De la mano de Carlos Bianchi, Boca Juniors edificó su prestigio mundial a comienzos del presente siglo. El camino, como siempre, se forjó a través de las victorias, que fueron muchas y de gran calado. En un plazo de cuatro años, Boca ganó tres veces la Libertadores, lo que le permitió disputar otras tantas la Copa Intercontinental. En suelo japonés, el xeneize tuvo la fortuna de chocar ante rivales monstruosos como el Real Madrid de Raúl, Figo o Roberto Carlos, el Bayern de Kahn o el AC Milan de Shevchenko, Seedorf o Maldini. A dos de ellos los batió y contra todos compitió. Así, Europa constató que Boca era, en efecto, uno de los clubes más relevantes del planeta.
Para su vecino, River Plate, observar todo aquello no fue plato de buen gusto. Entidad al menos tan prestigiosa, su presencia en la Intercontinental ha sido más limitada, pues hasta 2015, River solo había podido alzar la Libertadores en dos ocasiones. Los niños japoneses ya no recuerdan al gran equipo de la franja roja en el pecho.
La historia de River en la Intercontinental es breve pero intensa
1986 fue un gran año para el fútbol argentino. El 29 de junio, la Selección levantó en México su segunda Copa del Mundo. El país disfrutaba del mejor Maradona y veía como su River Plate se consagraba campeón de América justo cuatro meses después,1986, el pase del «Beto» Alonso logrando así el billete para la Intercontinental. En aquel River destacaban nombres como los de Ruggeri, Pumpido o Enrique, todos titulares en la conquista mexicana. La estrella, no obstante, era otro campeón del mundo: Norberto «Beto» Alonso. Vestido lógicamente con la diez, el Beto era uno de esos zurdos exquisitos que inspiraron al Diego en la década de los 70. Un portador más de la esencia argentina. A Norberto aquella Intercontinental frente al Steaua de Bucarest le pilló ya veterano (a días de cumplir los 34), por lo que para resolverla tuvo que tirar de las picardías típicas del potrero. Tras el cobro de una falta, el Beto puso rápidamente el balón en juego y sin mediar aviso dejó solo al uruguayo Alzamendi, que marcaría el gol del triunfo. River alcanzaba por fin en la cima del planeta fútbol.
(18 años después, Maradona repetiría esa misma acción en el Mundial de USA 94, ante Nigeria, esta vez con Caniggia como ejecutor)
River Plate volverá a Japón en busca de más momentos gloriosos
Pocas Intercontinentales reunieron tanto buen jugador como la edición de 1996. River Plate volvía a Japón con futbolistas de futuro brillante como Juan Pablo Sorín, Ariel Ortega o Marcelo Salas, a los que sumaba una de las grandes figuras históricas del club, Enzo Francescoli. A sus 35 años, la experiencia y grandeza del charrúa representaba la gran esperanza gallina para derrotar a la terrible Juventus de Turín de Del Piero, Zidane, Montero o Boksic. River había quedado debilitado con las salidas a Europa de Hernán Crespo o Matías Almeyda, y lo cierto es que apenas pudo llegar a la portería italiana. Di Livio y Jugovic anularon los enganches de Ortega y Francescoli casi ni la tocó. Tras varias intentonas, un gol de Del Piero (en palabras de Alex, el más importante de su vida) a la salida de un córner dio un justo triunfo a la escuadra de Marcello Lippi.
Hoy, 16 de diciembre de 2015, River Plate regresa a Japón en busca de nueva gloria por vivir. El club más laureado de la nación visitó demasiado poco esta tierra, así que el evento es de los grandes para el club Millonario. Vérselas en la final con un pedazo de la historia argentina sería extraordinario. Derrotarlo, leyenda.
@andreptch 16 diciembre, 2015
El 85% de la gente ya ve a River ganador pero no coincido para nada en ese porcentaje pues Sanfrecce es un club que se adapta muy bien a situaciones prácticamente antagónicas, es decir, se encuentra cómodo tanto teniendo como sin tener la pelota, cuando hay que proponer es muy capaz de hacerlo (sobre todo por bandas) y cuando hay que ocupar bien los espacios porque no se tiene la bola todavía mejor. Es un club al que le han ido tan bien las cosas los últimos años precisamente por eso, porque Moriyasu ha creado un camaleón.
HAYASHI (POR): tras el fichaje de Nishikawa unos años atrás por Urawa, Hayashi ha dado un rendimiento bajo palos bastante superior al que muchos pensamos en primera instancia, no va mal en cuanto a reflejos pero es propenso a comerse alguna fácil de vez en cuando y su juego de pies no es ninguna maravilla.
Tsukasa Shiotani, Chiba y Mizumoto (o Sasaki) (centrales): los tres son muy correctos en cuanto a colocación (probablemente el que menos sea ese cuarto, Sasaki) y saben leer bien los momentos para hacer coberturas. Especialmente destacable la labor de Shiotani ya que es quien mejor anticipación tiene además de su destacado carácter goleador que muchos ya habrán descubierto.
Mikic, Shimizu y Kashima (carrileros): a destacar está sobre todo el jugador balcánico Mikic a pesar de su edad, pues sigue manteniendo una gran condición física para recorrerse el carril derecho de arriba a abajo sin problemas, muy correcto protegiendo su espalda y con talento para dar buenos centros. En cuanto a Kashima y Shimizu, ambos pueden ocupar ambos carriles pero suelen hacerlo por el izquierdo donde suelen dejar actuaciones correctas, eso sí, no son tan intensos como Mikic.
Aoyama y Morisaki (centro del campo): ambos muy sólidos y jugadores de trabajo que encarnan a la perfección la esencia de este equipo, sin balón están cómodos, son jugadores de trabajar a la sombra, es decir, su presencia no reluce pero tras los encuentros cuando miras las estadísticas de robos, tackles y demás aprecias su importancia.
Douglas, Shibasaki y Asano (mediapuntas/segundos delanteros): comenzando por el brasileño debemos recordar el temporadón que ha realizado este año marcando muchos goles a pesar de no jugar en el área, y es que se encuentra cómodo lejos de ella ya que cuenta con buen disparo y su nivel de asociación se ha visto incrementado bastante esta campaña. Su pareja de baile suele ser Shibasaki (no confundir con Gaku Shibasaki de Kashima Antlers!) quien pone más trabajo de moverse y asociarse con los que vienen de atrás y tiene menos carácter goleador. Como tercera opción para esta línea cabe destacar a Takuma Asano aunque realmente su puesto también puede ser en la punta de ataque cuando la leyenda Hisato Sato nota el bajón físico por la edad. Bien, Asano es el llamado 'aprendiz' de Hisato, jugador alto y que realmente su sitio preferido es jugar en el área pero aún así sus fugaces apariciones al borde del área le hacen un jugador peligroso para jugar en esa segunda línea de ataque.
Hisato Sato (punta): como ya he dicho, es una leyenda viva del club, máximo goleador de la J1 históricamente habando, y que a pesar de su larga edad parece tener solo 26 años mientras está sobre la hierba, juga sus 60 minutos cada partido pero lo da todo, se deja la piel en el campo. En cuanto a sus virtudes cabe destacar su buen trato con los centrales, es muy inteligente, bueno de piernas e incluso gran cabeceador, sobre sus debilidades cabría solo destacar la edad pues más allá de eso deja ver poco mientras está en el campo.
*sistema: 3-4-2-1
Por mi parte, veo a Sanfrecce ganador, veremos como asumen haber tenido que prolongar un poco más la temporada. Si no se les nota el cansancio pueden dejar un buen espectáculo.