Cristiano Ronaldo disputará en Francia la que será, imaginamos, su última Eurocopa como jugador de élite. La camiseta portuguesa, huérfana de títulos, no exigió nunca una conquista al Balón de Oro, pero en alguna ocasión el crack se quedó cerca. En 2012, Portugal alcanzó las semifinales del torneo de Polonia y Ucrania, forzando a España al mayor esfuerzo que jamás tuvo que hacer en el camino a su Triple Corona. Era aquel un equipo férreo, eminentemente competitivo, sustentado por sus poderosos defensas, los Pepe, Bruno Alves o Fabio Coentrao. Por delante, Moutinho ponía la claridad y Ronaldo la amenaza. Eran duros de ganar. Portugal conserva hoy a casi todas las piezas de entonces, pero es algo muy distinto.
Portugal parece un equipo alegre. ¿Competirá como en 2012?
Los hombres de Fernando Santos no llegan con un once y sistema que se recite de memoria. El técnico apunta a un 4-4-2 que en ocasiones muta a 4-3-3 con la movilidad de sus futbolistas, especialmente Joao Mario,Portugal va a centrar mucho el híbrido que alterna mediocampo y ataque. Este es uno de los conceptos que sorprenden de esta Portugal: la desinhibición con la que sus jugadores se mueven por el campo. Los laterales, por ejemplo, o son extremos reconvertidos (caso de Vierinha o Eliseu) o carrileros que van arriba con frecuencia y calidad (por ejemplo, Guerreiro). Esto potencia el número de centros desde la banda, con Cristiano Ronaldo como evidente destino. Habrá que ver cómo manejan los centrales la alegría de sus laterales. Pepe es, con 33 años, el zaguero de mayor garantía… y el más joven. Bruno Alves suma 34. Carvalho, 38. La jerarquía está pero la edad no perdona.
En la media, Danilo y Moutinho parecen fijos. El pivote del Oporto se ha impuesto con su presencia física a nombres como Wiliam Carvalho o Renato Sanches. La clase de Moutinho es de sobra conocida. A partir de aquí, todo está abierto. Joao Mario ha actuado en ambos costados como volante externo en el 4-4-2 y podría repetir. André Gomes, por su parte, casa muy bien con Danilo y Moutinho. Cada uno da lo mejor de sí a una altura diferente del campo y el reparto resulta coherente. Adrien Silva también tiene opciones como interior.
Arriba todos han de moverse por y para Cristiano Ronaldo
Joao Mario explica en gran medida lo que quiere el conjunto, que no es otra cosa que nutrir a Cristiano de mucha movilidad colectiva. Por eso arriba juegan dos delanteros (tres si se suma el citado Joao Mario)¿Nani o Ricardo Quaresma? pero ninguno fijo y ninguno como ariete. Todos se mueven y gozan de libertad. Cristiano Ronaldo es el director de orquesta pero su frenesí en los desmarques no es el de hace unos años. Su compañero ha de moverse tanto o más que él. No está claro quién será la pareja de baile del madridista. Quaresma llega en gran momento de forma pero Nani suele rendir bien con la Selección. Ambos comparten perfil técnico, así que la elección no supondrá un cambio radical en la idea. Cuando Joao juega arriba, la movilidad se vuelve total y el equipo, entre sus puntas y sus laterales, toma aspecto de ofensivo y atrevido.
El tema es que Portugal rozó la gloria con una esencia diferente. Portugal era el taco afilado de Bruno Alves, la tiranía en el cruce de Pepe o la concentración fría de Coentrao. Hoy donde Coentrao juega Eliseu. Cambió la película. No del todo, claro. Permanecen unos soldados de antaño que todavía marcan el camino, pero que quizás ya no pueden dominar los encuentros. A cambio, los lusos tienen rachas de llegadas y centros muy apreciables. Y en el área espera Cristiano.
jamesfrancisripwood 9 junio, 2016
Muy interesante análisis (como siempre aquí por otro lado). Creo que el nivel competitivo de aquella Portugal que llevó a España hasta los penaltis (la España que vapuleó a Italia en la final) ha sido menospreciado o al menos no muy recordado. Creo que tiene que ver precisamente con el perfil de equipo que era. Teniendo a CR7, nadie se enamora de un equipo más capaz de no perder que de ganar.
Aunque creo que ese perfil de equipo férreo normalmente es mejor para ganar campeonatos de eliminatorias, quizá esta vez aprovechen mejor a Ronaldo. Recuerdo que en la última Eurocopa, a mi me frustraba ver que Helder Postiga -en mi opinión- estorbaba en el reparto de espacios a CR7, y cuando se lesionó y entró en su lugar Hugo Almeida me pareció que la estrella mejoró (de hecho acabó marcando si mal no recuerdo en ese partido de cuartos). Es cierto que ese cambio sólo duró partido y medio, pero me dejó con ganas de ver lo que podía ser CR7, no ya con un juego que lo potenciase, sino que no le estorbase mucho.
Hoy en día es distinto porque el carácter resolutivo individual de Cristiano no es igual, pero aún es un jugador con muchísimos recursos de remate, buen juego entre líneas y brillante dominio del espacio. Si el sistema consigue movilidad para crear un contexto goleador, puede que el descenso de nivel defensivo se vea equilibrado por el hecho de tener que pasar menos tiempo defendiendo (aún así, esta nueva juventud de Pepe es una suerte para ellos).