Solo 30 goles han servido al Real Betis para tener la permanencia casi asegurada. Del montante global de tantos, ni más ni menos que 17 han llegado de las botas de Rubén Castro, una aportación que, como nos contaba Miguel Quintana, bate por mucho a los números de la competencia. Logrados estos méritos tan rotundos, parece claro que a Rubén Castro no se le puede definir como delantero goleador o estrella del Betis. Esos títulos se quedan muy cortos. El grancanario ejerce el noble arte del héroe, una labor que consiste en otorgar por ti mismo felicidad y triunfo a una ciudad que no imagina su vida deportiva sin ti.
La historia reciente de La Liga ha dado gloria a muchos «héroes»
El noble arte del héroe es una profesión ejercida desde tiempos inmemoriales, pero que alcanzó gran relevancia a finales del S.XX y principios del XXI. Nuestro fútbol vivía una (falsa) etapa de bonanza económica, lo que unido a una Ley Bosman por nacer o en pañales, daba como resultado una proliferación de héroes locales que solían echar raíces antes de ser contratados por empresas superiores. ¿Sonreímos al recordar algunos de estos nombres? Vamos a ellos
Juan Antonio Pizzi llegó a Europa en 1991 tras una breve etapa mexicana después de abandonar su Argentina natal. Tenía 23 años y no resultaba demasiado conocido pese a haber sumado un buen puñado de goles en Rosario Central«Lagarto» Pizzi, héroe de los 90 y Toluca. Aquí fue un pequeño boom. Su primera temporada se saldó con 15 goles –eran tiempos de pichichis más humildes– que le sirvieron al Tenerife para salvarse antes de aquella célebre jornada final ante el Real Madrid que dio la segunda liga al Barça de Cruyff. Como sucedería en otros cuentos que rememoraremos, esa permanencia sería fundamental para un Tenerife que a continuación viviría los mejores momentos de la historia del club.
El héroe nacional casi siempre supone un plus para la gente
En los 90, la mayoría de conjuntos de la zona baja disponían de un héroe. Quién no recuerda a Oleg Salenko, que antes de hacer historia en USA-94 mantuvo al mítico Logroñes con sus 16 tantos. Eso sí, en la mayoría de ocasiones, la figura del héroe era de carácter nacional. Inolvidable es el caso del veterano Julio Salinas salvando al Sporting de Gijón con 33 años y 18 goles. Y qué decir de Oli y su Oviedo, sostenido en Primera por los 20 goles del «9» en la liga de Ronaldo, Raúl o Rivaldo. Curiosamente, Oli regresó tres años después para intentar un nuevo milagro, pero sus 15 tantos esta vez no valieron.
El S.XXI por supuesto también ha dado espacio a los héroes. Salva y sus 27 goles dieron vida al Racing y condujeron al futbolista a la Selección primero y más tarde al Atleti. Aunque pocos cuentos tan grandes como el de Tamudo. Tras salvar del descenso al Espanyol en 2004 gracias a sus 19 goles y repetirlo en 2006 con otros 13 tantos, en 2007 el delantero condujo a los periquitos a una campaña inolvidable alcanzando la final de la Copa de la UEFA y rematada con el dulce postre del Tamudazo en el Camp Nou ante el FC Barcelona.
Héroes. ¿Cuáles recuerdas?
Ismael 19 abril, 2016
¡Ah! Acabo de recordar a Zigic y Munitis en el Racing… Jaja