En Rusia, con el frío clásico de aquellas tierras, fuera del horario Champions que tanto calienta y ante el único equipo que lo había ganado todo en el torneo. Ese era el menú que debía enfrentar un Valencia CF en horas bajas. Pintaba mal y salió peor. El Zenit venció dos a cero con insultante facilidad, sin sufrir lo más mínimo. Los de Nuno Espirito Santo, que ya no dependen de sí mismos para clasificarse, ofrecieron todos los síntomas de un equipo en caída.
El Zenit derrotó con excesiva facilidad a un Valencia muy tocado
La mayor necesidad del Valencia llevó al Zenit a replegarse cómodamente desde el arranque. El cuadro ruso ha encontrado la solidez en esta Champions y parece no molestarle pasar largos periodos en su campo. Contra la actitud poco presionante de los de Villas Boas, el Valencia intentó proponer mucho movimiento de sus tres centrocampistas, Enzo, Parejo y Gomes, pero la profundidad por fuera no aparecía. El Zenit defendía cómodo, mucho más tras el terrible 1-0, un gol casi regalado por Vezo que expresa en gran medida el bajo momento de confianza del actual Valencia.
A partir de ahí, el Valencia fue anestesiado por la tristeza primero y después por la calidad de los mejores hombres locales. Por un lado, Hulk, que gana habilidad y fútbol a medidaDanny desquició al Valencia que pierde su célebre potencia. Empezó en la derecha pero dañó más al cambiar de banda. Pero sin duda el hombre del partido estaba siendo Danny. El veterano mediapunta se movía por todo el campo (de arriba a abajo y de izquierda a derecha), con un trote de jugador grande, como si la Champions fuera una pachanga entre amigos del pueblo. Su tranquilidad sacó de quicio al Valencia, que no veía el modo de robar y salir, mucho menos de empatar. A modo de ejemplo, sus ofensivos laterales, Gayá y Cancelo, apenas cruzaron la divisoria en la primera mitad.
Danny resultó desquiciante para el sistema nervioso valencianista
Poco iba a cambiar tras el descanso. Ambos bloques variaron su ubicación por pura lógica. El Zenit se metió un pelín más atrás y el Valencia ganó metros, sin que eso significara nada en la práctica. Gayá y Cancelo pasaron a jugar más adelantados pero el ritmo de pases del Valencia era tan lento que nunca surgían los espacios. El Zenit mostró de nuevo su correcto orden defensivo, liderado por un Garay que siempre destaca defendiendo cerca de su área. Y cuando tocaba contragolpear, los apoyos de espaldas de Dzyuba eran suficientes para que Hulk y Danny pudieran recibir y conducir. La pachorra con la que el luso desangró a la zaga valencianista en el segundo gol fue el resumen de una tarde deprimente para el Valencia.
hola1 25 noviembre, 2015
El segundo gol del Zenit es una combinacion muy bonita entre Danny-Shatov-Dzyuba. Ojala compitan tambien en 8vos.