, sino fuera de la misma. Lo que ocurre en el punto de penalti es un complemento muy necesario, pero ni es el inicio ni es el gran fin de su fútbol.
Es decir, nada de lo que pueda estar sucediendo se debería entender como inesperado ni sorprender a nadie. Es tan coherente que Vietto esté sumando amplitud, desmarques de todo tipo y toques de calidad en tres cuartos, como que de la sensación de que al Sevilla le falta una referencia arriba que de más presencia a los de Sampaoli en el remate. Porque no es tanto el gol, como sí la presencia. A estas alturas el argentino lleva cuatro tantos en Liga y uno en Champions, lo cual no es una mala cifra si además le sumamos la aportación de Ben Yedder. Pero si uno se asoma a un partido cualquiera del nuevo Sevilla no tarda demasiado en apreciar que, pese a que esté dominando, el gol nunca parece demasiado cerca. Luego la realidad, sobre todo a partir de la dirección de Sampaoli, está demostrando que la capacidad ofensiva del Sevilla supera cualquier expectativa, pero normalmente ésta pasa por alto a un Vietto que no encuentra caminos que le acerquen al gol.
Esta circunstancia, además, se ha visto agravada con el nuevo esquema. Porque para racionalizar los espacios y solventar de mejor manera los primeros pases de Pareja, N’Zonzi o Nasri, lo que ha hecho Sampaoli es alejar del punto de penalti a los mejores amigos de Vietto. Con Franco Vázquez abierto a la derecha, Vitolo totalmente pegado a la cal izquierda y con los centrocampistas más atados que en otras ocasiones, Vietto cuenta con la libertad de moverse por todo ese espacio generado en el carril central… Pero también con la obligación de sumar la presencia en el área que el Sevilla no busca ni consigue de otra manera. Es más, a día de hoy, el jugador que más peligro está transmitiendo de manera colectiva y constante es Escudero, el lateral izquierdo. Y esto es por un tema táctico del 5-2-2-1, pero también por la liviana condición de Vietto.
Luciano Vietto está jugando de forma notable. Pero…
En resumidas cuentas, el punta argentino está jugando muy bien. Aporta variedad, movilidad, calidad y colectividad a un entrenador que lleva años viviendo de todo ello. Pero con Vitolo en la banda izquierda y Franco Vázquez tan alejado de la frontal, quizás ahora mismo se esté notando más lo que no suma que lo contrario. Y en noches como la de hoy, en la cual el Sevilla recibe a la Juventus para certificar la clasificación y tratar de hacerse con la primera plaza del grupo, no sería raro que el Sánchez-Pizjuán echase en falta a uno de esos delanteros centro que parecían garantía de gol.
Segundo Asalto – 10 – El nuevo Sevilla de Sampaoli
Foto: David Ramos/Getty Images
Abel Rojas 22 noviembre, 2016
Lanzo dos preguntas:
1. ¿Llevaría Ben Yedder más goles que Vietto si invirtieran su suma de minutos?
2. ¿Llevaría el Sevilla más goles de los que lleva si Vietto y Ben Yedder invirtiesen su suma de minutos?