La cantidad de caras nuevas en su parte ofensiva ha centrado el debate y el análisis de este Villarreal de Fran Escribá, recuperado del golpe de agosto y en una dinámica de juego y resultados acorde a su pasado más reciente. Soriano, Sansone, Alexandre Pato o Santos Borré han ido siendo más o menos protagonistas en el relanzamiento del equipo. Sin embargo, ha sido uno de los de siempre el que ha terminado por erigirse en uno de los jugadores más inspirados no sólo del Villarreal sino de todo el campeonato español en sus últimas fechas. A sus 25 años, Trigueros ha vuelto a su mejor nivel, creando unanimidad en torno a su momento actual. Se está saliendo.
La temporada pasada, Trigueros perdió algo de color. En un Villarreal de puro contragolpe, cedió minutos en favor de Tomás Pina, un perfil de centrocampista de más desgaste. Con Bruno siempre fijando atrás y jugando al mismo nivel que el que ha mostrado en toda su carrera, Trigueros pareció quedarse algo retrasado tanto en estado de forma como en rendimiento en el equipo. Podía rendir pero el escenario quizás no le favorecía tanto como estamos viendo en este arranque de temporada. Su último mes lo está elevando a un rango de centrocampista referencia. Su juego, y sobre todo, su distinción como elemento mixto dentro del sistema, muy característico como pareja de Bruno, pues define lo mejor de ambos, está brillando.
Trigueros y Bruno, una pareja atípica pero de un nivel extraordinario
De toda la Liga, y de entre los equipos que forman con dos hombres en la medular, no se encuentran ejemplos de parejas que se posicionen como Bruno y Manu Trigueros. Es difícil ver un pase horizontal entre ambos en 90 minutos. Muy difícil. Trigueros, un mediapunta de formación, está siendo un pivote con alma de ’10’ muy agresivo con balón. Recuperada la confianza grupal, el Villarreal toma cada vez más riesgos posicionales en toda su estructura. Hay feeling, tacto y sinergias que lo hacen posibles. Con Bruno como maravilloso pasador a espaldas de los pivotes rivales, Trigueros está llegando y recibiendo muy arriba. Nada le detiene. Su control de balón y su toma de decisiones, propias de un jugador creativo, da a los amarillos unas posibilidades brutales cuando necesita un gol o eleva el ritmo en sus momentos más inspirados.
Escrita esta columna hace escasas tres semanas, el papel de Trigueros ha ido más allá. Su acierto y presencia no para de crecer, dejando a su equipo como único equipo invicto del campeonato junto al Real Madrid de Zinedine Zidane. Trigueros, que ahora mismo es un arma ofensiva en situaciones más organizadas y resulta un impresionante lanzador para las contras de Bakambú, no tiene antídoto claro. Si recibe entre líneas, al manejar tan fluidamente el sistema del Villarreal, en el que ya conoce las posiciones que le rodean, gira las líneas rivales, y si la recoge más abajo guarda un pase vertical igualmente agresivo y finísimo para encontrar a los puntas en apoyo. Como lo lógico es que el punto en el que está todo su acierto no se prolongue durante todo el año, es tiempo de aprovecharlo. Manuel Trigueros Muñoz es muy bueno.
Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images
hola1 25 octubre, 2016
Merecido culto. Que bueno que es Manu Trigueros, madre mia.