El Calderón definió a Turan como un mediocampista incompleto y a la vez brillante cuyo principal don reside en el perfecto control del balón. Sin él se mueve regular, y a la hora de soltarlo, a su pie le falta tanta firmeza como rapidez a su mente; pero entre lo uno y lo otro, mientras lo muestra o lo esconde, Turan es tan bueno como los mejores, como Iniesta o Busquets. Simeone consiguió ocultar las carencias y relanzar lo positivo, convirtiendo al malabarista desorientado en una estrella de la Champions; un estatus que podrá conservar e incluso superar si Luis Enrique le encuentra el lugar y las tareas idóneas. Cosa que quizás ya haya logrado.
En verano parecía el recambio de Xavi en la tarea de dormir envitesLo curioso estriba en que en agosto se le atisbaba un rol y hoy se le presume otro. El año pasado, el Barça se caracterizó por la partición de su fútbol. En vez de que cada pieza formase parte de un todo que conocía y entendía, daba la sensación de que cada una cumplía con un papel reservado en exclusiva para sí, y que muchos de estos papeles solo confluían en un punto teocéntrico que consistía en la interpretación que Leo Messi hacía de cada cual. Dicho paradigma favoreció a piezas como Rakitic, cuya comprensión del juego no es completa pero que sí posee físico y técnica para hacer las tres cosas a las que le limitó Luis Enrique. Y en clave Arda, esto convenía. Aunque sus virtudes son distintas a las del croata, su adaptación podía seguir cauces parecidos. En su caso, la tarea específica sería la de pausar los partidos protegiendo el balón, que fue la misión asignada al centrocampista que se marchó y cuya ficha ocupó: Xavi Hernández.
Los jugadores del Barça de Luis Enrique han pasado de especialistas a pluriempleados ambiciosos.
Pero en esta temporada, el Barcelona ha dado un giro por una serie de factores: el triplete ha animado a los futbolistas a tomar más decisiones y participación variada, la adaptación total de Bravo ha mejorado -por no decir perfeccionado– el inicio de los ataques y, por lo tanto, la calidad del fútbol asociado culé, Busquets ha dado un nuevo salto de calidad, Iniesta, que es un futbolista que cuando está bien de verdad lo cambia todo, está bien de verdad, Neymar ha aprovechado la ausencia de Messi para casi culminar su evolución, el propio Luis Enrique ha ganado más poso y confianza como técnico… La unión de estas circunstancias ha llevado al Barça hacia un terreno que potencia su fútbol como colectividad, que le está permitiendo controlar mejor los encuentros y ser más seguro como equipo en defensa; pero que a su vez, al pedirle muchas más cosas diferentes a cada jugador, está penalizando a los menos talentosos para ello, siendo Rakitic el mayor afectado.
En principio, para Arda tampoco sería buena noticia, pues se maneja mejor vestido de especialista que de pluriempleado, pero no existen motivos para preocuparse por su adaptación. Mientras el Barça cambiaba sus formas, también cambiaba su forma. Y el nuevo reparto de espacios, sobre el papel, favorece al turco.
Tácticamente, la principal novedad deriva de Messi: parece haber abandonado las tareas de extremo.
Turan podría abrirse en ataque posicional y así ensanchar al BarçaTácticamente, el cambio clave radica en la zona del campo más pisada por Messi, que durante muchos de los mejores momentos del año pasado fue la banda derecha y en esta campaña, y muy especialmente tras recuperarse de la lesión, se localiza en el carril central. Aunque existen diferentes visiones acerca de si esto estaba previsto por Luis Enrique o si es una variación natural del juego del propio Leo, los hechos contrastan que, desde que se acentuó, el Barça ha bajado su nivel. Continua dominando, ha superado a todos sus adversarios (con la posible excepción del Deportivo) pese al excelente rendimiento expuesto por algunos de ellos (Espanyol, Villarreal…), pero ha perdido un punto de fluidez y medio de control defensivo. Y analizando las causas, en la derecha, la banda abandonada por Messi, se perciben dos trabas: que Alves se ve obligado demasiadas veces al uno contra uno en ataque y ya no tiene esa chispa para regatear, y que, al estar el brasileño de extremo por ser el único abierto, el rival encuentra apoyos baratos a su espalda para salir de las presiones. En lo vinculado a estos dos temas, Cornellà-El Prat fue un ejemplo inmejorable.
