El hombretón rubio se acercó calmado, casi como si desandara cada paso, antes de acercarse a hombrecillo menudo de gesto adusto y mirada fiera que lideraba la fila roja. Posó su mano en su hombro e hizo un ademán de saludarlo. Apenas Gary Neville reconoció en su interlocutor a Peter Schmeichel abrió los ojos con extrañeza insondable, encorvó su figura hacia atrás y retiró su mano como quien se aleja del diablo de los diablos. El portero nórdico había sido su compañero durante casi una década, un hermano en armas de fieras batallas en las islas y en el continente, ídolo de ídolos mancunianos, pero Neville lo desconoció por llevar en su pecho grabado un águila celeste y no un demonio rojo. Pura pasión. Años más tarde, el mismo Neville, ya fuera de los terrenos de juego, rechazaría la exclusión de Schmeichel como uno de los jugadores “de clase mundial” que el mismísimo Alex Ferguson haría refiriéndose a los jugadores que dirigió en su carrera. En el fuego radiante e impoluto de la competición, Neville era recio e inclemente; en la calma del ‘afterwar’, Gary era justo y sabio.
Capacidad de liderazgo no le va a faltar a Gary Neville.
Neville no caía bien al resto de aficionadosSirva esta doble anécdota de Neville con Schmeichel para presentar al nuevo entrenador del Valencia y una faceta que será crucial en su desempeño como tal. Neville posee todos los atributos que hacen un gran líder. No sólo demostró en sus casi veinte años en Old Trafford ser un defensor a ultranza de su bandera, de su escudo y de sus hombres, sino que una vez abandonó el protectorado del ‘Teatro de los Sueños’ asumió una figura a todas luces ecuánime y ordenada por la razón. La vida profesional de Gary Neville es la de un rey fiero en la guerra y la conquista, pero probo e implacable en su ley cuando se trate de otros asuntos. No por nada pasó de ser uno de los villanos del fútbol inglés, odiado por las aficionados de todos los clubes menos del Manchester, a ser considerado algo así como “tesoro nacional” gracias a su trabajo como empresario, filántropo y analista de Sky Sports. Poseído por un carisma arrollador que había escondido detrás del inexorable emblema de hombre de club y capitán rudo, hoy Neville es sinónimo de inspiración para niños, jóvenes y adultos.
Esto último no se trata de un simple adorno. Hace un par de meses, de hecho, Gary Neville fue el invitado principal de una conferencia en la Universidad de Salford en la que trató temas como su aproximación a la ambición y el éxito; su faceta como hombre de negocios e incluso sus obras de caridad y dadivosidad con los más necesitados. En dicha audiencia, Neville resaltó que para él “nunca hay que estar conforme con nada y siempre hay que estar buscando nuevos retos y tratar de superarlos”, y que eso era lo había llevado a seguir escalando peldaños desde que con diecisiete años cumplió su sueño eterno de jugar para el Manchester United. También habló de cómo siempre había jugado en el centro del campo, pero al llegar a la academia del United y encontrarse con chicos como Nicky Butt, David Beckham, Ryan Giggs o Paul Scholes jugando también en el medio decidió cambiar a la posición de lateral y tuvo que trabajar más fuerte que todos sus compañeros de generación para llegar a jugar en el primer equipo y para la selección inglesa.
Sobre esto, cuenta Lee Sharpe que más de una vez se había encontrado a Gary después de los entrenamientos trabajando solo su saque largo lanzando una y otra vez el balón contra un paredón como si no hubiese mañana. Otro ejemplo de su gran dedicación a lo que hace es cuando fue contratado por Sky Sports para ser analista y una de sus peticiones para firmar fue que le entregaran una pantalla táctil igual a la que se usaba en el programa para poder practicar con ella y llegar totalmente preparado a su primer día.
Su primera experiencia, sin embargo, no será en la Premier.
No todo se queda allí. Neville además ha sido el impulsor de todo el entramado de negocios que el “Class of 92’” ha ejecutado en los últimos años, que va desde inversiones en el mercado inmobiliario hasta en clubes de fútbol. Su figura se ha vuelto una especie de medias en Inglaterra, aunque algunos lo catalogan de Rey Midas: todo en lo que está involucrado el nombre de Neville termina convertido en oro. Su determinación, su capacidad de trabajo, su fuerza interior y su liderazgo son aptitudes que también brillarán con fuerza en Mestalla si todo va bien. Como comunicador y hombre de fútbol también ha demostrado tener cualidades destacadas incluso por los mejores entrenadores de la Premier League. Si tiene éxito o no en Valencia dependerá de muchos factores. Son muchos los obstáculos que tiene y su inexperiencia eleva un halo de duda sobre su elección, pero lo que sí es seguro es que King Neville no claudicará y que lo dará todo para triunfar sobre las alas del murciélago.
AlbertoCT 13 diciembre, 2015
Cuando el Valencia apuesta por Gary Neville, apuesta por la persona, por sus cualidades, no por su experiencia. Es un caso que no se da muy habitualmente en clubes del nivel del valencianista por lo que debemos intuir que la figura del inglés es extraordinaria.
El reto que tiene por delante es de alta dificultad, un equipo con un entorno complicado, que va a exigir resultados desde el primer momento, su periodo de adaptación va a ser reducido.
Una curiosidad que tengo es ver cuanto le cuesta aprender español, es un detalle que puede verse cómo símbolo de su esfuerzo para adaptarse a la Liga BBVA. Grandes entrenadores son ejemplos en esto, por ejemplo Guardiola en Alemania, Benítez en Inglaterra e Italia, Klopp, que habla un inglés muy decente y Mourinho, allá por dónde ha estado. A los técnicos y jugadores británicos les suele costar mucho aprender español, habría que ver si por dificultad o por falta de interés pero, por ejemplo Moyes creo que se fue sin hablar prácticamente una palabra, Bale sigue contestando en las entrevistas en inglés, yéndonos más atrás en el tiempo, el propio Robson trajo a Mourinho de traductor, no tenía intención de aprender el idioma del país destinatario de su trabajo, o al menos eso parecía.