Maurizio Sarri no dirige a ninguna selección en esta Eurocopa, pero su trabajo sí que está teniendo un impacto bastante relevante en la competición. El entrenador italiano, tan particular como para ser considerado como el heredero de Arrigo Sacchi tras cambiar los bancos por los banquillos, completó un año magnífico en Nápoles que le hizo merecedor de toda clase de elogios. Al final el título pareció quedarle todo lo cerca y todo lo lejos que quiso la Juventus, que ahora mismo es la «mamma» que dicta cómo, cuánto y a qué hora se cena, pero la sensación que dejó Sarri fue inmejorable. Dotó rápidamente de un sello futbolístico al equipo, matizó su propuesta inicial para adaptarse a su plantilla y, tras conseguirlo, comenzó a relanzar la carrera de la mayoría de sus futbolistas más talentosos, los cuales parecían estar en un melancólico e insatisfactorio limbo.
Con Sarri, la mayoría de jugadores han mejorado.
El caso más evidente que ejemplifica esto es el que afecta a uno de los jugadores de lo que va de Eurocopa: Marek Hamsik. Aunque el Nápoles venía compitiendo bien en Europa y Serie A, los años de Rafa Benítez en la ciudad partenopea no parecieron sentarle bien al eslovaco. Quizás para darle más libertad y acercarle todavía más al gol, Benítez le situó en la mediapunta de su 4-2-3-1, pero esta posición en vez de servirle como estímulo para marcar la diferencia lo que hizo fue reducir su impacto en el equipo. Marek Hamsik tiene cosas de atacante, pero es centrocampista. Requiere libertad, pero necesita tocar mucho el balón. Algo parecido a lo que hace unos años le sucedía a jugadores como Andrés Iniesta o Luka Modric.
Como interior, Hamsik parece otro futbolistaY este fue exactamente el rol que le devolvió Sarri en cuanto este llegó a Nápoles. Ahí, como interior izquierdo del 4-3-3, Marek estaba cerca de todo y de todos. Para asociarse en corto con Insigne, para romper a portería tras Higuaín, para encontrar a Callejón o Allan en el costado opuesto… En total produjo 17 goles, tres menos que el año pasado con Rafa, pero su importancia y valor para el Nápoles se multiplicó por tres. Así lo explicaba Pierpaolo Marino, ex directo deportivo de los napolitano: «Marek simplemente no podía reaccionar. Afortunadamente, Maurizio Sarri ahora lo usa en su sitio ideal. Hemos recuperado a un jugador de clase mundial”.
Higuaín también mejoró con élEn un sentido muy parecido, aunque de forma menos impactante que con Hamsik, también se puede citar a las otras dos estrellas del Nápoles como ejemplo del éxito de Sarri. Mismamente, a Lorenzo Insigne le hizo titular desde el primer día, otorgándole así la confianza que el pequeño genio italiano parecía haber perdido a raíz de las lesiones, los conflictos con San Paolo y las dudas de Rafa. A cambio, Dries Mertens, otro muy buen jugador, fue relegado al banquillo, pero la elección de Sarri tenía tanto sentido en la teoría como en la práctica. Y le salió bien. Tanto como a Gonzalo Higuaín su cambio de mentalidad. Después de caer ante el Dnipro, fallar ante Udinese y «volver a morir» en Chile, el «Pipa» decidió comenzar otra vez la escalada a la gloria: potenció su físico, se relacionó más con el juego y recuperó su gran olfato goleador. Es decir, una regeneración total en la que, por supuesto, Sarri tuvo mucho que ver. «Me ha cambiado desde que lo conocí en pretemporada en Dimaro. Sabe lo que me tiene que decir para que mejore», reconocía Gonzalo.
Elseid Hysaj es uno de los descubrimientos del año.
Hysaj ya está encandilando a toda EuropaEl mismo cambio que experimentaron los hombres de ataque se vio también en la defensa. Por decisión de sus seleccionadores, en esta Eurocopa no están Raúl Albiol o Koulibaly, pero su rendimiento a lo largo de toda la temporada ha sido sobresaliente. E inesperado. Sobre todo por la tranquilidad, la personalidad y solidez que demostraron en contraposición al descontrol, los nervios y los fallos que cometieron durante la 2014/2015, cuando representaban uno de los puntos más débiles del Nápoles. Sin duda, que el conjunto partenopeo haya defendido mejor este año es un éxito colectivo que se personaliza en la presión ordenada por Sarri, pero esto no debe restarle ni un ápice de mérito al año de ambos centrales. Ni tampoco al de su lateral derecho, Elseid Hysaj, que es la gran guinda del pastel. Al albanés muchos lo descubrieron en el partido ante Francia, pero su año en Nápoles ya parecía insinuar lo que ahora resulta evidente: Hysaj es uno de los laterales con más potencial de Europa. Tiene buen toque en corto y en largo, sabe cuando subir, defiende muy bien, interpreta correctamente el juego y comete muy pocos errores. En definitiva, es un gran proyecto de lateral que Maurizio lleva cuatro años esculpiendo a conciencia.
Sarri mejora y potencia a sus futbolistas. A lo Marcelo Bielsa.
Se podría decir que hay entrenadores que, además de talento para dirigir, demuestran una capacidad genuina para alterar las carreras de sus futbolistas, sobre todo si estos son de perfil medio. Es el caso de Marcelo Bielsa, de Mauricio Pochettino, de Unai Emery… Y también de otros muchos. Pero este año, a la luz de las pruebas, ninguno ha tenido un impacto tan grande como Maurizio Sarri.
@Lvallejocolom 19 junio, 2016
No sé cómo lo veréis, pero quizá junto a Pep Guardiola, es uno de los entrenadores del que más nos estamos acordando al ver esta Eurocopa. Pero en sentidos un poco distintos. En el caso de Pep, lo destacaba @EUMD el otro día en Twitter, Neuer de líbero, Götze de falso 9, etc. Es un tema más táctico/posicional. Pero en el caso de Sarri es más individual, pues hemos visto que dos de los grandes nombres de esta Eurocopa, Hysaj o Hamsik, como bien comentas Miguel, llegan de una temporada con él. Y es que si esto no hubiera sido así, tengo serias dudas de si estaríamos viendo la versión que nos están demostrando.
A partir de esto, que es sobre lo que trata un poco el texto, pregunto: ¿Alguien ve detalles clave de algún otro entrenador en esta Eurocopa?