Aunque se esté en periodo de pretemporada, se necesitan una tranquilidad e inercia importantes para encarar un cruce tan esencial como el del acceso a la Copa de Europa. El Villarreal disponía de ambas cosas hace escaso tiempo y las circunstancias lo han llevado a que el error se acercara amenazante. Los de Escribá pagaron caro el discurrir de los tiempos que lo han empujado a competir mermado a una cita tan decisiva y aunque mostró personalidad en algunos tramos, principalmente por el potencial que tiene la plantilla y que siempre representa su capitán, dio la sensación de que el control que ha caracterizado su reciente proyecto futbolístico se hizo frágil y esquivo en dos acciones gráficas y una respuesta ineficaz de cara a crear ocasiones.
N’Diaye pagó caro su debut como central en un partido tan crucial
Como si fuera el último capítulo entre tanta dificultad, quedó demostrado que Alfred N’Diaye no es defensa central y condicionó la primera mitad -y posterior lance del segundo gol- nada más arrancar con una acción que adelantó al Mónaco. A. Pato ilusionó: generó fútbolEl Villarreal se graduó la temporada pasada por reducir al máximo riesgos y errores y el exbético fue todo lo contrario. Sin haber entrado aún en el choque, los amarillos debían llevar el peso del encuentro. Escribá, con escasa capacidad de maniobra y elección dio las bandas al delicado Soriano y al agitado Castillejo, a pierna cambiada, Borré junto a Pato y Bruno y Trigueros en zona central. El Mónaco, con ventaja, esperó atrás e hizo depender a su rival de una circulación brillante para girar a su rival.
El plan del Villarreal dejó la sensación de que la materia prima, sea la unidad que sea la que saltó al césped ayer, maneja potencial, como siempre desde la dirección técnica. Soriano -Roberto- se mostró ligero en sus movimientos, y Borré y Pato van a darle recursos y opciones a los pases de sus centrocampsitas. El principal problema residió en que la acción individual no era posible y que solo la combinación y la masticación excelsa de las jugadas haría aparecer espacios, algo que a día de hoy es complicado de generar, no sólo en el Villarreal sino en cualquier colectivo. Faltaba cambio de ritmo, inspiración en los centros de Mario y José Ángel y ritmo alto en la presión tras pérdida.
Bruno generó nuevamente unanimidad: tuvo otra de sus noches
Por supuesto, los dos jugadores más especiales sobre el campo, Bernardo Silva y Bruno Soriano, aparecieron. El primero para ser la diferencia en el estilo físico y compacto de Jardim y el segundo para dejar otra noche notabilísima, fruto de su madurez y calidad. Es imposible disociar los clásicos movimientos de apoyo de los atacantes y hombres de banda sin el pase vertical y la velocidad de balón de todo el repertorio de Bruno. Por él no fue, una vez más, y sólo la distancia que tomaron las circunstancias de la solidez que caracterizó a este Villarreal lo ha dejado contra las cuerdas. Vuelta, por supuesto, abierta para todo.
Foto: JOSE JORDAN/AFP/Getty Images
DaveSpurs 18 agosto, 2016
La verdad es que la vuelta va a ser muy difícil para el Villarreal. El Monaco es un equipo muy bien plantado en la cancha y no creo que el Villarreal tenga suficiente en ataque o una balanza correcta para marcar dos goles sin recibir.
Pero, Pato me dió una buena impresión. Es claro que no tiene la movilidad de sus años más jóvenes, pero la calidad todavia vive. Rodeado de jugadores con más movilidad, el puede dar mucho al equipo. Y Bruno, como siempre, fue maravilloso.