Neymar pisará al Bernabéu en calidad de hombre más desequilibrante del Clásico. Debido a la lesión de Messi y la crisis de Cristiano, está siendo quien más goles genera y quien más pesa en el juego. A causa de esto, el pronóstico más repetido vaticina que resolverá el partido en favor del Barcelona. Desde luego, parece muy factible. Pero conviene valorar algo: con Benítez, si está sano, James actúa en la derecha. O sea, en el costado de Neymar. Y el cafetero hace muchas cosas bien.
Aunque parece difícil meterse en la mente de Benítez, para Neymar se vislumbran dos posibles escenarios, uno sin Casemiro y otro con él. Y sobre el papel, a los dos le haría más daño del mismo modo: por fuera.
Neymar por fuera parece teóricamente imparable para el Madrid.
En el centro habrá desgasteEl partidazo de Di María en el Bernabéu todavía retumba fuerte, y lo desarrolló siguiendo patrones muy similares a los que viene siguiendo Neymar sin Messi: bajando y centrándose para recibir en la zona de un interior, en pos de crear juego de cara. Pero aquella noche sucedió lo que esta tarde no se espera, que el flanco atacado por el crack fuese el de Kroos, no el de Modric. Kroos es mucho más débil por dos motivos. El primero, que tiene menos cintura y maña; el segundo, que en el 4-3-3 que emplease Benítez entonces, el alemán va muy arriba. A menos que el entrenador madrileño invirtiera los puestos naturales de Luka y Toni, a Neymar le esperará por dentro una guarnición compuesta por Modric y James, con ayudas del central, del lateral y un medio extra. Si ante el Villarreal fue bien cortocircuitado en este ámbito, hoy lo tendría más difícil aún.
Sin embargo, en los territorios propios de Konoplyanka, el Madrid sufre un agujero. Sobre todo, con Danilo. El ex-Porto adolece de limitaciones en el uno contra uno que exigen al Real ayudas larguísimas para las que no está preparado, y no existe un hombre de banda izquierda más driblador y letal que Neymar. Siempre encontrará un refugio abierto en la banda desde el que podrá liquidar el partido. Ni que decir tiene que esta carta doblaría su peligro si Messi empezase el encuentro, pues el Barça cargaría su ataque sobre el lado contrario, generaría espacios a Ney y, cuando este recibiese los servicios de Leo, ofendería a placer.
Si Alba, Iniesta y Neymar también tienen que defender, sufrirán.
En cualquier caso, lo ya avisado: no hay que tratar de cordero a un carnicero sanguinario. Si Benzema se ha recuperado, Benítez alineará su alineación más competitiva; y una banda defendida por Alba, Iniesta y Neymar debería sujetar a un lateral profundo, a Modric, a James y a la BBC. Y esto suena, más o menos, tan desnivelado como lo anterior.
James ilusiona al Real MadridModric viene de tres partidos en los que ha aparentado ser casi vulgar, algo inaudito en su figura que denota que no pasa por un buen momento, y aunque en los grandes choques como el de hoy no suele importar el pasado a corto plazo, eso nos va a llevar a poner el acento sobre James. James es un cacao de narices para el FC Barcelona. Se trata de un tipo de movilidad impresionante e inteligente que siempre va a estar suelto, porque nadie va a seguirle y el sistema de ayudas y coberturas del Barça no destaca demasiado -al revés-. Y cada vez que coja la pelota, la ocasión de gol será una opción cercana. Con el añadido de que dará sentido a toda la BBC. Influye, uno a uno, sobre cada miembro de ella.
James tiene influencia directa sobre Bale, Ronaldo y Benzema.
Los centros de James sacarán a relucir uno de los desequilibrios más crónicos del Clásico, el juego aéreo de Benzema contra Mascherano. A su vez, sus desmarques conectarán con los de Bale, y un Bale moviéndose por los tres carriles podría recibir en zonas descargadas, y un Bale que pueda arrancar es potencialmente muy dañino. Pero quizá más importante que esto sea su influencia sobre Ronaldo, que, que no se olvide, es el mejor futbolista del Madrid. Lo que los años le han arrebatado es su eslalom; cuando conduce la pelota, no intimida. Pero la quirúrgica, y al unísono kilométrica, precisión de la zurda del «10» le evita justamente esas conducciones. James siempre le pone el balón por delante, para que lo ataque en velocidad, escenario donde el luso todavía sobresale.
Lo más normal sería ver un Clásico dividido en fases aleatorias.
En síntesis, el Clásico de hoy se presenta imprevisible. Uno de los contendientes llega mejor, pero el otro es soberbio, juega en casa y está más necesitado. Ambos, no solo el campeón, cuenta con herramientas para liquidar a su adversario. Quizá por ello vayamos a ver un partido de rachas, con fases a favor de uno y fases a favor del otro. Y quien tenga más puntería durante sus iniciativas, sumará los tres puntos. Siempre que Busquets e Iniesta, o que Kroos y Modric, no tomen el timón en el 1 y no lo suelten hasta el 90, que aunque menos probable, también es una opción. Sergio y Andrés lo vienen haciendo este año, y Motta y Rabiot, que son peores, sometieron al Bernabéu hace solo tres semanas. Por su parte, Toni y Luka ya dominaron a sus homónimos del Clásico. Como esta tarde, cuando menos se esperaba.
carlosfutbolitis 21 noviembre, 2015
Yo creo que el Madrid va a intentar aprovecharse todo lo posible de la ausencia de Messi para que, cuando el argentino entre, enfocarse en la parcela defensiva. No es que el Barcelona no lleve TNT al partido, pero lógicamente Neymar+Suárez es menos peligroso que Neymar+Suárez+Messi. Hasta que entre el 10 entiendo a un Madrid más ofensivo, y con el argentino en el campo no concibo un Real sin Casemiro.
Vaya partidazo. Joer, si es que está lleno de 'Planes B'. Entre suplencias de unos y otros y alternativas de unos y otros, es un puzle que le hace a uno desear que esto fuera béisbol y que jugaran series de tres partidos seguidos.