Seguramente el concepto táctico más definitorio del bielsismo sea su forma de defender. A partir de esta presión alta, agresiva y muy individual que ordenan absolutamente todos los técnicos afines a esta corriente futbolística (Bielsa, Pochettino, Berizzo, Sampaoli…), se puede entender la intensidad, la verticalidad y, sobre todo, el ritmo que sus equipos imponen a los partidos. Se puede entender que sean ellos quienes marquen el guión de los encuentros, lo que les hace llevar la iniciativa táctica incluso ante rivales de más nivel.
El riesgo de la presión es muy obvio y elevadoSin embargo, esto no es gratuito. La pretensión de defender más arriba que casi ningún otro, de ordenar muchos marcajes muy individuales y, además, de hacerlo con futbolistas de marcado perfil ofensivo, conlleva una serie de riesgos que cuestan goles, partidos y títulos. De ahí que más allá de la actitud colectiva, la cual estos entrenadores siempre logran transmitir a sus vestuarios, para conseguir que esta presión sea lo más efectiva posible es clave el perfil de los que en teoría sí nacieron para defender: los centrales.
No vale cualquier tipo de central para esta forma de defender.
Es decir, al igual que la vocación ofensiva marca el tipo de centrocampista que suelen emplear estos entrenadores, siendo paradigmático el caso de Krohn-Dehli y Augusto en Balaídos, la intención innegociable de defender a todo campo altera lo que estos equipos necesitan de sus zagueros. Y además lo hace defiendan tres, cuatro o cinco. Porque lo importante no es el dibujo, sino la actitud… Y la altura del campo en la que deben demostrarla.
Bajar a un MC es muy habitual en el bielsismoBajo esta premisa se comprende que lo que necesitan estos centrales sea velocidad punta para afrontar largas distancias, lectura e intuición para anticiparse y, claro, agresividad para fijar la marca. En realidad esto se podría decir de casi cualquier defensor, pero lo distintivo es que en su caso lo necesitan en cantidades extremas porque las situaciones que afrontan así lo son. Por eso los dos centrales que dieron a Chile la Copa América ante Argentina eran Gary Medel y el «Gato» Silva, dos mediocentros. Por eso Marcelo Bielsa bajo a Javi Martínez y lo situó junto a Fernando Amorebiera en su Athletic. Por eso Toby Alderweireld ha sido el central de la Premier League 2015/2016. Y por eso Gustavo Cabral ha pasado de cuestionado a imprescindible en el Celta de Vigo.
Dicho esto, defender tan lejos de su propia portería no es el único reto que se le plantea a estos centrales. La salida de balón es una fase también fundamental para ellos, pues cuanto mejor pierda la pelota su equipo mejor podrá realizar la posterior presión. A partir de esta necesidad se vuelve a entender el paso atrás de muchos mediocentros, pero también la existencia de un especialista que puede alterar el perfil de central del que venimos hablando. Es el caso de Fontàs en Vigo, de Vertonghen en Londres y puede ser, a tenor de lo visto en pretemporada, el de Nico Pareja en Sevilla.
No vale cualquier tipo de central para esta forma de defender.
Con sus muchas similitudes y algunas diferencias, pues no todos son tan menudos como los chilenos, se puede decir que hay un tipo de central no muy habitual ni clásico que no sólo encaja a la perfección con el bielsismo, sino que además eleva su rendimiento. Y que, pese a esto, también hay una excepción. Del acierto para configurar estas parejas o tríos de centrales dependerá la solidez de la red de seguridad de sus equipos. Por lo pronto, Berizzo ya ha firmado a Roncaglia para el Celta, y Sampaoli en Sevilla ya ha probado a Coke en el centro. Y lo que en otro contexto sonaría extraño por ser dos futbolistas de sólo 1’75, siendo además uno de ellos un lateral de formación, para el bielsismo suena muy normal.
Foto: Clive Rose/Getty Images
Lucas 26 julio, 2016
Hola a todos .
Durante muchos años el final de la carrera de un MC solía ser vivir unos años en el eje de la defensa , Pirri , Del Bosque , Stielike ,terminaron ahí sus días , también ha sido habitual colocar de central a un medio centro para darle calidad a tu salida del balón , lo que ya no es tan normal es colocar de central a uno o dos jugadores como en el caso de Chile que apenas si miden 1,70 de estatura ,lo cual les cuestiona mucho sobre todo en el balón parado .
Bielsa y los seguidores del "bielsismo" en fase defensiva siempre han estado muy cuestionados por esa utilización del marcaje al hombre, sobre todo en una época donde la marca zonal o a lo sumo una mixta parece una de las pocas verdades del futbol .