Después de una temporada con tres entrenadores y un verano muy decepcionante para su proyecto, el Valencia Club de Fútbol cierra la clasificación con cero puntos en dos jornadas. Desde luego no es el comienzo deseado para un curso que pinta a complicado se mire por donde se mire desde Mestalla. Dicho esto, el juego del Valencia tanto ante la UD Las Palmas como contra la SD Eibar ha sido más que positivo. Dominó casi siempre a su rival, supo desequilibrar su sistema y generó muchas más ocasiones de las que recibió. «Si estos partidos se hubieran jugado diez veces, hubiéramos ganado ocho. Pero se han dado estos dos casos seguidos», comentaba su técnico. En el fondo, Pako tiene razón: el Valencia ha sido superior a sus rivales. Sin embargo, que en ambos casos la moneda le saliera cruz no es una cuestión de mala suerte, sino de falta de acierto.
Hagamos balance: el Valencia ha marcado sólo dos goles habiendo hecho 30 disparos y ha recibido cinco con 19 remates en contra. Es decir, que necesita rematar 15 veces para marcar y únicamente le tienen que disparar 4 para encajar. Una estadística absolutamente desproporcionada que apunta a un diagnóstico evidente: el Valencia de Pako Ayestarán tiene un gran déficit de calidad en ambas áreas.
El Valencia no tiene ningún gran goleador de momento.
No hay ningún gran goleadorCierto es que sólo dos jornadas no son suficiente como para tomar estos datos como la prueba definitiva de la falta de pegada che, pero también lo es que ninguno de sus actuales atacantes son especialistas del gol. Si tomamos las temporadas más prolíficas de sus carreras como best case, vemos como aun así los registros de Mina (7 en Vigo), Rodrigo (11 en Portugal), Nani (9 hace años) y Munir (4 en Segunda) se hacen escasos. Pero más allá de esto, que tiene matices, pues Mina cuenta con cierto potencial goleador y Nani ha crecido mucho en el área, está la sensación de que falta presencia arriba. Ni siquiera Alcácer, un consumado experto del toque final, parecía poder imponerse con continuidad a las defensas rivales en las dos últimos cursos. ¿Cuál es el problema entonces? ¿Los delanteros o la forma en que se les intenta aprovechar? La nota común en estos últimos dos años ha sido la falta de juego interior del Valencia, lo que derivaba en que todo fuese por fuera y acabase con un centro lateral, una jugada que sólo podría potenciar al Nani de la Euro.
En defensa hay aún más dudas e incógnitasNo parece que esto vaya a cambiar a corto plazo, pues el Valencia de Pako desequilibra a partir de los triángulos exteriores y las incorporaciones de sus dos laterales, en especial de Joao Cancelo. Un nombre propio el del portugués que también cobra valor en el otro área, pues Cancelo desequilibra en ataque y se desequilibra en defensa. Su costado, por bien que juegue, es ahora mismo un problema para los ches siempre que ejerce de lateral. Sobre todo porque, en área propia, el Valencia ha perdido toda la seguridad que ofreció en al 2014/2015. Del Diego Alves, Nicolas Otamendi, Shkodran Mustafi y Javi Fuego ahora sólo queda el recuerdo, el cual se acentúa todavía más cuando Aderlan Santos o un descontrolado Abdennour forman la pareja de centrales. Ambos, junto a los laterales, forman una defensa con la que ahora no se puede ir a ninguna guerra. Ni tampoco al campo de entrenamiento.
Las bajas de última hora han acentuado el problema.
En definitiva, si con Paco Alcácer y Mustafi el Valencia ya padecía cierta debilidad en las áreas, sin ellos el problema tiene todavía peor solución. El Valencia de Pako Ayestarán no cuenta con atajos para ganar partidos. Deberá jugar muy bien para sumar, y no siempre lo hará. A fin de cuentas, las áreas son la firma de todo contrato, y el Valencia se ha quedado sin tinta. De momento su juego responde, pero sin victorias se resentirá. Por eso queda la injusta sensación de que Pako vivirá una contrarreloj desde la tercera jornada de Liga.
Foto: Nani: JOSE JORDAN/AFP/Getty Images
Jc54 31 agosto, 2016
Es que es desolador…Francamente es inevitable caer en el análisis extradeportivo, y no tan extra pues es problema de una mala planificación deportiva. El día 30 de agosto dejas a Valencia sin Mustafi y sin Alcácer. Que es como si le dices al Madrid que se apañe la temporada sin Ramos y sin Cristiano. Es un ejemplo exagerado, pero la cosa es así.
La baja de André Gomes se podía solventar, pero ni antes parecía posible una reinversión en otro aval competitivo de al menos buena enjundia, ni ahora parece que vaya ocurrir con el nueve. Todo lo contrario agradecen al Barça que cedan a Munir, pues parece que no había mucha idea sobre con qué reforzarse.
Francamente, si en noviembre hablamos de cambio de entrenador pinta a temporada de riesgo para el Valencia. Ahora bien si Pako lo "apaña" será para darle todo el firmamento. Porque por ahora sólo le han dado agujeros negros.
Pd: Soy de la opinión que Mina tiene gran potencial goleador, es muy delicado en los desmarques. Y con Munir y él igual Parejo se pone las botas.