La derrota en el derbi de Manchester dejó algo helados a Mourinho y su proyecto. El resultado fue un estrecho 1-2 y el juego evidenció durante el segundo periodo que no estaban tan lejos del City, pero moralmente tuvo su impacto, se notó en el duelo siguiente contra el Watford FC y de ahí surgieron muchas dudas. Como suele suceder en estos casos, hubo nombres sobre los que se cargó de manera especial, y esta vez los salpicados fueron Blind, Fellaini, Rooney y el futbolista más caro de la historia, que debido a esta etiqueta estará condenado de por vida a soportar la presión consecuente. Y ante el Leicester City, vigente campeón de la Premier League aunque no exhiba ese nivel, Mourinho sentó a Marouane y Wayne para, quizá de modo indirecto si bien esto no se sabe, potenciar al propio Paul.
El United encontró a Mata sin necesidad de pasar por Pogba.
La movilidad de Mata y su tendencia a caer hacia su perfil derecho, unido a la impresionante cantidad de terreno que abarca el ex-centrocampista de la Juve,Mata se movió más que Rooney pudo dibujar en ocasiones una suerte de 4-3-3, pero en principio, el Manchester United mantuvo su 4-2-3-1 con Ander donde Fellaini y Mata donde Rooney. Justo esa rutina del enganche asturiano le permitió recibir la pelota con más frecuencia porque en la banda hay más espacio que en el centro y resulta más fácil ser abastecido, y tras controlar, pausaba, porque se lo piden tanto su sangre como su educación. Esa pausa favorecía que Pogba ganase metros y fuese más determinante al aparecer, y sobre todo, que lo hiciera de cara. Porque en ello consistió la principal aportación de Juan: se mueve tanto con el afán de que le busquen y encuentren que cualquiera (y ya no digamos Ander) puede hacerlo sin pasar por Paul, y cuando Juan se la pasa al francés, el pase es hacia atrás y el francés está mirando al gol.
Daley Blind, como lateral, dio mucha vida al carril izquierdo.
De forma diferente, lo que Mata ofrecía por la derecha encontró su eco en el costado contrario. Daley Blind, bajo sospecha por su debatido rendimiento como central, ejerció como lateral izquierdo -la posición desde la que llamó la atención de los grandes jugando para el Ajax- y demostró que, desde ahí, da soluciones que pocos carrileros aportan. Para la salida desde atrás es un cañón, y cuando participa en campo rival, tiene mente, recursos y dejes de auténtico centrocampista. Se comporta, en definitiva, como alguien especial, que es lo que necesitan todos los equipos del mundo. Sobre todo, cuando carecen de un sistema asentado que exponencie el talento de sus jugadores.
Foto: OLI SCARFF/AFP/Getty Images
Pedro Lampert 26 septiembre, 2016
No he visto el partido, pero interesante lo de Blind. Se habla del "Blind central" para la salida de balón, pero el holandés en el lateral es lo mismo sin tanta exposición defensiva y estando en campo rival. En tiempos de moda para los laterales-interiores (o al menos con peso en elaboración), me parece muy raro que Daley no juegue de lateral.