El Borussia Dortmund de Thomas Tuchel es, sin duda, una de las grandes noticias de la temporada en el fútbol europeo. Cierto que la última etapa de Jürgen Klopp en el conjunto amarillo quedó completamente desvirtuada por la enorme plaga de lesiones que sufrió, pero en cualquier caso, la sensación es que lo que está logrando Tuchel ha significado una evolución con respecto a la propuesta anterior en muchos aspectos del juego. Este Borussia Dortmund sigue teniendo una enorme capacidad para atacar espacios abiertos, gracias a ese trío ofensivo que conforman Reus, Mkitharyan y Aubameyang. Cuando el Dortmund tiene espacio para lanzar a sus puntas –principalmente Pierre Emerick Aubameyang– resulta absolutamente devastador. Además, el equipo tiene pasadores de primer nivel, ya que Hummels y Gündogan por fin están teniendo continuidad, de modo que las tres flechas se ven beneficiadas de forma constante por esa clarividencia.
Pero este Borussia tiene, sobre todo, una connotación muy diferente, y es salir desde atrás con una marcha menos. Ahí ha aparecido la figura de Julian Weigl, una de las grandes sorpresas en todo el fútbol europeo durante la presente temporada. Tuchel suele formar con un 4-3-3, y el joven centrocampista alemán, llegado este último verano del Munich 1860, se ha hecho con un puesto en el once titular como mediocentro. Y hay que decir que el buen funcionamiento colectivo tiene en él una pieza muy importante.
Nada más llegar, Weigl ya se demostró clave para Tuchel.
Se mueve muy bien sin balónLo primero que hay que destacar de Weigl es su movilidad en la fase de salida. Se abre hacia los dos perfiles -generalmente hacia el izquierdo, porque el interior derecho lo ocupa Ilkay Gündogan, que va al apoyo, mientras que el izquierdo es de Shinji Kagawa, que sube un escalón- de modo que el Dortmund tiene varias opciones en ese momento. La primera es el pase hacia el propio Weigl. La segunda, una conducción de Mats Hummels si Julian ha arrastrado a un rival. Y la tercera, que sea Gündogan quien arme la jugada recibiendo en esa zona despejada. Su enorme dinamismo en ese momento y su inteligencia para ocupar el espacio adecuado es una de las grandes cualidades de su juego.
Nos contaba Juanma Romero en un ‘Segundo Asalto’ que Pep Guardiola, en una zona mixta, asoció el nombre de Weigl con el de Busquets, y probablemente se refería a dos aspectos. Uno, al mencionado anteriormente. Otro, el que se expondrá más adelante. Sin embargo, por el momento hay una diferencia notable que acabará definiendo la identidad del futbolista, y que probablemente tenga mucho que ver también con el estilo de juego que practica su actual equipo: su forma de pasar la pelota.
En el Dortmund, Weigl no sólo debe asegurarPorque Weigl es un futbolista que arriesga. Es cierto que las salidas del Dortmund pretenden ser pausadas, y por lo tanto la mayoría de sus pases son cortos y fáciles, pero también tiene un registro de envíos más arriesgados. El Dortmund de Tuchel tiene dos cosas claras: si puede correr, lo hace, por lo que Julian Weigl, en ocasiones, se ve obligado a tratar de colar la pelota entre varias piernas rivales para que alguno de los cuatro atacantes reciba entre líneas. La otra, lo que suman sus dos laterales, que en ataque posicional se colocan a la par en situación de extremo. Eso hace que a veces, para que al rival no le de tiempo a bascular, Weigl tenga que hacer un cambio de orientación veloz que también tiene riesgo de ser cortado. Son dos cuestiones que quizás tengan que ver con el estilo Tuchel, pero que se están asentando en su juego en una etapa clave de su evolución.
La comparación con Sergio Busquets parece evidente, pero…
Esa segunda característica que puede asemejarle a Busquets es su capacidad para funcionar en un sistema de presión. Es realmente intuitivo para acompañar al bloque y colocarse cerca de los rebotes o tapar líneas de pase rivales cuando pretenden contragolpear. De hecho, es ahí donde ofrece sus mejores recursos defensivos, porque a día de hoy aún es débil en cuanto a disputas, choques y habilidad para meter la pierna. Sus robos dependen de su buena colocación, y por eso aún no resulta un seguro como para evitar contragolpes por pura calidad individual de forma constante. Evidentemente, se trata de un jugador en formación, pero sus cualidades y su forma de entender el juego, teniendo en cuenta su edad, hacen que podamos pensar en él como un proyecto de futuro de categoría.
C. Márquez 25 febrero, 2016
No estoy pudiendo seguir al Borussia tanto como me gustaría. ¿Cómo estáis viendo a Ilkay? ¿Recuerda al de 2013? Vaya jugadorazo era. Me encantaba.