La actual generación belga es, sin lugar a dudas, una de las más talentosas de su historia. Marc Wilmots puede juntar jugadores de primer nivel mundial en todas sus líneas, y el rendimiento en el pasado Mundial de Brasil obliga a considerar a los diablos rojos uno de los candidatos a ganar la próxima Eurocopa de Francia. El seleccionador tendrá que lidiar con algunas cuestiones clave que en este momento los sitúan, eso sí, en el segundo escalón de favoritismo: que Courtois vuelva a parecer imbatible, que Kompany y De Bruyne lleguen en un buen momento a nivel físico, y que la nefasta temporada de Hazard gire bruscamente en su tramo final.
Necesitan a un nueve concretoHablamos de piezas troncales de la selección belga, así que para Wilmots el hecho de que cambien las sensaciones en este último sprint resultará decisivo a la hora de mejorar la capacidad competitiva de su equipo. Courtois y Kompany representan la espina dorsal del sistema defensivo, mientras que Hazard y De Bruyne son los que encienden la pólvora. Bélgica ha estado muy cómoda en escenarios donde ha podido ser vertical, y ahí sus cracks marcan diferencias gracias a su conducción y capacidad para dar el último pase.
La figura del delantero parece clave para De Bruyne y Hazard.
Parece claro, por tanto, que la elección de su ‘9’ debe de cuajar bien con sus dos hombres de tres cuartos, aunque la duda de su momento de forma actual hace que se pueda abrir el debate alrededor de las diferentes opciones. Lukaku, Batshuayi, Origi, Benteke o incluso Laurent Depoitre son las alternativas que maneja el seleccionador para la posición de delantero centro.
Lukaku suma en el área y a la contra tambiénRomelu Lukaku es el hombre que por méritos propios parte con ventaja. Es el jugador más destacado del Everton este curso, y lo cierto es que, en ocasiones, incluso condiciona en exceso el juego de los de Roberto Martínez, que pretenden encontrarle de forma muy directa y resta algo de control en sus construcciones. Con Lukaku, Bélgica tiene opciones al espacio y presencia en el área, y por lo tanto un ‘9’ que cuaja con la intención de transitar a gran velocidad una vez recuperado el cuero.
Sin embargo, Lukaku tiene aún margen de mejora con respecto a su juego de apoyos -donde está creciendo-, y es algo que tanto De Bruyne como Hazard necesitan para recibir de cara y con espacios. Bélgica no tiene un auténtico especialista, aunque por físico Benteke es una alternativa que entra en disputa. Sin embargo Klopp no está contando en absoluto con él, y eso puede cerrarle la puerta por un tema de ritmo. Sin ser Benteke finísimo en sus contactos fuera del área, su poderío físico y capacidad para ganar la posición le convierten en la mejor alternativa si Wilmots busca un buen juego de espaldas y gestión del juego directo en su delantero centro.
Michy Batshuayi está completando una gran temporada.
Las otras alternativas de peso son Batshuayi u Origi. Ambos son jugadores realmente verticales, de trazos largos y que también pueden potenciar ese plan de despliegue de Bélgica. Pero Wilmots se encuentra con un problema similar: ninguno de los dos son jugadores finos fuera del área, por lo que a priori parecen alternativas que pueden salir desde el banquillo para agitar un partido que se complique, o incluso partir de uno de los dos costados para conseguir que una de las alas del ataque belga haga movimientos de ruptura en lugar de querer la pelota al pie.
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Segundo Asalto – 04 – El nivel de Bélgica:
@migquintana 29 marzo, 2016
Qué bien le vendría a Bélgica que Romelu Lukaku fuese el tipo de delantero que aparenta por físico, pero que luego por fútbol no es exactamente tal cual como bien comenta David de la Peña. De todas formas, por nivel puro y momento de forma, me da que Marc Wilmots tiene en él una opción más que sólida.