Si el sistema evoluciona para habilitar a Arda, aunque fuera a veces, en línea de fondo, podría salirse.
Turan ha ofrecido su mejor fútbol en la banda derecha de un 4-4-2. Dicha posición no existe en el esquema azulgrana, y de hecho la más parecida sería la del propio Messi, y eso es coto cerrado, pero Luis Enrique ha demostrado mucha flexibilidad en su 4-3-3, y una evolución bastante lógica del mismo podría llevar al interior derecho a zona de extremo cuando Messi visitase ese espacio que antes era de Xavi y que tanto parece seducirle. Raramente sería un ajuste fijo desde el inicio de las jugadas, pero como las posesiones del Barça han vuelto a alargar su duración, Leo y Arda tendrían tiempo de sobra para hacer el intercambio.
Pegado a la línea de cal, el turco recibe con facilidad y destaca tras hacerlo. Por supuesto no ejerciendo de extremo desbordante, pero sí conservando el balón, atrayendo rivales y soltando la pelota al medio una vez ha provocado la basculación del sistema contrario. Si, en vez de Gabi o Koke, el que recibe su pase interior es Messi, un pase que a su vez le limpia al pivote izquierdo porque Arda lo ha imantado con sus trucos, no cuesta imaginar el peligro potencial que representaría la rutina. Además, Arda es un auténtico titiritero de la línea de fondo, y ante repliegues radicales, podría abrir alguna lata haciendo de funambulista. La mayoría de las que abrió en su etapa como colchonero fueron usando este arte, y si bien no fueron demasiadas, en el Barcelona sí que podrían crecer en número. El Atlético atacaba, en esencia, con pases largos o al espacio -gestos irregulares en Turan-, pero el Barça, por su estilo de posesión en campo rival, sí podría situarle con mayor frecuencia en esas estaciones donde la habilidad a cámara lenta adquiere carácter decisivo.
Nota independiente pero imprescindible: Arda ofrece lo mejor de sí mismo en los partidos importantes.
En cualquier caso, el Barcelona de Luis Enrique es un ser vivo en constante transformación. El año pasado ya lució tres sistemas ganadores diferentes y no procede descartar que vuelva a suceder algo semejante. Lo interesante arraiga en que, analizando la posible adaptación de Arda Turan a dos Barças desiguales, el de junio de 2015 y el de enero de 2016, salen sin forzar un ápice dos usos muy distintos pero igualmente prometedores para el turco en el Camp Nou. Las constantes del equipo de Lucho siempre aparentan dar lugar y sentido al genio de Turquía, de un modo u otro. Cabe concluir que él lo sabía y que por eso lo fichó.
–
Para profundizar en la evolución del FC Barcelona de Luis Enrique, recomendamos el «Segundo Asalto» dedicado al tema, donde además, hubo debate. No todos los miembros del programa vieron igual todas las cuestiones:
–
Para ahondar en el fichaje de Arda Turan por el FC Barcelona, así como en el impacto de su marcha para el Atlético de Madrid, enlazamos «Arda Turan: una operación y tres vencedores».
Miguel Angel Molina 6 enero, 2016
Saludos, chicos! Tiempo sin escribir debido a compromisos familiares nuevos… pero siempre escuchándolos.
La incorporación de Arda me parece fascinante de veras. Creo no haber tenido tanta curiosidad por un nuevo "fichaje" en el Camp Nou desde que llegó Neymar. Además, comparto la idea planteada de que el movimiento de Leo hacia el centro se debe a las nuevas incorporaciones de Arda y Vidal. Si entendí bien, ellos han podido entrenar plenamente con la plantilla todos estos meses a pesar de la sanción, cierto??
Otra pregunta: Es capaz Arda de poder llegar al fondo y luego desplazarse hacia el área, con el balón y de manera beneficiosa para el resto del conjunto? Es decir, acapará espacio de manera innecesaria o podrá hace entregas con valor agregado?
Feliz roscón,
Miguel Angel