Cesare Prandelli debutó en la Liga con un triunfo más meritorio que elogioso, pues a nivel colectivo el Valencia se volvió a mostrar como un equipo vulnerable al que todavía le resulta imposible conservar lo poco que va ganando. Dicho esto, el equipo valencianista recolectó varias noticias positivas de índole individual en su partido en Gijón: la exuberante actuación de Joao Cancelo como extremo derecho, la seguridad defensiva que aporta Ezequiel Garay en el área y, obvio, la más que destacada adaptación de Dani Parejo a la mediapunta.
Dani Parejo fue mediapunta de un clásico 4-2-3-1.
El de Coslada ha jugado en absolutamente todas las posiciones del centro del campo. Mediocentro único, segundo pivote, interior por la derecha, interior por la izquierda, volante diestro… No hay una combinación en la que no se le haya probado, incluida ésta de mediapunta de un 4-2-3-1 (que se convierte en 4-1-4-1 en defensa).
Lo interesante de lo visto ayer en El Molinón es que la interpretación de dicha posición sí que fue bastante diferente de la que nos tenía acostumbrado. Además de ser un tercer apoyo para asentarse en campo rival y de llegar desde segunda línea, aportando una calidad que se puede medir en goles, Parejo ejerció como una referencia adelantada, casi siempre de espaldas a portería, sobre la que el primer Valencia de Prandelli pudo crecer con cierta continuidad.
La idea sobre el campo parecía clara: formando un doble pivote bastante -demasiado- paralelo, la principal labor de Mario Suárez y de Enzo Pérez venía a ser la de encontrar a Dani Parejo con un pase vertical. El 2+1 quedaba tan perfectamente dibujado que parecía trazado con escuadra y cartabón. Una vez Parejo podía recibir de espaldas, le llegaba el momento de decidir como si de un pívot atacando una zona se tratara. Su acción más habitual fue devolver el pase a Enzo o Mario, aunque diez metros más adelante, con las consiguientes ventajas. Pero en ocasiones también pudo conectar con José Luis Gayà por izquierda y con Joao Cancelo por derecha, lo cual solía desembocar en las jugadas de mayor peligro visitante.
Quizás, el Valencia le necesite más por detrás.
A tenor de lo visto en la primera parte, pues en la segunda todo se diluyó, Dani Parejo puede reinterpretar la posición de mediapunta que ya ocupó hace unos años, de manera que además de goles también aporte una mejor gestión del juego. Sin embargo, las preguntas que surgen a continuación son obligadas: ¿El Valencia no le va a necesitar más por detrás del balón? ¿Pueden Enzo y Mario -o Álvaro Medrán- gestionar la salida de balón con continuidad? ¿Con menos espacios, en Mestalla, va a poder recibir tan fácil en la zona más ocupada y mejor defendida del campo? Las respuestas, en las siguientes semanas. A Cesare le toca trabajar hasta con las buenas noticias, pero ya lo hace desde la victoria, que no es poco.
Foto: BIEL ALINO/AFP/Getty Images
José Luis 17 octubre, 2016
Parejo puede convertirse, si se dan todos los condicionantes para ello, en el Banega que triunfó en el Sevilla. Precisamente jugaba detrás del delantero.
En lo de Cancelo, ¿a quién se le ocurrió ponerlo de lateral? Es un extremo de categoría. Su mejor partido sin duda. Por cierto, su segundo mejor partido lo jugó también de extremo… izquierdo. No me cabe duda de que mejorará las prestaciones de Feghouli, un jugador que me encantaba y que probablemente el Valencia ha echado de menos este año.
Diego Alves-Garay-Mangala-Enzo-Mario-Parejo. 6 jugadores que forman la columna vertebral de un equipo que o-bli-ga-to-ria-men-te debe aspirar a Champions. Solo veo "cojo" el puesto de "9", que puede ser la excusa de este equipo para no completar un gran año.