Mesut Ozil es campeón del mundo pero su carrera no tiene la brillantez antaño imaginada. En el palmarés del zurdo faltan títulos y en su álbum de fotos, más momentos para el recuerdo. El porqué de este debe no se revela a la ligera y admite varias lecturas. No así el talento de Mesut, que pone de acuerdo a casi todos; Ozil es muy bueno.
El fútbol de Mesut siempre ha generado controversia al ser analizado. Para muchos, lo que Ozil debía ser no encajaba del todo con lo que realmente mostraba. Esa disparidad generaba un conflicto y posterior decepción en un amplio sector de la afición, que acabó encontrando una palabra para definir al germano: irregular. “Ozil es irregular”. Para dar por buena esta sentencia, primero hay que dejar claro qué es realmente el número once del Arsenal de Arsene Wenger.
Ozil necesita calor, cosas buenas a su alrededor. Así es mortal
Ozil es un asesino dotado con la gracia de los genios. Su creatividad en los giros, controles y pases es tal que rara vez repite una acción. Por ejemplo, si uno ve jugar a Messi, con frecuencia anticipa lo que hará Leo, pero la perfección de su gesto imposibilita la respuesta rival. Mesut es otra historia. Mesut se reinventa a sí mismo. A este arsenal casi infinito se suma una prodigiosa movilidad entre líneas. Explicado de forma rápida, Ozil se mueve tanto de un lado a otro que siempre encuentra un huequito para recibir el balón. La mezcla de estas virtudes deriva en un futbolista terriblemente decisivo, sobre todo a través de las asistencias. En la Premier anda batiendo récords.
¿Dónde nacen entonces los problemas y las insatisfacciones? Básicamente, en que a Ozil no le interesa lo que pasa en los primeros 60 metros del campo. Da igual si llueve o sale el sol, si hace frío o calor; Mesut es hombre de metros finales. Es, por lo tanto, un futbolista muy dependiente del entorno futbolístico que le rodea.
Su etapa en el Real Madrid define bastante el futbolista que es
Dice Joachim Low que Ozil es un chico sensible que necesita la confianza de club y entrenador. Este rasgo, común a cualquier persona humana, se convierte en conflictivo si es el Real Madrid la entidad que te alberga.¿Triunfó en el Real? Sí pero… El Santiago Bernabéu es una selva comparable a pocas cosas. Pese a ello, Mourinho siempre creyó en él en su etapa en la casa blanca. Su Madrid de Alonso y Khedira atrás y Cristiano en punta difícilmente podría haber encontrado enlace más coherente y decisivo que Mesut. Y lo cierto es que Ozil dio pases de gol en noches claves, como aquel que sentenció la Liga en el Camp Nou, el 2-0 ante el Bayern y otros muchos. Y sin embargo, en el verano de 2013, el Real Madrid consideró necesario invertir a lo grande en Gareth Bale, un futbolista poderosamente ligado a la determinación y la jugada decisiva. Ozil, habiendo triunfado, salió del Madrid sin que su marcha provocara un cisma real entre la hinchada. En el club que siempre debe ganar, la frialdad de Mesut se estimó prescindible.
27 años, plena madurez. ¿Estamos ante un Ozil más caliente?
No se debe caer en conclusiones erróneas. Ozil tiene personalidad de sobra. Mejor dicho, es parcialmente ajeno a la presión. Solo así se explica que, tras un Mundial algo pocho, se plantase en la final de Maracaná y se dejase ver más que ninguno de sus compañeros de ataque. Ozil, por decirlo de algún modo, es asensorial. Por eso su desembarco en el Arsenal entrañaba riesgos. El tardo-wengerismo había hecho del cuadro gunner un lugar donde la derrota no equivalía a drama y la victoria, decían, no era una exigencia. Un contexto peligroso para las desconexiones de Ozil dentro de la cancha.
No nos vamos a engañar: desde su llegada al Emirates, FA Cup’s aparte, Mesut no ha peleado la Premier ni ha pasado de octavos en Champions. Por eso, su temporada actual llama la atención; suena distinta en él. Tirando de números, en media vuelta prácticamente ha igualado el número de asistencias ¡de las dos campañas anteriores! Y en partidos disputados, la cosa va por el mismo camino. Su juego es el de siempre pero ha ganado en volumen de participación. O sea, no la toca en más zonas pero sí muchas más veces. Ahora parece capaz de crear el 75% del peligro del Arsenal en una tarde poco inspirada del colectivo. Y claro, nos preguntamos: ¿a qué se debe esto? ¿Está creciendo Mesut o hay algo más también del conjunto? ¿Ha ganado este Arsenal una solidez que le abastece de manera invisible? Lo que es seguro es que si el Arsenal aterriza en 2016 como candidato a la Premier es por este Ozil. Quizás el mejor de su carrera.
James 26 diciembre, 2015
Pregunta para ustedes. ¿Diría usted que Özil ha mejorado bajo Wenger ? Él parece más dispuesto a entrar en la caja de marcar goles , y tiene más presencia en el campo, al tiempo que conserva la capacidad de decidir el juego con una sola acción como antes.