La transición entre Conte y Allegri se caracterizó por la instalación de una línea de cuatro defensas en detrimento de los tres centrales que habían definido el renacer de la Vecchia Signora. El cambio se saldó de manera exitosa, repitiendo el Scudetto y alcanzando y compitiendo la Final de la Liga de Campeones. Sin embargo, tras las ventas y las compras del último verano, Massimiliano se vio obligado a recuperar el esquema antiguo. La marcha de Arturo Vidal, hoy rival, lo cambió todo.
El 5-3-2 no iba bien en EuropaEn pleno auge del dibujo de los tres centrales que tanto crédito local concedió a Barzagli, Chiellini y, sobre todo, Bonucci, el experto y sabio Buffon confesaba, con la crudeza que solo una Leyenda puede emplear, que Bonucci era muy bueno escoltado por dos compañeros pero que no le ofrecería seguridad como parte de una defensa de cuatro. Y en aquel momento, considerando además que el pivote era Pirlo -el único pivote moderno que, literalmente, llegó a estar exento de cualquier obligación defensiva-, la frase cobraba un sentido superior. No obstante, el 5-3-2 no funcionaba en la Champions. Casi todos los adversarios contaban con parejas exteriores (lateral + extremo) que hacían buenas migas, y que acababan dividiendo la atención de los interiores bianconeri (Vidal, Marchisio), que al final ni estaban dentro ni estaban fuera. Los equipos italianos se la pegaron sistemáticamente en Europa con esta «táctica».
El 4-3-1-2 con Vidal de mediapunta sí fue exitoso en Champions.
A que el susodicho 5-3-2 no rendía lo bastante en Champions, se unía otra cuestión, la de Pogba, que estaba llamando a la puerta del once. Así que Allegri tomó cartas en el asunto: prescindió de un central, dio entrada al francés y aprovechó la fortaleza física de Arturo Vidal para utilizarlo como mediapunta y orquestar una presión alta que cambiaría a la Juventus. El concepto pasó de «proteger a Bonucci» a «que no tenga ni que aparecer». Y lo dicho. Aunque el rendimiento individual de Vidal fue menor comparándolo con las campañas anteriores, el efecto del ajuste sobre el colectivo fue muy positivo. Hasta que Arturo se fue.
La baja de Vidal cambió todoSin la posición clave del búfalo de Chile como bóveda de la presión, y de hecho también sin los esfuerzos de Tévez y Morata, que trabajaban mucho más que Dybala y Mandzukic, las salidas de balón del oponente ganaron en comodidad y acierto, lo que debilitó un sistema turinés que, al fin y al cabo, pretendía vivir de lo contrario. Ni siquiera la consolidación de Marchisio como pivote, con el plus defensivo que suponía sobre Pirlo, compensaba la cosa. De repente, ni Bonucci, ni Chiellini ni Barzagli acreditaban confianza. Y ante ello, Allegri optó por reunirlos de nuevo para que recordasen tiempos mejores, a lo que la Juventus respondió de cine. En parte, también, porque al tratarse de tres centrales muy capaces con la pelota, formaron una gran base para la posesión junto a Marchisio que maquilló la carencia de Pogba y Khedira en un equipo mandón, que viene a ser su escasa presencia en el juego asociativo.
El planteamiento de Allegri contra el Bayern es imprevisible.
Es entonces, que coincide con ahora, cuando se cruzan varios conceptos para originar la imprevisible situación que afrontaremos hoy en el Juventus Stadium:
1. El 5-3-2 de la Juventus volvería a medirse a un grande de Europa. En concreto, al último que lo aniquiló.
2. Pero resulta que este Bayern basa su creación de ocasiones en el centro-y-remate, lo que podría recomendar una garantía superioridad numérica en el área chica contra Müller y Lewandowski.
3. Si bien, problema, están lesionados Chiellini y Cáceres, por lo que la única alternativa para la defensa de cinco sería el joven y inexperto Rugani.
4. A su vez, Rugani ha jugado sólo tres partidos como titular pero siempre dejando una buena sensación.
5. Aunque si no jugase Rugani, y Allegri optase por el 4-4-2 que venció al Nápoles, entraría en el once Cuadrado, que puede ser un galgo interesante para contraatacar y un hombre muy apropiado para ganar línea de fondo y colgar centros hacia Mandzukic, Pogba y Khedira, lo que suena apetitoso valorando que, quizá, el área de Neuer estará custodiada por Alaba (1,79) y Kimmich (1,76).
_
Segundo Asalto: La reestructuración de la Juventus.
e21 23 febrero, 2016
Más que 5-3-2 lo veo como un 3-5-2, ya que mantienen una faceta menos defensiva, y tal sistema toma relevancia en el encuentro de vuelta ante el Borussia, que nace por la lesiòn de Pogba, de ahi hasta la final, que si Chiellini no se hubiera lesionado se hubiera jugado así.
Para cuando un Post de Marchisio, sin duda el jugador más importante de la medular, es un genio a la hora de darle sentido al traslado de balón.
Como seguidor Juventino espero pasar de ronda, es el partido de la temporada, destruir el ciclo de Guardiola, pero a la vez cerrar el ciclo exitoso de esta generación turinesa, como digo es EL PARTIDO, perder en las siguiente fase no lo veo dramático teniendo en cuenta el cambio regeneracional. Saludos