Croacia ya era la de los centrocampistas antes de que lo fuera en esta Eurocopa. No siendo una de las selecciones que en el día de la inauguración uno situaría en la terna de las favoritas, con Luka Modric e Ivan Rakitic a la cabeza, su nómina de mediocampistas bien haría las delicias de más de una candidata. Sobre todo en esta edición, en la que tan decisivos se están mostrando los hombres que habitan y gobiernan la zona media. La copiosa acumulación de piezas importantes en la medular de esta selección de Croacia, sin embargo, no es nueva. Sin ir más lejos, al pasado Mundial llegaron después de que dos de los suyos hubiesen conducido a Real Madrid y Sevilla a conquistar su décima y tercera respectivamente. Pero la mezcla en Brasil no funcionó, y han tenido que pasar dos años para que ya no Kovac sino Cacic haya dado con la tecla, incorporando un punto de pragmatismo en el cierre de Milan Badelj que ha terminado por repartir las alturas y funciones que necesitaba cada uno de los medios croatas.
Perisic sí logra contrarrestar la lentitud de MandzukicJunto a esa pieza de seguridad con más aportación táctica que individual, Modric manda y hace suyo los encuentros al tiempo que Rakitic disfruta de mayor libertad para ganar recorrido, moverse por delante del balón y pisar la mediapunta. Tal es el talento que atesora Croacia en las botas de sus medios y la decidida intención de Cacic por potenciarlo, que con Kovacic esperando la vez desde el banquillo, de cara a esta Eurocopa viene contando con un cuarto futbolista -Marcelo Brozovic- que camuflado de delantero no es sino un centrocampista más. Con cuatro hombres en el once pensados para juntarse, y dada también la presencia en punta de un delantero centro de la escasa velocidad de Mario Mandzukic, la figura de Ivan Perisic resulta de gran valor en la selección croata con tal de esquivar el riesgo de reducir en demasía la profundidad en su juego y de simplificar la defensa a sus rivales. Es un complemento a su juego que sin ser extraño, es diferente. No es extraño porque es capaz de descargar hacia atrás para seguir dando aire a la circulación o de aparecer puntualmente en zona de tres cuartos, pero es diferente porque en un conjunto donde muchos se juntan y lo hacen en el centro, él se separa desde la banda.
Estando Perisic, no hay solución perfecta para defender a Croacia.
Es el futbolista que estira desde la izquierda y que, con Srna haciendo lo propio en el lado contrario, mantiene abierto el campo, limpia una línea de pase hacia el exterior y sujeta atenciones para que por dentro aumenten los espacios de los arquitectos. Lo hace, además, exhibiendo una intención y amenaza en el uno contra uno que fácilmente puede servirse de las atenciones que sus compañeros monopolizan en el interior para desbordar a su par y resquebrajar la coraza del adversario. Al mismo tiempo, es la verticalidad veloz que suple a las piernas del nueve a la hora de arrojar sobre la defensa rival la duda de si adelantar la línea para comprimirse y fundirse en la batalla de los mediocampos, o mantenerse atrás para no liberar su espalda. Si el adversario prefiere esto último, la medular croata gana campo para jugar y altura para asentarse, y si opta por lo primero, Perisic tiene hacia donde lanzar la carrera, en paralelo a la cal o con una diagonal hacia el espacio que Brozovic no pretende y al que Mandzukic tarda más en llegar. En una Croacia de relaciones en corto, suya es la cuerda más larga. Es quien puede llegar más lejos sin desengancharse.
hola1 21 junio, 2016
Yo tambien tengo ganas de Kalinic para el partido de hoy y creo que entrara por el par de cambios que hara Cacic.