Parece que no, pero un buen nombre también ayuda en esto del deporte. En Nápoles, por ejemplo, decían que el hecho de que el apellido “Maradona” fuese tan similar a la palabra “madonna” (virgen) contribuía a hacer de Diego una figura divina. Pensemos ahora en Cristiano Ronaldo. Qué sería de su persona/je si, en lugar de tan rotundo nombre, por desgracia se llamase, pongamos por caso, Nani. De los filiales del Granada Club de Futbol emerge un chico de prometedor apellido y, lo fundamental, condiciones para hacerse notar.
Success continúa llamando la atención con sus capacidades.
Isaac Success hizo su aparición en Primera División a comienzos de la pasada campaña. El Granada realizó un ilusionante inicio de liga, sustentado en cierta medida por la eclosión de este joven nigeriano de 18 años. Success solía jugar como punta, acompañando indistintamente a El Arabi, Jhon Córdoba o quien tocase. Estábamos ante un delantero eminentemente veloz, muy difícil de atrapar cuando arrancaba la moto. En no mucho tiempo llegaron los problemas para el club, con cambios de entrenadores incluidos. El Granada fue optando por sistemas más conservadores con un solo ariete, por lo que Success se trasladó a la banda derecha. Allí, para sorpresa general, demostró que había más que velocidad y fuerza; existían también toques y habilidad (aislados, eso sí) propios de quien sabe jugar.
Problemas extradeportivos aparcaron su evolución. Success finalizó el año con solo 19 partidos disputados, y la sensación de que lo mejor sin duda estaba por descubrirse. Ese momento parece estar llegando.
Success lleva todo el año aportando al Granada en cualquier lado.
Pese a que las victorias han tardado en llegar, la línea del Granada es ascendente. La racha de una sola derrota en las últimas seis jornadas ha servido para que los de Sandoval salgan del descenso. No obstante, a Success no le hizo falta esperar a una dinámica positiva para dejarse ver. Con el Granada perdiendo en cinco de los seis primeros encuentros, Isaac se las arregló para gustar, por ejemplo, en el Santiago Bernabéu. Como extremo derecho, Success exhibió su potencia en línea recta y su gusto por el espacio. Kroos y Marcelo nunca pudieron interceptarle. Es la versión más industrial de Success.
Claro que lo fuerte de verdad fue lo de Gijón. Partiendo desde el extremo izquierdo, Success ofreció un recital de diagonales con la pelota propio de una estrella, exhibición que culminó con un golazo digno de Neymar, Robben, Bale o cualquier crack de ese estilo. Pero no contento con ello, cuando el Sporting adelantó líneas, el africano (que ahora además de veloz es tremendamente potente) empezó a castigar con desmarques típicos de un futbolista dominante de Champions. Dejó de ser un regateador para abrasar con movimientos de futbolista. Hoy, con el Granada atacando más arriba y con más frecuencia, sus conducciones en la izquierda colocan a su equipo en perspectiva de gol. Sin espacios, Success también está siendo más que útil. No tiene ni 20 años. Hay que seguirle.
@migquintana 27 noviembre, 2015
Está convirtiéndose en uno de esos futbolistas que en Inglaterra llaman "the next big thing". Esa potencia, ese control del balón, esa capacidad para producir… A mí me está encantando en Granada. Sigue estando muy verde, sobre todo en cuanto a la relación con el juego se refiere, porque le tiene que llegar y rara vez lo busca, pero con espacios ahora mismo le da al Granada otra cara muy diferente. Y sin ellos, en estático y jugando en banda derecha, ya demostró tener gestos y toques de tipo incluso virtuoso…
Aquí hay algo importante, vaya. Y la decisión de colocarle en izquierda me parece un gran acierto de Sandoval. Va a acelerar su crecimiento y le va a dar más cosas a corto plazo al Granada. Quizás, incluso, sea la posición que defina su carrera en la élite, a poco que ordene su juego y "las otras cosas".